Salvajismo eclesi¨¢stico
Si Cristo levantara la cabeza, seguramente excomulgar¨ªa a m¨¢s de un p¨¢rroco de este santo pa¨ªs que, en nombre de una mal entendida moral, arremete contra algunos individuos (sin consumar su acci¨®n ofensiva) cuyo ¨²nico inter¨¦s es tomar el sol el aire en paz.Desde que la Inquisici¨®n y una serie de estamentos eclesi¨¢sticos movidos por una serie de ideas m¨¢s o menos religiosas comenzaron a hacer estragos entre intelectuales y personas de mente privilegiada, no ha cesado en Espa?a la cruzada contra todo lo que, en opini¨®n de unos cuantos retr¨®grados mentales, se llama antimoralismo.
Resulta triste y vergonzoso, al menos para m¨ª, ciudadano espa?ol, leer en alg¨²n peri¨®dico que un grupo de vecinos acaudillados por un p¨¢rroco, garrote eri mano, inicia una persecuci¨®n contra desnudistas en playas gallegas. Y si adem¨¢s se da la circunstancia de que es un recinto playero autorizado oficialmente para practicar el desnudismo, la osad¨ªa del se?or p¨¢rroco llegaa rayar la violaci¨®n de las leyes civiles de este pa¨ªs.
Resultar¨ªa m¨¢s beneficioso que estos se?ores contrarios al desnudismo humano se ocuparan de protestar por la suciedad de las playas y montes de la geografia hispana, y de aquellas muestras de poco civismo (como la del p¨¢rroco de Cangas de Morrazo) que a diario se manifiestan entre la poblaci¨®n espa?ola cuando veranea en lugares de recreo y esparcimiento.
La censura no oficial en este pa¨ªs parece que quiere sustituir a la oficial que sufrimos a?os atr¨¢s, y ello se manifiesta en todos los campos: literario, teatral (el caso de Teledeum), naturalista, period¨ªstico, etc¨¦tera; en un intento de conservar privilegios e intereses personales y pol¨ªticos, aunque exista la posibilidad incluso de violar leyes civiles y cristianas entre quienes est¨¢n llamados a dar ejemplo de civismo y cristiandad.-
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