Le¨®n y su autonom¨ªa
Con ocasi¨®n de la visita de la Familia Real a Le¨®n, intelectuales, alcalde, pol¨ªticos y ense?antes de la universidad han enviado a nuestros Reyes, a trav¨¦s de la Prensa y la radio, mensajes de bienvenida.Todos coinciden en recurrir a la nostalgia; en explicar qu¨¦ verde era mi valle y justificar -alguno- su particular visi¨®n de lo que debe ser la autonom¨ªa. Sacan a relucir lo de siempre: Lancia, el pante¨®n de san Isidoro, Durruti...
Por lo visto, Le¨®n es como una mata de patatas, en la que lo bueno est¨¢ enterrado. El futuro, a pesar de la Legio VII, se presenta negro como un t¨²nel-
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