Cerco a la Cosa Nostra
Italia y EE UU desencadenan un ataque frontal contra la Mafia tras las revelaciones de Tommaso Buscetta
Fue el 29 de septiembre, el d¨ªa de San Miguel. El escenario, la ciudad siciliana de Palermo, Tres mil polic¨ªas acordonaron de madrugada distritos enteros para conseguir la presa m¨¢s espectacular en muchos a?os de lucha contra la Mafia. Sesenta y seis arrestos, esa misma noche, de l¨ªderes de la organizaci¨®n. Un DC-9 especial de Alitalia conduc¨ªa la ma?ana siguiente a 28 de ellos a Pisa, donde esperaban furgones ce- lulares para transportarlos a diferentes c¨¢rceles del norte. Con matices, todos coinciden en la importancia del golpe a la Mafia, posible por el testimonio voluntario de un capomafioso de 56 a?os, Tommaso Buscetta, que ha puesto a jueces y polic¨ªa tras las pistas y los nombres claves
.Tommaso Buscetta es el primer mafioso siciliano importante que ha violado la omert¨¢, el c¨®digo de silencio. Su vida, por tanto, no vale mucho en adelante, como ya se han encargado de se?alar otros capos, para los que Buscetta es claramente un nost¨¢lgico de tiempos pasados, movido quiz¨¢ a hablar solamente porque no menos de una decena de parientes suyos ha ca¨ªdo asesinada en la lucha de clanes.
Buscetta est¨¢ hoy en una prisi¨®n especial romana, donde a partir del d¨ªa 27 ser¨¢ interrogado pormenorizadamente por el juez Giovanni Falcone, magistrado de Palermo y responsable final de la incursi¨®n del 29 de septiembre, aut¨¦ntica bestia parda para los mafiosos debido a su actividad y firmeza.
No hay un precedente real entre los mafiosos sicilianos de lo hecho por Buscetta. Si acaso, la confesi¨®n del gangster norteamericano Joe Valachi, en 1963. Pero, seg¨²n los testimonios m¨¢s fiables, Buscetta ha revelado mejor que Valachi la estructura interna de la Mafia y ha puesto a las autoridades sobre pistas m¨¢s firmes y seguras. Ha detallado autores y circunstancias de m¨¢s de 100 asesinatos en Italia y ha desvelado una buena parte de la conexi¨®n norteamericana. En Estados Unidos, las declaraciones de Buscetta han puesto al fiscal de Nueva York Rudolph W. Giuliani en el camino de la denominada pizza connection (una Mafia siciliana en miniatura que usa una cadena de pizzerias como tapadera de sus actividades).
Para poder entender el fen¨®meno actual de la Mafia siciliana, con ramificaciones ya en medio mundo, hay que situarla en el nuevo contexto enmarcado por el tr¨¢fico de drogas. La Mafia de las nuevas familias tiene muy poco que ver con la cl¨¢sica. Para el estudioso Werner Raith, "el mafioso tiene hoy dificultad en presentarse como el antiguo mediador de los conflictos o el defensor de una justicia de leyes no escritas, como el honor, el secreto, la venganza, etc¨¦tera". La familia mafiosa, convertida en gran empresa multinacional, m¨¢s que interesarse por los problemas de la isla siciliana, la usa como trampol¨ªn de sus aventuras internacionales, cubri¨¦ndola de muertos en su lucha por el poder.
Monstruo de mil cabezas
La ¨²ltima matanza, en la madrugada del jueves pasado, sembr¨® las calles de Palermo con ocho cad¨¢veres. Todos hombres, todos j¨®venes y pertenecientes a la familia dominada por Filippo Marchese, en paradero desconocido. Hasta ahora, los Marcheses hab¨ªan mantenido buenas relaciones con los Grecos, due?os y se?ores de las zonas de Palermo adyacentes al Corso dei Mille, donde se produjeron los acribillamientos.
De la Mafia o del fen¨®meno mafioso existen hoy infinitas definiciones, pero se ignora a¨²n el origen mismo de su etimolog¨ªa, que puede ser ¨¢rabe. De la Mafia hay una literatura imponente. La mejor es la escrita por no italianos, si se except¨²a al escritor Leonardo Sciascia, el observador m¨¢s atento del fen¨®meno desde hace 30 a?os. La Mafia ha sido siempre como un monstruo de mil cabezas, dif¨ªcil de eliminar; y cada vez que se piensa que ha sido herida mortalmente vuelve a resurgir con mayor ¨ªmpetu.
Fue as¨ª, ya en los a?os treinta, cuando el prefetto Cesari Mori estaba convencido de haber acabado con aquella Mafia primitiva y menor, que se especializaba en la explotaci¨®n de los pobres labradores. No consigui¨® tampoco sacarla de escena el fascismo, con sus m¨¦todos dictatoriales y violentos. Tambi¨¦n el general Carlo Alberto dalla Chiesa se hab¨ªa equivocado cuando, junto con el juez Cesare Terranova, hab¨ªa pensado, en 1963, despu¨¦s de la matanza de Ciaculli y la redada que la sigui¨®, que la Mafia hab¨ªa sido disgregada; muchos de sus jefes acabaron absueltos y puestos en libertad, y la guerra empez¨® de nuevo.
Y Dalla Chiesa acab¨® asesinado cuando volvi¨® a Palermo como gobernador en 1982, esta vez con, mayor experiencia tras su noviciado con los terroristas, y empez¨® a usar instrumentos modernos para combatir la nueva Mafia de la hero¨ªna, emparentada ya con la Camorra napolitana y con el terrorismo de los dos extremos. Tambi¨¦n Buscetta ha proporcionado a las autoridades de su pa¨ªs la clave de aquel asesinato, que seg¨²n el mafioso ten¨ªa la inequ¨ªvoca marca de la familia Corleone.
Mensajes cifrados
La Mafia, como es proverbial, no firma sus cr¨ªmenes, pero nunca ha quedado duda de sus intenciones ni de sus mensajes cifrados. Acaba de hacerlo con el ex alcalde democristiano Giuseppe Insalaco, que se ha permitido denunciar ante la comisi¨®n parlamentaria que investiga el crimen organizado a algunos de sus propios compa?eros de partido como mafiosos. Vuelto a Palermo, le han puesto un auto blindado: primer aviso, le han robado el coche delante de la casa supervigilada del juez Giovanni Falcone, encargado de interrogar en Roma a Massimo Buscetta a partir del d¨ªa 27. Despu¨¦s, el autom¨®vil ha sido incendiado.
?La Mafia es invencible? ?No es cierto que con todo lo que ha revelado el famoso y ya legendario Buscetta, y con lo que podr¨¢ a¨²n decir ahora en su proceso, el fen¨®meno mafioso siciliano ha recibido un golpe mortal? Michele Pantaleone, el mayor experto italiano en las conexiones entre Mafia y pol¨ªtica, ha dicho que, en realidad, Buscetta "ha contado s¨®lo cosas que ya hab¨ªan escrito los peri¨®dicos". Lo que ocurre es que dichas por ¨¦l adquieren otro peso, y para los magistrados son una confirmaci¨®n de lo que ya hab¨ªan descubierto.
Pantaleone a?ade: "El ¨²nico sistema para extirpar este c¨¢ncer de la Mafia ser¨ªa cortar el cord¨®n umbilical entre Mafia y pol¨ªticos; pero, ?puede la Mafia extirpar una parte de s¨ª misma?". Y comenta el escritor que si el poder p¨²blico quisiera de verdad dar un golpe mortal a la organizaci¨®n, bastar¨ªa con que publicase la lista -secreta por acuerdo de todos los partidos- de los 164 hombres pol¨ªticos tachados ya de mafiosos por la comisi¨®n parlamentaria especial.
Y aqu¨ª est¨¢ la clave de todo. Desde siempre. Por eso todos los
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estudiosos distinguen muy bien entre bandidismo y Mafia. La Mafia ha sido, parad¨®jicamente, conservadora y democr¨¢tica, en el sentido de que ha defendido las libres elecciones, porque las campa?as electorales han sido su mejor caballo de batalla. La Mafia asegura votos a los pol¨ªticos, y ¨¦stos se comprometen despu¨¦s a favorecer todas las operaciones financieras de sus mecenas electorales. En este sentido, la Democracia Cristiana, que ha sido siempre el primer partido de Sicilia, ha sido la formaci¨®n pol¨ªtica m¨¢s implicada en el fen¨®meno mafioso.Pero nunca hab¨ªa sido condenado por el juez un solo responsable democristiano. Por eso ha provocado estupor el encarcelamiento, tras las confesiones de Buscetta, del que durante 40 a?os hab¨ªa sido el n¨²mero uno del poder democristiano en Sicilia, el ex alcalde de Palermo Vito Ciancimino.
La transformaci¨®n de una sociedad regida de alguna forma por c¨®digos respetados en una organizaci¨®n del crimen a vasta escala es la que, parad¨®jicamente, ha hecho mucho m¨¢s fuerte y m¨¢s poderosa a la Mafia -que maneja miles de millones de d¨®lares-, pero tambi¨¦n la ha vuelto m¨¢s vulnerable y d¨¦bil, porque le quita sustrato popular, ra¨ªces sicilianas, v¨ªnculos familiares, apoyos impl¨ªcitos.
Se explica as¨ª que hasta la Iglesia cat¨®lica haya empezado a combatir abiertamente a la Mafia. Y se explica tambi¨¦n la aparici¨®n de un fen¨®meno como el del arrepentimiento dentro del mundo hasta ayer mudo e impenetrable de la Mafia. Las familias mafiosas, que se formaban durante a?os con total fidelidad entre ellas, ahora se unen y se separen, se al¨ªan con adversarios y hasta se combaten entre ellas, con decenas de muertos en Palermo o Catania. Pero meses despu¨¦s pueden unirse para hacer un gran negocio de coca¨ªna en Nueva York.
Tiempo de esperanza
Para el escritor siciliano Leonardo Sciascia, esto es un motivo de optimismo. Si la Mafia ha traicionado sus ra¨ªces y ya ni siquiera respeta sus peculiares c¨®digos de honor, si se ha convertido en una vulgar central del crimen, ser¨¢ mucho m¨¢s f¨¢cil combatirla si existe voluntad pol¨ªtica.
Curiosamente, en los ¨²ltimos tiempos ha disminuido la acci¨®n violenta de la Mafia hacia el exterior, mientras han aumentado las venganzas y luchas entre sus diversos clanes. De los 151 asesinatos perpetrados en Italia en el a?o 1982 -a los que hay que a?adir 93 luparas blancas, es decir, otros tantos desaparecidos sin dejar rastro- se ha pasado a 41 en lo que va del a?o 1984, y s¨®lo cuatro luparas blancas. Los 41 muertos en la guerra interclanes pertenec¨ªan todos a las grandes familias de Badalamenti y Buscetta, consideradas perdedoras en esta pol¨ªtica de lucha por el poder.
Tommaso Buscetta al confesar, quiere destruir con la lupara de tinta de sus declaraciones a unos adversarios igualmente implacables.
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