La delegaci¨®n de hacienda denunci¨® ayer ante el juzgado de guardia el fraude descubierto en la Aduana de Barcelona
La Delegaci¨®n de Hacienda de Barcelona present¨® ayer una denuncia con A n¨²mero de diligencia 102.324 en el juzgado de guardia sobre los presuntos delitos cometidos en el fraude descubierto en la Aduana de Barcelona. Paralelamente, el Ministerio de Hacienda realizar¨¢ una auditor¨ªa sobre su propia actuaci¨®n para esclarecer el alcance de los presuntos fraudes. El balance provisilonal de las irregularidades descubiertas en Barcelona registra m¨¢s de 40 falsificaciones en los libros de la aduana, por un valor superior a los 800 millones de pesetas; tres empresas en situaci¨®n legal de suspensi¨®n de pagos; la destituci¨®n del administrador; la desaparici¨®n del ex jefe de contabilidad y la grave situaci¨®n creada en varias empresas importadoras que se ver¨¢n obligadas a pagar por segunda vez los aranceles ya satisfechos.
Es muy probable que sea la Intervenci¨®n General de la Administraci¨®n del Estado quiene realice la inspecci¨®n. La decisi¨®n de realizar una auditor¨ªa sobre una actividad tan propia de un departamento de Hacienda como es la recaudaci¨®n de tributos ha causado sorpresa en medios pr¨®ximos a la aduana porque "evidencia la ineficacia de los servicios de inspecci¨®n" del ministerio. A medida que han transcendido algunos detalles sobre la facilidad para cometer los presuntos fraudes e irregularidades, la Direcci¨®n General de Aduanas ha ordenado una investigaci¨®n exhaustiva. La inquietud ha invadido a las autoridades tras averiguar que cualquier funcionario provisto de un fechador y que tenga acceso a los libros oficiales puede dar la conformidad de los pagos, con la simple impresi¨®n de una fecha. Hay que tener en cuenta que la Aduana de Barcelona ingres¨® unos 150.000 millones de pesetas en 1983, lo que represent¨® el 35% del conjunto espa?ol.
Tras las investigaciones efectuadas en la Aduana barcelonesa, la Administraci¨®n ha comprobado que esta facilidad para defraudar simulando ingresos no efectuados, ampar¨¢ndose en los rutinarios y artesanales sistemas de control, es extensiva a otros departamentos de la administraci¨®n tributaria.
Las mismas fuentes han se?alado que hasta la fecha todo el sistema de control se concentraba en un reducido n¨²mero de personas que actuaban como verdaderos virreyes en sus dependencias, ya fuera una aduana, una delegaci¨®n de Hacienda o cualquier otra sede de la administraci¨®n tributaria. El deficiente sistema de control era reemplazado por la presencia de un jefe al que se invest¨ªa de la m¨¢xima autoridad.
Fall¨® la inspecci¨®n
En el caso de surgir irregularidades como las recientemente descubiertas toda la carga de la responsabilidad ca¨ªa exclusivamente en el administrador. En este sentido, la destituci¨®n de Jos¨¦ Crist¨®bal Ponce como administrador de la aduana barcelonesa ha obedecido a que la direcci¨®n general estim¨® que se hab¨ªa excedido en sus funciones. En los mismos medios ha sorprendido que la sanci¨®n no alcanzase a los responsables de controlar las funciones del administrador. Se refieren a la Inspecci¨®n de Servicio, cuyos funcionarios tienen la misi¨®n espec¨ªfica de controlar la actividad recaudatoria. En estos medios se resalta la incapacidad de este servicio para efectuar su cometido, ya que el verdadero grado de especializaci¨®n de algunos de sus responsables radicaba m¨¢s bien en la vigilancia ideol¨®gica sobre funcionarios progresistas. La mayor contradicci¨®n se produce ahora, cuando la nueva Administraci¨®n, abrumada por el descubrimiento de fraudes e irregularidades, se ve obligada a efectuar una auditor¨ªa para suplir la ineficaz actividad inspectora. Medios profesionales critican la lentitud de la m¨¢quina administrativa, pues han sido necesarios el transcurso de meses para que los hechos fueran puestos a disposci¨®n judicial.
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