Una noche en familia en la bienal de Sevilla
El hilo conductor que ligaba las teselas de la noche flamenca del pasado domingo en el monasterio de San Jer¨®nimo fue la familia. El espect¨¢culo constituy¨® una ilustraci¨®n pr¨¢ctica del protagonismo de la familia a la hora de la producci¨®n, la transmisi¨®n y la conservaci¨®n del flamenco. Las bailaoras -Manuela Carrasco, Pepa Montes y Concha Calero- fueron acompa?adas por sus respectivos esposos, Joaqu¨ªn Amador, Ricardo Mi?o y el Merengue. En el cante, Pansequito, Romerito de Jerez y Antonio Su¨¢rez tuvieron a sus hijos como acompa?antes. El ministro de Defensa italiano, Spadolini, asisti¨® a buena parte de la reuni¨®n.Varias familias de artistas flamencos cerraron el primer ciclo de esta III Bienal de la M¨²sica y la Danza, cuyo balance general puede considerarse por ahora como altamente positivo: los fallos no son demasiados ni de mucha importancia, si exceptuamos la escasa representaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n, tanto espa?oles como extranjeros, en un acontecimiento art¨ªstico de tama?a envergadura, lo cual, en principio, supone el fracaso de una promoci¨®n adecuada; los aciertos, por el contrario, son muchos y de diversa ¨ªndole, por ejemplo la selecci¨®n y distribuci¨®n de los artistas y la elecci¨®n de los diferentes enclaves donde se desarrollan los ciclos.
En lo que al cante se refiere, Antonio Su¨¢rez tuvo una actuaci¨®n discreta por sole¨¢, mejorada en los cantes sin comp¨¢s que hizo despu¨¦s -cartagenera y fandango-; Romerito de Jerez agrad¨® al p¨²blico con su fuerte ataque por buler¨ªas, pero quien revolvi¨® de verdad los talantes fue Pansequito, quien hizo unas alegr¨ªas y unas buler¨ªas sobradas de comp¨¢s, que demostraban su buen momento; impregn¨® de personalidad los aires de los Puertos, con esa caligrafia particularque alarga los tercios centrales, consume tiempos y finaliza luego como un latigazo o una r¨²brica.
El toque fue irregular, aunque habr¨ªa que destacar las buler¨ªas de Joaqu¨ªn Amador, que derrocha t¨¦cnica y perder¨¢ con el tiempo ese horror al vac¨ªo, corriente en muchos guitarristas j¨®venes, que no prodigan silencios, tan fecundos a la hora de construir el comp¨¢s.
Angel y demonio
Concha Calero, muy profesional, bail¨® por tarantos y sole¨¢. Pepa Montes luci¨® su escuela y su elegancia (es la mejor alumna de la indiscutible Matilde Coral). Pero tambi¨¦n en el baile hubo quien m¨¢s removi¨® la atenci¨®n del p¨²blico, y ¨¦sa fue Manuela Carrasco, que se mueve en el escenario con un dominio poco frecuente. Encarna la mezcla de ¨¢ngel y demonio que confiere misterio a la figura de una bailaora,- su m¨ªmica es gitana; su sentido del comp¨¢s, espeluznante.Deber¨ªa, de todas formas, prescindir de elementos accesorios en su baile, tales como el acompa?amiento r¨ªtmico con golpes de bast¨®n o el uso injustificado de un convidado de piedra en su baile por tarantos. Cerr¨® el espect¨¢culo con unas buler¨ªas, rematando un baile por sole¨¢ que, con cuentagotas, nos hizo paladear un reflejo de lo que la versatilidad y calidad del baile flamenco nos ofrece algunas veces.
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