L¨®pez Cobos y el Orfe¨®n Donostiarra, se enfrentan al reto de la 'Missa,' de Beethoven

Los miembros del Orfe¨®n Donostiarra ya est¨¢n en Madrid, ensayando ma?ana y tarde con la Orquesta Nacional. Han venido a cantar la Missa solemnis, en re mayor, Op. 123, de Beethoven, una de las obras m¨¢s dif¨ªciles para un coro. Mientras Jes¨²s L¨®pez Cobos, que dirige los cuatro conciertos -y no tres, como es habitual- que se van a realizar en el teatro Real a partir de ma?ana, asegura estar satisfecho de los ensayos, Antxon Ayestar¨¢n, director del coro, se muestra m¨¢s inquieto: "Esto es una aut¨¦ntica prueba de resistencia para el orfe¨®n".

El Orfe¨®n Donostiarra paladea a¨²n los sabores del Premio Pr¨ªncipe de Asturias, otorgado por un jurado del que, precisamente, formaba parte L¨®pez Cobos. Pero en pleno ensayo, con el estreno a la vuelta de la esquina, durante ese breve descanso de 15 minutos a media ma?ana hay que encarar la realidad, que hoy sigue siendo, para la agrupaci¨®n, la cortedad de las subvenciones y, para cada cual, el conseguir con su empresa un acuerdo que le permita venir a Madrid restando, posteriormente, esos d¨ªas de sus vacaciones. "Y eso para los que tenemos la suerte de trabajar", dice un joven orfeonista, porque algunos est¨¢n en paro". Del Orfe¨®n Donostiarra forman parte personas de las m¨¢s diversas edades y profesiones. Entre los 16 y los 55 a?os', desde amas de casa hasta sacerdotes.El reto m¨¢s inmediato es interpretar la Missa de Beethoven, obra dif¨ªcil, fundamentalmente, seg¨²n una de sus componentes, porque "requiere una tesitura muy alta". Y explica: "Adem¨¢s de ser una obra muy larga, tienes que cantarla siempre un tono por encima del tuyo habitual".

Arte y convivencia

Para Antxon Ayestar¨¢n, la Missa solemnis de Ludwig van Beethoven es, "junto con la Missa en si bemol de Bach, la obra m¨¢s dif¨ªcil del repertorio de m¨²sica coral. Es una obra de gran profundidad que requiere un estudio minucioso. Como es tradicional en las obras de Beethoven, es. de una gran dureza vocal, y el hecho de que se hagan cuatro conciertos va a suponer para el grupo una aut¨¦ntica prueba de resistencia". "Yo soy consciente de ese reto", dice L¨®pez Cobos, y procuro que el coro no agote sus fuerzas en los ensayos".Las sucesivas incorporaciones, "necesarias para una peri¨®dica renovaci¨®n que es imprescindible", seg¨²n Ayestar¨¢n, es una dificultad a?adida. Una parte del Orfe¨®n Donostiarra no ha cantando nunca esta obra. "Bueno, yo soy nueva y no la hab¨ªa cantado aqu¨ª, pero generalmente procedemos de otros grupos y, al menos yo, conoc¨ªa la obra" dice una componente del grupo. En cualquier caso, seg¨²n Ayestar¨¢n, esta Missa requiere "no menos de 20 ensayos" y las tres ¨²ltimas semanas han sido intensas para el coro. Cualquier otra obra, de menor -dificultad, requiere una media de 15 ensayos de dos horas cada uno. Una veterana orfeonista asegura que han ensayado la obra durante tres semanas; una de las nuevas dice que estudia la Missa desde hace meses.

"Generalmente", cuenta un joven orfeonista, "hacemos tres ensayos de dos horas a la semana durante todo el a?o". Para Ayestar¨¢n, el Orfe¨®n Donostiarra no es s¨®lo una escuela de m¨²sica coral; es tambi¨¦n "una, escuela de humanismo". "Se aprende mucho de la convivencia", agrega, "y yo creo que una convivencia en armon¨ªa es indispensable para hacer un buen trabajo art¨ªstico".