La Generalitat admite que existe una deficiente ense?anza de religi¨®n en las escuelas p¨²blicas
Las autoridades educativas catalanas han reconocido que en las escuelas p¨²blicas dependientes de la Generalitat apenas se ense?a la asignatura de Religi¨®n, por lo que no es real, en la pr¨¢ctica, el derecho de opci¨®n de los padres a que sus hijos reciban clases de esta asignatura o de Educaci¨®n ?tica, que se da a quienes declinan la ense?anza religiosa.El pasado mi¨¦rcoles los obispos de Tarragona, Vic y Solsona recordaron a los padres de familia que son practicantes, a trav¨¦s de una hoja diocesana com¨²n, el derecho a exigir una ense?anza religiosa para sus hijos. En el mismo documento se explica c¨®mo ha de ser la clase de Religi¨®n, seg¨²n lo que dict¨® la Conferencia Episcopal Tarraconense el pasado a?o, y se denuncia que "en gran n¨²mero de escuelas p¨²blicas catalanas no se da formaci¨®n religiosa".
Problemas en EGB
La Generalitat admite la existencia del problema y considera que afecta principalmente a la Educaci¨®n General B¨¢sica (EGB), que carece de recursos para clases de Religi¨®n y no cuenta con un profesorado especializado para impartirlas. En unas declaraciones efectuadas a este diario, la directora general de Ense?anza Primaria de la Generalitat, Sara Blasi, afirm¨® que la posibilidad -legislada por el Departamento de Ense?anza de la Generalitat- de elegir entre clases de Religi¨®n y de Educaci¨®n ?tica, "si bien se cumple generalmente en lo que ata?e a BUP y Formaci¨®n Profesional, no es recogida en la realidad en lo que ata?e a la EGB".En la mayor¨ªa de la escuelas ni siquiera se consulta a los padres sobre cu¨¢l de aquellas dos asignaturas prefieren para sus hijos, y la que finalmente se imparte depende de los planes del centro, del claustro de profesores o de las creencias particulares de cada maestro. Incluso en los casos en los que se imparte concretamente clase de Religi¨®n, se acogen bajo ese ep¨ªgrafe contenidos muy distintos.
El problema estriba en que en EGB s¨®lo hay un profesor-tutor por clase. Si ¨¦ste se niega a impartir Religi¨®n -"a lo que est¨¢ en su perfecto derecho", precis¨® la directora general-, queda un agujero que no se puede cubrir, porque habr¨ªa que pagar a otro profesor para que diera esa clase. "Existen unos recursos econ¨®micos, seg¨²n el concordato, pero es una cantidad muy peque?a y la verdad es que no se c¨®mo se hace el reparto, pero a la EGB de Catalu?a llega muy poco dinero. El Departamento de Ense?anza trabaja para encontrar soluciones. Una de ellas quiz¨¢ podr¨ªa consistir en que los obispados nombraran personal que consideraran adecuado para dar las clases y que ¨¦stas fueran realizadas por laicos no profesionales, de forma similar a como se hace actualmente la catequesis", a?adi¨® Sara Blasi.
"De momento", agreg¨®, "las dos o tres ¨²nicas quejas que oficialmente se han producido se refieren, sin embargo, precisamente al problema contrario: padres que no desean que sus hijos reciban clases de Religi¨®n en centros donde no est¨¢ organizada la asignatura de ?tica. De todas formas somos conscientes de que el problema existe, aunque no haya salido a la luz quiz¨¢ por desconocimiento de los derechos que se tienen o por falta de inter¨¦s".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.