Jos¨¦ Manuel Torres Lozano
Un camionero valenciano, emigrante, preside la Uni¨®n Internacional de Conductores
"Yo me encontraba entre los camiones bloqueados con un cisterna de matr¨ªcula belga", afirma. "Corno conozco y hablo italiano, franc¨¦s, ingl¨¦s, espa?ol y tambi¨¦n valenciano, se me nombr¨® portavoz representante de los conductores. All¨ª no hab¨ªa ni razas ni colores. Ni somos de derechas ni de izquierdas. Ante todo somos conductores que nos ganamos la vida con un volante en la mano". Desde ese momento se cartea con los responsables del transporte en B¨¦lgica, Francia y en las Comunidades Europeas, escribe al vicepresidente del Gobierno espa?ol, Alfonso Guerra ("somos una organizaci¨®n apol¨ªtica, pac¨ªfica y sobre todo, eu ropea, al servicio de nuestros Gobiernos respectivos", se define ante Guerra), o al presidente de la Rep¨²blica francesa, Fran?ois Mitterrand, para agradecerle su pacificaci¨®n de la guerra de las carreteras."Nuestro trabajo no est¨¢ reconocido", argumenta. "Un se?or que atraviesa todos los pa¨ªses de Europa y conoce todas las documentaciones de aduanas, que tiene que entenderse en 14 o 15 lenguas diferentes, es un profesional altamente cualificado, El permiso de conducir es como un diploma. Y los que transportamos materias peligrosas tenemos un segundo diploma. Y, sin embargo, no se nos reconoce. ?D¨®nde est¨¢n las leyes sociales que nos permitan estar por lo menos en casa 36 horas cada semana? Pasamos entre tres y seis semanas sin ver a la familia. A veces pasas cerca de tu casa y no puedes parar porque te obliga el horario".
Casado con una gallega de Villalba (Lugo), con cuatro hijos y una estabilidad econ¨®mica ganada sobre las, cuatro ruedas, Torres Lozano confiesa que la vida familiar del conductor es inexistente. Los largos desplazamientos le exigen peri¨®dicamente cruzar Europa. "Conozco Europa como si ahora estuvi¨¦ramos pase¨¢ndonos por mi pueblo, Alginet". Abre la agenda y reconstruye el ¨²ltimo viaje realizado antes de iniciar las vacaciones. "As¨ª te dar¨¢s cuenta de si este trabajo no es duro", advierte. El 18 de julio parti¨® de B¨¦lgica hacia Yugoslavia, pasando por Austria. El 22, despu¨¦s de perder un d¨ªa en la frontera yugoslava ("?no somos la Europa unida?, pues que quiten las aduanas que nos hacen gastar horas in¨²tilmente"), llega a Italia. Desde Venecia, al d¨ªa siguiente, emprende nuevo itinerario hasta Lisboa.
Sale de Portugal el d¨ªa 30, y el 2 de agosto descarga en B¨¦lgica.
Luego empez¨® las vacaciones. Desde la UIC est¨¢ planteando que se suspenda el control del gas¨®leo en las aduanas y se simplifiquen los tr¨¢mites burocr¨¢ticos en Italia y Espa?a. Reclama peaje gratis en autopista y revisi¨®n de las ocho horas de conducci¨®n. Tambi¨¦n exige la supresi¨®n del derecho de pernada en las fronteras, donde los aduaneros ofrecen diligencia a cambio de frutas, caf¨¦s o simplemente dinero. La UIC pide el reconocimiento de las enfermedades profesionales y protecci¨®n para circular sin sobresaltos.
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