El Diccionario de la Academia

Aunque tard¨ªamente, quiero hacerle llegar la expresi¨®n del disgusto con que le¨ª en EL PAIS, firmada por Jos¨¦ Mart¨ªnez de Sousa, la cr¨ªtica de la ¨²ltima edici¨®n del Diccionario de la Real Academia Espa?ola (DRAE).Tal disgusto no tiene por causa, me apresuro a decirlo, la insistente denuncia de las deficiencias del DRAE a que el se?or Mart¨ªnez de Sousa tan afanosamente se consagra. Lo que en su cr¨ªtica sea admisible -no todo lo es- la Academia lo recoger¨¢, como desde su fundaci¨®n viene haci¨¦ndolo. No es aceptable, en cambio, que el autor incurra en el feo vicio de quienes no quieren juzgar libros con mente verdaderamente leal y, haciendo caso omiso de cuanto en sus p¨¢ginas sea v¨¢lido o valioso, se limitan a consignar los lunares ciertos o inciertos que en ellas encuentran. ?Qu¨¦ se dir¨ªa de un juicio acerca de EL PAIS en el que su autor, callando todo lo que EL PAIS es y vale, s¨®lo se atuviese a que en sus p¨¢ginas, cito de memoria y al azar, se haya llamado Bale (sic) a Basilea y Trier a Tr¨¦veris, se haya afirmado, olvidando a Leloir, que Milstein es el segundo premio Nobel argentino y se haya confundido a L¨®pez Rod¨® con L¨®pez Bravo? Pues lo que de esa cr¨ªtica se dir¨ªa debe decirse de la que, escrita, al parecer, por un lexic¨®grafo, omite este hecho b¨¢sico: que el 95%, por lo menos, de cuanto contienen todos los diccionarios de nuestra lengua es simple copia de lo que el DRAE ofrece al hispanohablante. La Academia podr¨ªa hacer m¨¢s y hacer mejor lo que hace. Muy cierto. Pero ?qui¨¦n ayuda a la Academia y en qu¨¦ medida se la ayuda para que esa posibilidad se cumpla?

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Como alguien ha dicho, meterse con la Academia ha llegado a ser lan g¨¦nero literario. Bien. Acept¨¦moslo deportivamente. Pero hablar de ella sin conocimiento suficiente -como en EL PAIS lo hace ahora el se?or Mart¨ªnez de Sousa, y meses atr¨¢s se hizo en un art¨ªculo editorial-, por fuerza ha de dolernos a cuantos queremos que EL PAIS sea lo que en la vida espa?ola puede y debe ser. Aunque en ocasiones ese hablar sea picante o divertido para una parte de nuestro gran p¨²blico- Director de la Real Academia Espa?ola. .