Espa?a y ?frica, una oportunidad hist¨®rica
El c¨ªrculo empresarial espa?ol desconoce el ?frica negra, excepci¨®n hecha en algunos casos de Nigeria y Guinea Ecuatorial. El continente negro ha sido olvidado, en opini¨®n del articulista, como esfera de influencia pol¨ªtica y como mercado para los productos espa?oles. Sin embargo, esa zona del planeta no es m¨¢is pobre que el conjunto de pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. ?frica deber¨ªa constituir una zona de gran prioridad en los esfuerzos diplom¨¢ticos y comerciales espa?oles
Para el Gobierno como para los exportadores espa?oles, ?frica al sur del S¨¢hara ha sido casi totalmente ignorada como continente en el que Espa?a puede desempe?ar un papel pol¨ªtico importante y a¨²n m¨¢s como mercado potencial de importancia para nuestro pa¨ªs. Fuera de Europa, la mayor parte de los esfuerzos de la Administraci¨®n y de los empresarios espa?oles se ha dirigido a Latinoam¨¦rica y, en menor grado, a pa¨ªses asi¨¢ticos o norteafricanos. Los ¨²nicos pa¨ªses africanos relativamente conocidos para el c¨ªrculo empresarial espa?ol son Guinea Ecuatorial, a causa de nuestros antiguos lazos coloniales, y Nigeria, porque su poblaci¨®n le sit¨²a entre los 10 primeros pa¨ªses del mundo y por su reciente y m¨ªtica riqueza en petr¨®leo. Sin embargo, estos dos pa¨ªses no son representativos de los 45 que integran el continente al sur del S¨¢hara. Guinea Ecuatorial es, en poblaci¨®n e importancia econ¨®mica, un mil¨¦simo de ?frica, mientras que Nigeria padece problemas at¨ªpicos, con una historia reciente de inestabilidad pol¨ªtica y golpes de Estado y una desastrosa gesti¨®n econ¨®mica que ha anulado con creces sus beneficios petroleros.?frica negra, a causa del desconocimiento que los espa?oles tienen de ella y de la imagen distorsionada que le dan estos dos pa¨ªses, ha sido olvidada como esfera de influencia pol¨ªtica y como mercado para productos espa?oles. Sin embargo, la idea generalizada de un continente lejano, poco importante, pobre e incivilizado, que no paga sus importaciones, es falsa. ?frica no es lejana, ni poco importante, ni m¨¢s pobre que el conjunto de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, ni incivilizada. Y para Espa?a, ?frica deber¨ªa constituir una zona de gran prioridad en nuestros esfuerzos diplom¨¢ticos y comerciales. El porqu¨¦ no lo ha sido ni lo es ha constituido para m¨ª un enigma durante los 15 a?os en los que, trabajando estrechamente con ?frica, he mirado hacia Espa?a desde fuera.
Las bazas espa?olas
Las razones son poderosas. Primero, ?frica es el continente m¨¢s cercano a Espa?a, mucho m¨¢s que Latinoam¨¦rica y que Asia; pero, sobre todo, Espa?a es el pa¨ªs m¨¢s cercano a ?frica, hecho que contribuye a hacer nuestras exportaciones m¨¢s competitivas en ?frica que las de los dem¨¢s pa¨ªses; esta competitividad se ha demostradio en nuestras exportaciones al norte de ?frica, en las que los logros espa?oles no son tan dis.pares con los de otros pa¨ªses de Europa. Segundo, ?frica, con un 10% de la poblaci¨®n mundial, produce algo m¨¢s del 3% del producto mundial bruto y representa un mercado significativo de las exportaciones mundiales (m¨¢s del 5%), con una cuota que ha ido en aumento en los ¨²ltimos a?os, pese a la recesi¨®n mundial. Tercero, en coraparaci¨®n con el resto del mundo, ?frica contin¨²a siendo un gran importador de bienes de equipo (que representan un 40% de sus importaciones), muchos producidos competitivamente en Espa?a. Cuarto, a pesar de la fuerte presencia de las antiguas potencias colonizadoras, el mercado africano contin¨²a fluido y abierto a nuevos participantes, como lo prueba la creciente importancia de las importaciones de pa¨ªses europeos que no est¨¢n en el Mercado Com¨²n y de los pa¨ªses del sureste asi¨¢tico.
Canales de financiaci¨®n
Espa?a tiene todas las bazas imaginables para penetrar en el mercado africano; el deseo de ¨¦ste de diversificar sus fuentes de suministro, entre las que Espa?a est¨¢ ausente; el hecho de que los africanos quieren sacudirse la influencia de sus antiguas potencias colonizadoras, considerando las importaciones que a¨²n hacen de ellas como un mal inevitable; la buena voluntad pol¨ªtica hacia nuestro pa¨ªs, motivada en gran parte por simpat¨ªa y admiraci¨®n al Rey de Espa?a y por la hist¨®ricamente ¨²nica transici¨®n pac¨ªfica de la dictadura a la democracia, y la posibilidad de desplazar alos empresarios italianos, terceros en discordia entre Francia y el Reino Unido.
La afirmaci¨®n de que no exportemos a ?frica "porque los pa¨ªses africanos no pagan" es ligera. En primer lugar, podr¨ªa arg¨¹irse, en lo que se refiere a bienes de consumo, que hay, entre los 45 pa¨ªses, varios que constituyen menores riesgos crediticios que la mayor¨ªa de los pa¨ªses latinoamericanos a quienes hemos estado exportando. Pero el argumento definitivo es que, en cuanto a exportaciones de servicios, ingenier¨ªa y bienes de equipo, Espa?a ha subutilizado de manera dram¨¢tica esquemas internacionales de financiaci¨®n -como los del Banco Mundial, los de algunos de los pa¨ªses del Comit¨¦ de Ayuda al Desarrollo y de otros organismos-, con un potencial anual de miles de millones de d¨®lares, que financian directamente al exportador, que recibe el precio de su exportaci¨®n directamente del organismo financiero, al contado y sin riesgo. Esta financiaci¨®n directa al exportador a ?frica va aumentando r¨¢pidamente, y ?frica constituye la primera prioridad en financiaci¨®n para los futuros planes del Banco Mundial.
Estas afirmaciones no son gratuitas ni se basan simplemente en la intuici¨®n. Un documentado informe que acaba de hacer Development Finance Consultants (DFC), empresa consultora especializada, ha confirmado que existe en ?frica un importante mercado potencial para Espa?a, particularmente en servicios y bienes de equipo, en el que, por ejemplo, los exportadores espa?oles consiguieron una cuota casi rid¨ªcula de la financiaci¨®n del Banco Mundial (menos del 0,05% en 1983). Esta deficiencia no fue debida a falta de competitividad de nuestros productos, sino a abulia empresarial y a falta de informaci¨®n por parte de la Administraci¨®n; en efecto, en los ¨²ltimos cuatro a?os, sociedades espa?olas (incluyendo filiales espa?olas de empresas extranjera;) s¨®lo acudieron a concursos por valor de 10 millones de d¨®lares al a?o (poco m¨¢s del 1% de la financiac¨ª¨®n del Banco Mundial en ?frica al sur del S¨¢hara), de los que se adjudicaron el 10%.
El DFC ha preparado una matriz de oportunidades econ¨®micas del continente que determina el potencial del mercado para las exportaciones espa?olas y que puede servir de cuadro estrat¨¦gico para determinar prioridades y pol¨ªticas comerciales de penetraci¨®n en cada pa¨ªs o grupo de pa¨ªses. Esta matriz, basada en una serie de indicadores econ¨®micos (producto interior bruto, financieros y de comercio exterior), puede constituir un ejemplo de decisi¨®n para el Gobierno y de orientaci¨®n para los exportadores espa?oles.
fue jefe de la Divisi¨®n de ?frica para el Desarrollo Industrial y Financiero en el Banco Mundial entre 1974 y 1977, y es presidente del Fund for Research and Investment for the Development of ?frica (FRIDA) y de su filial Development Finance Consultant.
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