Los cambios producidos en la Administraci¨®n, una victoria de las tesis defendidas por Alfonso Guerra

Alfonso Guerra, vicepresidente del Gobierno, neg¨® ayer que los ceses y nombramientos acordados ayer por el Consejo de Ministros tengan una justificaci¨®n global, y aleg¨® que existen motivaciones diferentes para los cambios en el Ministerio de la Presidencia o los ocurridos en Industria. Los ceses del subsecretario de Presidencia, Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez Oliver, y de sus m¨¢s directos colaboradores -entre ellos Eduardo Gorrochategui- se derivan de diferencias sobre la reforma de la Funci¨®n P¨²blica", seg¨²n dijeron ayer fuentes gubernamentales. Los cambios, en Industria hay que atribuirlos a "deficiencias de gesti¨®n". Importantes fuentes de la Administraci¨®n consideran las sustituciones, en todo caso, "una victoria, en cierto modo, de las tesis de Guerra".

Tanto Rodr¨ªguez Oliver como Eduardo Gorrochategui, secretario general t¨¦cnico hasta ahora del Ministerio de la Presidencia, pasaban por ser los principales apoyos del ministro del departamento, Javier Moscoso, mientras que el secretario de Estado Francisco Ramos, que contin¨²a en el cargo, es considerado "hombre de Alfonso Guerra". Los destituidos se hab¨ªan mostrado disconformes con los planes de modificar el sistema de retribuci¨®n de los funcionarios, alentados por el Ministerio de Hac¨ªenda, y se les acusaba de ser responsables de la filtraci¨®n de un contrainforme a los medios informativos. Guerra neg¨® ayer que el Gobierno tenga ya decidido el m¨¦todo para el nuevo sistema de retribuciones, y se?al¨® que se ha limitado a regular el sistema global de valoraci¨®n de la masa salarial.

El vicepresidente dijo tambi¨¦n desconocer si se producir¨¢n nuevos cambios en el segundo escal¨®n de la Administraci¨®n. Preguntado sobre el tema, el presidente Gonz¨¢lez dijo sonriente: "Qui¨¦n sabe".

La sustituci¨®n del empresario Enrique Moya por el militante del PSOE Luis Carlos Croissier al frente del Instituto Nacional de Industria (INI), el m¨¢s importante holding p¨²blico, supone una etapa distinta en los viejos proyectos socialistas sobre el cambio en la empresa p¨²blica y la reconversi¨®n industrial. Sin embargo, Guerra neg¨® ayer que signifique un cambio en la orientaci¨®n econ¨®mica del Gabinete.

El Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez ha planificado un trimestre trascendental para la pol¨ªtica econ¨®mica de la legislatura, basado en los siguientes puntos: fin de las negociaciones con la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE); firma de un pacto social (el Acuerdo Econ¨®mico y Social) que despeje las principales incertidumbres empresariales; orientaci¨®n definitiva a la reconversi¨®n industrial, tantas veces anunciada, en los sectores m¨¢s conflictivos (naval, siderurgia y tambi¨¦n fertilizantes), y reconversi¨®n tambi¨¦n de la empresa p¨²blica hacia criterios de competitividad.

Segunda fase

Los cambios anunciados en el INI, previsiblemente los primeros de una cascada que afectar¨¢ a los presidentes de las empresas p¨²blicas en peor situaci¨®n -aunque varios han sido sustituidos ya a lo largo de los ¨²ltimos meses, con mayor o menor sigilo-, significan la puesta a punto de las dos ¨²ltimas cuestiones, dise?adas por el ministro de Industria y Energ¨ªa, Carlos Solchaga. Todas las fuentes oficiales consultadas consideran un fracaso la labor ejercida por Moya en los casi dos a?os al frente del INI. Los resultados econ¨®micos del INI en 1983 no fueron mejores que los de ejercicios anteriores, y las palabras de Solchaga hace m¨¢s de un a?o instando a la dimisi¨®n a los presidentes de empresas p¨²blicas que no fueran capaces de mejorar la gesti¨®n de las sociedades cayeron en el vac¨ªo. Por otra parte, la reconversi¨®n no ha pasado del per¨ªodo de mentalizaci¨®n. El ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Miguel Boyer, declar¨® que-ya se hab¨ªa acabado la etapa de mentalizaci¨®n; "1984 ser¨¢ el a?o de la reconversi¨®n". Seg¨²n dijeron ayer medios de Industria, las presiones de UGT contra varios altos cargos del INI no han influido en las decisiones de Solchaga.

El equipo que forme Croissier en el INI ser¨¢ el encargado de la segunda fase, es decir, de la puesta en marcha de la reconversi¨®n. La condici¨®n de militante socialista de Croissier (cu?ado de Jos¨¦ Borrell, secretario de Estado de Hacienda y verdadero hombre fuerte de Miguel Boyer) es destacada por quienes opinan que la dureza y las tensiones sociales de la. reconversi¨®n debe soportarlas el propio PSOE y no empresarios independientes como Enrique Moya. Otras fuentes entienden, sin embargo, que el cambio de Croissier por Moya significa una derrota en las posiciones pol¨ªticas que mantienen Boyer y Solchaga dentro del Gabinete. Pocas semanas despu¨¦s de que el PSOE entrase en el Gobierno, los primeros nombramientos en el sector p¨²blico empresarial fueron asignados a hombres del C¨ªrculo de Empresarios, club de elite con el que Boyer ten¨ªa relaciones antes de ser ministro: Claudio Boada (presidente del Instituto Nacional de Hidrocarburos), Enrique Moya (presidente del INI), Jos¨¦ Mar¨ªa Amus¨¢tegui (presidente de Campsa), Juan Miguel Anto?anzas (mantenido presidente de Seat, puesto del que dimiti¨® en la primavera pasada) y Manuel Azpilicueta (presidente de Butano) son algunos de estos ejemplos. Siendo Claudio Boada presidente del INI con el anterior r¨¦gimen, Boyer entr¨® a trabajar en el Servicio de Estudios del holding.

La presencia de Croissier como subsecretario en el Ministerio de Industria al lado de Solchaga (principal aliado de Boyer en el Gabinete a la hora de aplicar una pol¨ªtica econ¨®mica de ajuste) fue interpretada como una cu?a del sector de Guerra en este departamento. Croissier ha sido especialmente cr¨ªtico en los pasados meses ante la marcha del INI y sus empresas. En un Consejo de Administraci¨®n del Instituto, en el que Carlos Espinosa de los Monteros, presidente de Iberia, trataba de justificar los resultados de la compa?¨ªa a¨¦rea, Croissier hizo constar en el acta su preocupaci¨®n por el hecho de que las p¨¦rdidas de Iberia hayan pasado de 8.000 a 30.000 millones de pesetas e hizo una cr¨ªtica sobre la capacidad de Iberia de echar las culpas a elementos ex¨®genos a la gesti¨®n de Espinosa. Este hecho permite suponer que uno de los primeros cambios ser¨¢ el del presidente de la compa?¨ªa a¨¦rea.