La fiebre del armamentismo alcanza a la guerra q¨ªmica
La pol¨¦mica sobre las armas nucleares ha ocultado a la opini¨®n el peligro de una carrera por las armas qu¨ªmicas
El comandante supremo aliado en Europa, el general Bernard Rogers, ha reiterado cada vez m¨¢s p¨²blicamente en los ¨²ltimos tiempos su demanda de nuevas armas qu¨ªmicas para la OTAN. Recientemente, Rogers denunci¨® lo que calific¨® de "abdicaci¨®n en el tema de las, armas qu¨ªmicas por, parte de las autoridades pol¨ªticas en la autoridades militare?. "Los pol¨ªticos no est¨¢n dispuestos a discutirlo", a?adi¨® ante un grupo de periodistas. Y, sin embargo, portavoces oficiales. del Gobierno de la RFA en Bonn se han apresurado a rechazar el aumento de los dep¨®sitos de armas qu¨ªmicas en la OTAN y especialmente en su pa¨ªs Esto es uno de los temas m¨¢s sensibles p ara la Alianza Atl¨¢ntica. El espectro de la Primera Guerra Mundial est¨¢ a¨²n presente. Y la OTAN, a nivel pol¨ªtico, no quiere otra "doble, decisi¨®n" en el terreno de las armas qu¨ªmicas, ni otro problema de opini¨®n p¨²blica tras la cuesti¨®n nuclear de los euromisiles. Pero Rogers insiste.Los verdaderos arsenales de armas qu¨ªmicas son uno de los secretos mejor guardados del mundo. En las publicaciones oficiales, norteamericanas se atribuye a la URSS la posesi¨®n de 350.000 toneladas de armas qu¨ªmicas. Seg¨²n estos datos, los sovi¨¦ticos dispondr¨ªan de 80.000 oficiales especializados y de una Academia Milita Qu¨ªmica. De acuerdo con el informe de la Asamblea de Atl¨¢ntico Norte elaborado en noviembre de 1983 por el canadiense Michael Forrestall, la URSS est¨¢ capacitada para mantener 30 d¨ªas de guerra qu¨ªmica contra la OTAN en una profundidad de 500 km. Seg¨²n Le Monde Diplomatique, la URSS dispone de una, aut¨¦ntica superioridad, tanto en el aspecto defensivo como ofensivo, en una guerra de estas caracter¨ªsticas, con 35 veces m¨¢s unidades qu¨ªmicas que la OTAN y 10 veces m¨¢s veh¨ªculos de descontaminaci¨®n.
Estados Unidos por su parte dispondr¨ªa en total de 42.000 toneladas de armas qu¨ªmicas, obsoletas en su mayor¨ªa, pues hab¨ªa dejado de fabricarlas en 1969. Se trata fundamentalmente de cargas para obuses de 105 mil¨ªmetros (otros nuevos de 155 mil¨ªmetros est¨¢n en camino) y para bombas de 500 y 750 libras. EE UU mantiene algunos dep¨®sitos de armas qu¨ªmicas en la RFA, suficientes, seg¨²n Forrestall, para librar 15 d¨ªas de batalla. EE UU se ha comprometido a no usar armas qu¨ªmicas antes que el enemigo. A pesar de estos datos, algunos expertos ponen en duda la existencia real de un desequilibrio.
En 1969 tuvo lugar el accidente de Dugway (Estado de Utah, en EE: UU), en el que, desde una base militar, se contaminaron 25 hest¨¢reas de campo. Pero el presidente Ronald Reagan obruvo del congreso norteamericano, en julio de 1983, los primeros fondos para un nuevo programa -4.000 millones de d¨®lares en total como m¨ªnimo- para producir a partir de 1985 cargas binarias qu¨ªmicas (se llaman binarias porque los agentes qu¨ªmicos se almacenan, inertes, en dos tubos en cada carga que, al dispararla, se m ezclan convirti¨¦ndose en un producto t¨®xico). El Senado, sin embargo, exigi¨® que por cada nueva carga fuera destruida una de las antiguas. Estas cargas est¨¢n destinadas a la artiller¨ªa de, 155 mil¨ªmetros, ya que, por problemas t¨¦cnicos, la fabricaci¨®n de la bomba qu¨ªmica Big Eye (Gr¨¢n Ojo) ha sido pospuesta al menos hasta 1986. La destrucci¨®n de las viejas armas no es f¨¢cil, hasta el punto de que el general Fulwyler la califica del "pesadilla de fantanero".
Salvo EE UU, la RFA (que dispone de cargas qu¨ªmicas norteamericanas) y Francia, los dem¨¢s pa¨ªses de la OTAN no poseen armas qu¨ªmicas. Algunos de ellos incluso han renunciado a su uso a trav¨¦s del protocolo especial a la Convenci¨®n de Ginebra de 1925, convenci¨®n que impide el uso, pero no la producci¨®n, de estas armas. Sin llegar a dar este paso, el Reino Unido destruy¨® sus ¨²ltimas municiones qu¨ªmicas en 1957. Pero all¨ª, como en B¨¦lgica y la RFA, parecen existir algunos dep¨®sitos norteamericanos. De hecho, todas las tropas de la OTAN se entrenan para la guerr . a qu¨ªmica.
La r¨¦plica nuclear
Rogers ha explicado que su predecesor en el cargo, Alexander Haig, tuvo que firmarse a s¨ª mismo, como comandante supremo aliado y como jefe de las fuerzas
La fiebre del armamentismo alcanza a la guerra qu¨ªmica
norteamericanas en Europa, los procedimientos para el uso, o autorizaci¨®n para el uso, de las armas qu¨ªmicas, ante la supuesta falta de decisi¨®n de las autoridades pol¨ªticas. De hecho, se?al¨® Rogers, en las maniobras "sobre el papel" Wintex-79 se contempl¨® un supuesto ataque por parte del Pacto de Varsovia con armas qu¨ªmicas. "No pod¨ªamos contestar, pues, como OTAN, no ten¨ªamos ning¨²n arma qu¨ªmica, ya que todas pertenec¨ªan a EE UU", se?al¨® Rogers, con lo que, ante esta eventualidad, la OTAN tuvo que replicar con el uso de armas nucleares.Ante la obsolescencia de las armas qu¨ªmicas de EE UU, Rogers pide no s¨®lo nuevas cargas, sino tambi¨¦n nuevos vectores. De hecho, ahora las cargas qu¨ªmicas pueden dispararse desde misiles bal¨ªsticos o de crucero (iguales que los nucleares de corto y medio alcance), caza-bombarderos, obuses y morteros. Rogers insiste en que para disuadir al adversario de utilizar sus armas qu¨ªmicas, la OTAN tambi¨¦n las ha de poseer, y "para eliminar las armas qu¨ªmicas de la Tierra hay que demostrar a la URSS que la OTAN est¨¢ dispuesta a construir cargas binarias". Los aliados de la OTAN no parecen estar, por el momento, dispuestos a lanzarse a una "doble decisi¨®n" sobre la cuesti¨®n qu¨ªmica.
En Ginebra, en el marco de las Naciones Unidas, las negociaciones multilaterales sobre las armas qu¨ªmicas se eternizan. En 1983, el primer ministro sueco, Olof Palme, propuso la creaci¨®n de una zona libre de armas qu¨ªmicas en Europa Central, zona donde ser¨ªan utilizadas en primer t¨¦rmino. En enero de 1984, el Pacto de Varsovia ofreci¨® convertir gradualmente a Europa en una zona libre de armas qu¨ªmicas y, para empezar, congelar el nivel actual de estos armamentos. En abril de 1984, el vicepresidente norteamericano, George Bush, propuso una f¨®rmula de desarme qu¨ªmico global, con inspecci¨®n sobre el lugar, para los dep¨®sitos de armas de este g¨¦nero y sus centros estatales de producci¨®n. La URSS no acepta la inspecci¨®n de los dep¨®sitos, y en cuanto a los centros de producci¨®n, insiste en tener tambi¨¦n acceso a los del sector privado en el Occidente.
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