Reagan obtuvo el voto mayoritario de los j¨®venes, las mujeres y las minor¨ªas ¨¦tnicas, excepto la negra y la asi¨¢tica
La recuperaci¨®n de la econom¨ªa fue el factor clave de la hist¨®rica votaci¨®n presidencial, que ha concedido un segundo mandato al actual ocupante de la Casa Blanca, Ronald Reagan, y a su segundo, George Bush. Reagan cosech¨® la inmensa mayor¨ªa de los votos de la clase media, pero tambi¨¦n los sufragios de los j¨®venes, las mujeres y las minor¨ªas ¨¦tnicas, con excepci¨®n de la negra y la asi¨¢tica. Nueve de cada 10 negros dieron su voto al candidato dem¨®crata, Walter Mondale.
A la pregunta electoralista de "?Viven los norteamericanos hoy mejor que hace cuatro a?os?", la mayor¨ªa de los norteamericanos (un 59%) contest¨® que s¨ª, dando con ello un voto de confianza a Reagan para que prosiga su segunda fase de programa de reaganomics, pol¨ªtica econ¨®mica basada en un estricto control de la inflaci¨®n, un est¨ªmulo de la oferta y una moderaci¨®n en el sistema de impuestos.Ha sido ¨¦sta una teor¨ªa que, a lo largo de los cuatro primeros a?os de Administraci¨®n Reagan-Bush, se ha traducido para el consumidor norteamericano en un descenso de la inflaci¨®n (13% en 1980, 4% en 1984); una disminuci¨®n en los precios de la gasolina y abaratamiento del dinero, cuesti¨®n ¨¦sta de capital importancia en una sociedad de superconsumo donde todo gira alrededor del cr¨¦dito.
Las primeras encuestas realizadas entre los votantes indican que otros puntos de la campa?a electoral -como la pol¨ªtica exterior, la congelaci¨®n de armas nucleares, o el aborto- no fueron elementos determinantes del voto.
Tambi¨¦n se mostr¨®, a nivel de preferencias pol¨ªticas, que uno de cada cinco dem¨®cratas prefiri¨® votar por Reagan. As¨ª lo hicieron igualmente dos tercios de los independientes, m¨¢s del 60% de los integrantes de la nueva generaci¨®n de votantes (de edades comprendidas entre los 18 y los 24 a?os), junto a un porcentaje similar de los miembros de la clase media profesional liberal con estudios superiores, los denominados yuppies, en contraste con lo que fue la generaci¨®n hippy de los a?os sesenta. Estos electores movilizaron el voto en favor del aspirante dem¨®crata Gary Hart en el curso de las primarias dem¨®cratas, pero se inclinaron por el actual presidente republicano a la hora de optar por la alternativa Reagan o Mondale, por un margen de preferencias de dos a uno.
Entre las mujeres, que constituyen el 53% de la poblaci¨®n, el 52% del voto fue tambi¨¦n para Reagan. El factor femenino de la candidatura dem¨®crata a la vicepresidencia de Geraldine Ferraro tampoco jug¨® un papel preponderante para atraer votos para el t¨¢ndem Mondale-Ferraro.
Mondale se qued¨® solo
Entre las minor¨ªas ¨¦tnicas, Mondale capitaliz¨® nueve de cada 10 votos negros, pero perdi¨® fuerza entre los hispanos, que aumentaron su porcentaje en favor de Reagan, aun cuando la mayor¨ªa continu¨® votando dem¨®crata, principalmente en zonas de EE UU con gran influencia hispana, como el Estado de Tejas, donde Mondale cosech¨® el 72% del voto hispano. Para las restantes minor¨ªas (con excepci¨®n de los asi¨¢ticos; (54% para Mondale, 46% para Reagan), todas las preferencias fueron mayoritariamente para Reagan entre las comunidades estadounidenses de origen italiano, escandinavo, germano y eslavo.El gran fracaso para Mondale -que incidi¨® en la p¨¦rdida para el voto dem¨®crata en los Estados industriales de la zona de los grandes lagos- fue el escaso apoyo que obtuvo entre los sindicalistas (s¨®lo el 47%), a pesar de que la potente central AFL-CIO apoy¨® oficialmente al candidato dem¨®crata a lo largo de toda la campa?a.
En estas primeras estimaciones de sondeos electorales sobre el estrato del voto de 1984, Walter Mondale s¨®lo alcanz¨® cifras superiores al 70% de preferencias de voto entre las familias con ingresos equivalentes a los 5.000 d¨®lares anuales (unas 800.000 pesetas) y del 50% entre las familias de ingresos anuales de unos 10.000 d¨®lares (alrededor de 1.600.000 pesetas). Estos son las cotas sobre los que se sit¨²a el denominado ¨ªndice de pobreza, por debajo del cual los norteamericanos reciben ayuda m¨¦dica y en alimentos.
En conclusi¨®n, a Reagan lo eligi¨® la clase media que vot¨® pensando en su bolsillo. Pero aument¨® tambi¨¦n sus m¨¢rgenes de adeptos entre la juventud, las mujeres y las minor¨ªas ¨¦tnicas.
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