Catherine Clement
Una fil¨®sofa entre Sartre y Henry Levy, responsable de los intercambios internacionales culturales del Gobierno franc¨¦s
Tal vez fue la m¨¢s joven profesora de La Sorbona en mayo de 1968, cuando hab¨ªa en la universidad un ambiente muy vivo, y toda su vida tiene un toque de precocidad parecido a la seguridad con que defiende lo que dice. Asegura que en ella no se han producido grandes cambios entre la utop¨ªa y el poder -ocupa un cargo en la Administraci¨®n Mitterrand-, y es la ¨²nica francesa que escribe sobre toros. Parisiense de padres rusos, del C¨¢ucaso, ha participado en el encuentro "Seis ¨®peras literariamente vinculadas a Sevilla", en los cursos de oto?o de la Universidad Men¨¦ndez Pelayo.
Llam¨® discretamente la atenci¨®n su indumentaria, su camisa de color azul brillante con lunares negros, probablemente elegida a prop¨®sito por aquello de Andaluc¨ªa, y tambi¨¦n la efusividad con que salud¨® al bar¨ªtono Ruggero Raimondi. Catherine Clement estudi¨® en la escuela Normal Superior y a los 20 a?os era ya profesora agregada de Filosof¨ªa, cuando tal titulaci¨®n se lograba entre los 25 y los 30. Gracias a la obtenci¨®n del primer puesto en sus oposiciones, logr¨® ser profesora adjunta en La Sorbona a los 22 a?os. "Era la ?poca del Mayo del 68. Yo tuve la suerte de vivirlo como profesora, pero casi tambi¨¦n como alumna porque muchos de mis alumnos eran mas j¨®venes que yo". De entonces, lo sabido: "Fue un per¨ªodo formidable, La Sorbona llena de estudiantes, el protagonismo de ideolog¨ªas como el marxismo o el trotskismo; hab¨ªa un ambiente muy vivo".Sin embargo, las consecuencias de la revoluci¨®n de la imaginaci¨®n no son tan positivas para la, ahora, encargada de intercambios art¨ªsticos internacionales del Gobierno franc¨¦s: "La Universidad peg¨® un tremendo baj¨®n al a?o siguiente, y baj¨® el ambiente por un problema filos¨®fico: el valor del saber hab¨ªa desaparecido, casi nadie sab¨ªa lo que hac¨ªa, hab¨ªa contestaci¨®n pero sin saber por qu¨¦". Con el devenir del tiempo las conclusiones son m¨¢s inquietantes: "De todo aquello ha quedado una mitolog¨ªa confusa. Ahora sabemos que Mayo del 68 ha matado a la Universidad francesa, pero entonces no se sab¨ªa. Hab¨ªa una comunicaci¨®n transparente, y el saber nunca lo es ni debe serlo".
Quiz¨¢ fuese ese desencanto por las aulas lo que le movi¨® a abandonarlas e integrarse en otro mundo tan apasionante, al menos, romo aqu¨¦l. Ocurri¨® cuando un colega le dijo que "iba a envejecer en la Universidad", y acept¨® la propuesta del diario Le Matin en 1977, para dirigir la secci¨®n de cultura, puesto que desempe?¨® hasta 1982. Por entonces trab¨® amistad con Bernard Henri-Levy, "uno de mis mejores amigos". Tambi¨¦n intim¨® con Sartre, un a?o antes de que muriese, cuando el pensador hab¨ªa perdido la visi¨®n y los trabajadores del diario donde ella trabajaba lloraban sin que ¨¦l se diese cuenta. "Con Sartre no muri¨® nada m¨¢s que su persona". Tras el acceso del socialismo al poder fue llamada para desempe?ar un cargo p¨²blico. Desde su poltrona tiene la responsabilidad de todos los intercambios culturales y art¨ªsticos internacionales, que vienen a ser 2.000 operaciones al a?o. Catherine Clement es tajante de respuesta cuando se le inquiere sobre el supuesto cambio operado en una persona que ha vivido moment¨¢neamente la utop¨ªa y se integra en los cargos de responsabilidad pol¨ªtica. Ese cambio, dice, no le afecta. "Ha sido un cambio t¨¦cnico. Claro que", explica, "no es igual acudir a una manifestaci¨®n que dirigir un departamento, pero interiormente s¨ª lo es".
Catherine Clement ha escrito libros, algunos traducidos al espa?ol, sobre psicoan¨¢lisis, ¨®pera y etnolog¨ªa, y novelas sobre Freud y Otelo. Adem¨¢s, es aficionada a los toros -no le gusta Curro Romero-, de lo que tambi¨¦n escribe y difunde -particip¨® en un debate televisivo en su pa¨ªs junto con Antonio Ord¨®?ez y El Cordob¨¦s-, y en Sevilla ha pronunciado una conferencia: "En torno a los personajes femeninos de la ¨®pera Da Ponte".
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