Los militares y Pitarch

Con retraso, he tenido noticia de una informaci¨®n en EL PA?S. (referente a un libro m¨ªo que trata sobre el honor) donde se dec¨ªa que he pedido la baja en el Ej¨¦rcito. Tambi¨¦n se a?ad¨ªa que al acto de presentaci¨®n de tal libro acudi¨® un centenar de personas, entre ellas algunos militares".Creo inexcusable matizar, para quien haya le¨ªdo tal informaci¨®n, que no he pedido la baja, sino la excedencia, y que entre esos "algunos militares" (de los que recuerdo, con nombres y apellidos, entre 15 y 20) estaban un teniente- general y un general de brigada -ambos en plena situaci¨®n de activo-, varios coroneles y tenientes coroneles, y as¨ª hasta alg¨²n sargento y alg¨²n cabo primero profesional, sin contar varios polic¨ªas nacionales (antiguos soldados de ir¨¢ compa?¨ªa), un grupo de militares del Ej¨¦rcito de la Rep¨²blica y algunos de los expulsados de las Fuerzas Armadas por su pertenencia a la Uni¨®n Militar Democr¨¢tica (UMD); pues no hay que olvidar que "el tambor tambi¨¦n es tropa". No digo que sean muchos ni pocos: seguramente el lector de EL PAIS es capaz de sacar sus propias conclusiones.

Dejando aparte otros detalles, quiz¨¢ es obligado a?adir que, seg¨²n he sabido del editor, ¨¦ste tiene nota y factura de cu¨¢ntas personas asistieron a la presentaci¨®n, pues fueron contadas en la puerta (a los prosaicos efectos de pago del c¨®ctel). Se contaron casi 340. O sea que, sin incluir polic¨ªas, militares de la Rep¨²blica, ¨²medos y soldados de1a quinta, hab¨ªa como un 5% de militares entre los asistentes. Si se tiene en cuenta que los militares profesionales son el 0,16% de los ciudadanos espa?oles y que el tema castrense afecta y preocupa a todos (a m¨¢s que el libro habla del honor civil, no s¨®lo del militar), -quiz¨¢ el lector no piense que fui tan boicoteado.