La falta de planificacion ha procoducido un grave desequilibrio en la red de hospitales p¨²blicos
Los hospitales de la red p¨²blica espa?ola se distribuyen entre el Insalud central, los auton¨®micos, en el caso de las comunidades que ya han recibido las transferencias de la Seguridad Social (Andaluc¨ªa y Catalu?a), las corporaciones locales (cabildos insulares, diputaciones provinciales y ayuntamientos), la Administraci¨®n Institucional de la Sanidad Nacional (Aisna), las universidades (hospitales cl¨ªnicos) y el Ministerio de Defensa (hospitales militares).Esta multiplicidad de dependencias han impedido la correcta distribuci¨®n de la red hospitalaria en funci¨®n de necesidades objetivas. El resultado es una situaci¨®n ca¨®tica que, seg¨²n fuentes de la Administraci¨®n, se ha traducido en la duplicidad de funciones entre hospitales pertenecientes a distintas entidades jur¨ªdicas, as¨ª como en un crecimiento inadecuado, por falta de planificaci¨®n, ya que para la construcci¨®n de centros sanitarios se han seguido criterios completamente ajenos a las necesidades reales.
De ah¨ª deriva el gran desequilibrio interauton¨®mico actual que existe en dotaci¨®n hospitalaria, con ejemplos como el de las islas Canarias, donde el n¨²mero de camas por habitante no alcanza el m¨ªnimo exigible. Un desequilibrio que se agudiza si se comparan las zonas rurales y urbanas, con una fuerte, tendencia a la concentraci¨®n de hospitales en estas ¨²ltimas, mientras que las primeras est¨¢n pr¨¢cticamente desprotegidas.
Demasiados entes jur¨ªdicos
Actualmente, la red de hospitales p¨²blicos espa?oles se disgrega entre varios entes jur¨ªdicos que ostentan la propiedad patrimonial, seg¨²n datos facilitados por el Insalud y el Ministerio de Sanidad. El m¨¢s importante es el Insalud, que cuenta con 135 centros que tienen capacidad para 46.598 camas, a lo que hay que a?adir los 31 hospitales transferidos por este organismo a Catalu?a y Andaluc¨ªa, que totalizan 19.357 camas. Todos ellos pertenecen a la Seguridad Social y atienden ¨²nicamente a sus beneficiarios, aunque se reserva hasta un 5% de su capacidad para. enfermos privados.
Los centros hospitalarios pertenecientes a. las corporaciones locales alcanzan la nada desde?able cifra de 63, aunque su tama?o es muy variable. En total suman 44.338 camas. Los entes jur¨ªdicos de los que dependen son cabildos insulares, ayuntamientos y diputaciones. Los hospitales provinciales, dependientes de esta ¨²ltimas, tienen una financiaci¨®n variable.
Los generales -que son mayor¨ªa- tienen. conciertos con la Seguridad Social (convenios para atender a los beneficiarios del seguro p¨²blico, cobrando por cama y d¨ªa) que les aportan gran parte de los ingresos, junto a los presupuestos que dedican a este fin las propias diputaciones. ?stas financian por completo los hospitales provinciales psiqui¨¢tricos y los dedicados a otras especialidades de manera monogr¨¢fica. Adem¨¢s de los citados enfermos de la Seguridad Social, los hospitales provinciales canalizan pacientes de beneficencia y funcionarios de laAdministraci¨®n local.
Los ayuntamientos suelen tener hospitales muy peque?os que financian ellos mismos, ya que s¨®lo muy e xcepcionalmente existen conciertos. En todos los ca,sos rese?ados las corporaciones locales administran sus establecimientos sanitarios. Algo similar ocurre e¨®n los hospitales militares, cuyo patrimonio. pertenece al Ministerio de Defensa, que es quien los administra, y a cargo de cuyo presupuesta se financian. Acumulan 10.000 camas dedicadas exclusivamente a personal de defensa.
Menci¨®n aparte merecen los 66 hospitales de la Aisna y los 13 hospitales cl¨ªnicos dependientes de diferentes universidades, ya que en ambos casos est¨¢ previsto que pasen a formar parte de la red asistencial del Insalud. Las 10.000 camas de la Aisna, organismo dependiente del Ministerio de Sanidad, est¨¢n administradas por el Insalud y su financiaci¨®n corre a cargo de los presupuestos de la Seguridad Social. Todav¨ªa no se conoce la fecha en que se integrar¨¢ a este organismo, y en la actualidad se estudian las f¨®rmulas para llevarlo a cabo.
La titularidad de los hospitales cl¨ªnicos la ostentan las universida des a las que est¨¢n adscritos. Ade m¨¢s de los enfermos privados, tienen acceso a las 10.000 camas de estos centros los beneficiarios de la Seguridad Social, en unos casos por medio de conciertos y en otros porque es el propio Insalud quien los administra y financia con cargo a sus presupuestos. Es el caso del Hospital Cl¨ªnico de San Carlos, de Madrid, al que el Insalud aporta el 99% de sus ingresos. La ley de Presupuestos del Estado para 1.985 prev¨¦ la incorporaci¨®n de los hospitales cl¨ªnicos a la red sanitaria p¨²blica, que conservar¨ªa la propiedad del suelo, del material docente y de investigaci¨®n.
Perspectivas ante la ley de Sanidad
En el marco de la futura ley general de Sanidad, que pr¨®ximamente pasar¨¢ a Conse o de Ministros, est¨¢ prevista la creaci¨®n de un nuevo sistema de salud que contar¨¢ con un organismo concreto, el Servicio Nacional de Salud, encargado de coordinar y sentar las bases de planificaci¨®n en el futuro, a trav¨¦s de un Consejo Interterritorial de Salud. El nuevo sistema de salud se concibe como un conjunto integrado por las comunidades aut¨®nomas (desaparece el Insalud al ser transferidos los hospitales a las autonom¨ªas), "con todas las funciones y prestaciones sanitarias que son responsabilidad de los poderes p¨²blicos para el debido cumplimiento del derecho a la protecci¨®n de la salud", seg¨²n el anteproyecto.
Una de las misiones del futuro Servicio Nacional de Salud es "integrar todos los recursos sanitarios p¨²blicos en un dispositivo ¨²nico". Para llevarla a cabo har¨¢ falta tiempo y una serie de decretos que desarrollen la ley b¨¢sica de Sanidad. Ese dispositivo ¨²nico tendr¨¢ vanos grados de integraci¨®n. Por ahora s¨®lo est¨¢ prevista la incorporaci¨®n a la red de la Seguridad Social de los hospitales de la,Aisna y cl¨ªnicos, pero en paralelo al .desarrollo de la ley de Sanidad, los hospitales dependientes de corporaciones locales entrar¨¢n tambi¨¦n en ese dispositivo ¨²nico, al menos en lo referente a la coordinaci¨®n, seg¨²n fuentes cercanas a la Direcci¨®n General de Planificaci¨®n Hospitalaria.
La administraci¨®n de los hospitales p¨²blicos pasar¨¢ a las autonom¨ªas, y la Administraci¨®n central se reservar¨¢ la normativa b¨¢sica o de m¨ªnimos, es decir, la capacidad de establecer los requisit¨®s m¨ªnimos indispensables para que un establecimiento sanitario sea llamado hospital, por ejemplo, adem¨¢s de algunos centros especializados muy espec¨ªficos, como el Centro de Virolog¨ªa de Majadahonda, en Madrid.
Hospitales especiales
Un caso sin resolver es el del centro Ram¨®n y Cajal, cuya transferencia no parece aconsejable a la autonom¨ªa madrile?a, al tratarse de un centro con servicios superespecializados al que acuden enfermos de toda la geograf¨ªa espa?ola, pero que tendr¨¢n que financiar con sus presupuestos. Sin embargo, la Administraci¨®n intentar¨¢ que se transfiera, buscando para ello f¨®rmulas aceptables de financiaci¨®n.
Otro caso especial lo constituye un centro perteneciente a una instituci¨®n ben¨¦fica, el hospital de la Cruz Roja de Madrid, administrado y financiado por la Seguridad Social y que tambi¨¦n formar¨¢ parte en el futuro del dispositivo ¨²nico previsto por la ley de Sanidad. En los planes de coordinaci¨®n de la asistencia entrar¨¢n tambi¨¦n los hospitales privados con los que el Insalud tiene conciertos y que "viven y mueren de la Seguridad Social", en palabras de un funcionario del Ministerio de Sanidad que alud¨ªa a las continuas quejas por los precios establecidos para los conciertos.
En cuanto a la beneficencia, uno de los fines recogidos actualmente en algunas instituciones hospitalarias p¨²blicas y privadas, perder¨¢ su raz¨®n de ser a medida que se desarrolle el principio de la ley general de Sanidad'que proclama el derecho a la salud de todos los ciudadanos espa?oles, aunque todav¨ªa pasar¨¢ alg¨²n tiempo desde que se apruebe la ley hasta que esa m¨¢xima se haga realidad, una vez que se hayan promulgado los decretos necesarios y solucionado los problemas t¨¦cnicos. A partir de ese momento, los pobres sanitarios dejar¨¢n de existir.
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