Votar para nada

Las condiciones en que se celebran hoy las elecciones de Nicaragua las privan de un valor real. En primer lugar porque no ser¨¢n la expresi¨®n aut¨¦ntica de la voluntad popular; luego, porque, en consecuencia, no avalan la legitimidad democr¨¢tica del r¨¦gimen sandinista.Desde que las principales organizaciones de la oposici¨®n, la Coordinadora Democr¨¢tica de Arturo Cruz y el Partido Liberal Independiente de Godoy, decidieron no participar en los comicios porque el Gobierno no les ofrec¨ªa las garant¨ªas m¨¢s elementales para poder hacerlo disponiendo de la libertad y las posibilidades m¨ªnimas de concurrencia en igualdad de oportunidades, el proceso electoral perdi¨® todo inter¨¦s. La jornada electoral de hoy dej¨® de contar como una perspectiva para facilitar la pacificaci¨®n de Centroam¨¦rica y, por ejemplo, contribuir a los esfuerzos del grupo de Contadora.

Es cierto que no ha faltado la responsabilidad de Washington en este resultado decepcionante; mediante presiones indudables sobre las fuerzas pol¨ªticas que se han abstenido y el apoyo a la guerrilla de los contras, que no crea precisamente un clima favorable a la consulta popular. Pero esto no quita para que hubiera posibilidades de hacerlo si se hubiera aplazado la fecha adoptando una actitud de aut¨¦ntico di¨¢logo con la oposici¨®n, a tener en cuenta para que decidiera participar. Lo cual, ciertamente, no entraba en los prop¨®sitos de por lo menos un sector decisivo del sandinismo. ( ... )

Barcelona, 4 de noviembre