Convivir con el peligro

La noticia sobre la explosi¨®n de gas que en la madrugada del pasado lunes destruy¨® el pueblo de San Juanico, en M¨¦xico, le produjo a Mar¨ªa Jes¨²s de Lucas, de 33 a?os, casada y con dos hijos, un fuerte escalofr¨ªo. Se asom¨® a la terraza de su vivienda, situada en el octavo piso del n¨²mero 186 de la avenida de Manoteras, y comprob¨® que todo segu¨ªa en su lugar. Abajo, los alumnos del instituto de bachillerato Ram¨®n y Cajal jugaban al baloncesto a pocos metros de 24 esferas de color mercurio cargadas de gas; los bloques de viviendas de la calle del Jazm¨ªn, el barrio de Santa Mar¨ªa, Manoteras y Pinar de Chamart¨ªn se ergu¨ªan frente a la f¨¢brica.En un instante, Mar¨ªa Jes¨²s, una joven ama de casa, de cabello claro y rizado y de ojos azules, record¨® la ma?ana del martes 8 de noviembre del pasado a?o. "Eran m¨¢s de las 9, estaba vistiendo al ni?o y escuch¨¦ el ruido de las sirenas de las ambulancias, bomberos y polic¨ªa. No hab¨ªa o¨ªdo ninguna explosi¨®n, pero algo grave pasaba", afirma. "Los ni?os del instituto corr¨ªan como locos. No me puse ni las medias, tom¨¦ al ni?o, recog¨ª a la ni?a en el colegio y nos subimos en el autob¨²s, abarrotado de gente que abandonaba, alarmada, la urbanizaci¨®n". Mar¨ªa Jes¨²s se fue a casa de su suegra, que vive en la plaza de Castilla, y sigui¨® los acontecimientos por la radio. Por la noche volvi¨® a casa.

Dos trabajadores resultaron muertos y otros dos sufrieron quemaduras graves al ser alcanzados por una llamarada de nafta l¨ªquida que se derram¨® y se incendi¨®. El fuego, que dur¨® unos segundos, alcanz¨® gran altura, hasta el punto de que, pese a encontrarse la factor¨ªa en una hondonada, las llamas fueron vistas por algunos de los 700 alumnos del instituto. Nada m¨¢s producirse el accidente, el director del centro, Raimundo Pascual, recorri¨® los escasos 50 metros que separan el patio del centro docente de la puerta de la f¨¢brica, y pregunt¨® si hab¨ªa peligro. La respuesta fue negativa, y regres¨® a las aulas.

Los vecinos de Virgen del Cortijo, una urbanizaci¨®n habitada por personas de clase media alta, que en su mayor¨ªa ocupan profesionales liberales, recuerdan con precisi¨®n la ma?ana del 8 de noviembre de 1983. Valent¨ªn Mart¨ªn, periodista, el ¨²ltimo director del diario Marca antes de ser privatizado, no abandon¨® la urbanizaci¨®n. Baj¨®, hasta la puerta y se uni¨® al medio centenar de curiosos que observaban el rescate de los heridos. "Vivir aqu¨ª tambi¨¦n tiene sus compensaciones", dice. "Est¨¢s en medio del campo. Tenemos jardines y tranquilidad, aunque todos sabemos que la f¨¢brica esta ah¨ª", explica. "En la urbanizaci¨®n desenganchas de la ciudad y est¨¢s muy pr¨®ximo a la civilizaci¨®n. Tardo 10 minutos en llegar al estadio Santiago Bernab¨¦u, y 20 minutos al Vicente Calder¨®n, por la carretera de circunvalaci¨®n M-30".

"El gas lleg¨® primero"

Los vecinos tambi¨¦n saben que Gas Madrid lleg¨® primero. La f¨¢brica inici¨® su actividad hace 17 a?os, cuando a su alrededor todo era un descampado y cumpl¨ªa las normas sobre actividades peligrosas. En 1969, siendo alcalde Carlos Arias Navarro, varias constructoras solicitaron al Ayuntamiento autorizaci¨®n para edificar en la zona. Gas Madrid interpuso escritos, recursos y otros tr¨¢mites administrativos, y siempre perdi¨®. Los m¨¢s de 300 trabajadores de la f¨¢brica Norte realizaron el pasado d¨ªa 8 un paro en recuerdo de los dos compa?eros fallecidos el pasado a?o al incendiarse un dep¨®sito que se estaba revisando y que llevaba 15 d¨ªas sin ser utilizado. Los dos obreros que el d¨ªa del accidente resultaron tambi¨¦n heridos de gravedad no acudieron al trabajo el pasado d¨ªa 8. "Se han incorporado al trabajo, pero est¨¢n afectados psicol¨®gicamente por el accidente y prefirieron no venir", afirma un portavoz del comit¨¦ de empresa.

Tras el accidente se abri¨® un sumario, que a¨²n no est¨¢ cerrado, para determinar la causa exacta que motiv¨® la explosi¨®n. Un portavoz del comit¨¦, en el que tiene mayor¨ªa CC OO, asegura que la batalla fundamental de los sindicatos consiste en lograr que se cumplan las normas de seguridad. Los trabajadores de la f¨¢brica Norte saben que los accidentes laborales son siempre graves o mortales. "Existe una normativa b¨¢sica; para que no sucedan accidentes s¨®lo hace falta que se cumpla con rigor, y en muchas ocasiones se saltan diversos tr¨¢mites antes de iniciar cualquier operaci¨®n", afirma.

Zona de paso de aviones

Pilar Garc¨ªa Pe?a, presidenta de la junta del distrito de Hortaleza, confiesa que la ubicaci¨®n de la f¨¢brica de gas es una preocupaci¨®n constante. "Deber¨ªa desaparecer de ah¨ª, aunque sabemos que es un problema de dif¨ªcil soluci¨®n. Enrique Guerra, alcalde comunista de San Fernando de Henares, localidad de 20.000 habitantes, considera que los vecinos de su t¨¦rmino municipal "viven bajo un riesgo continuo". En la zona industrial se ubican dos grandes instalaciones de gas de Campsa y Butano, rodeadas de n¨²cleos aislados de poblaci¨®n. A unos cuatro kil¨®metros de estas instalaciones viven m¨¢s de 10.000 personas en la urbanizaci¨®n Parque de Catalu?a, de Torrej¨®n de Ardoz. Por la misma zona, que es lugar de paso obligado de aviones, discurre tambi¨¦n el gasoducto de la base americana de Torrej¨®n.

Guerra todav¨ªa siente fr¨ªo en el cuerpo cuando piensa en el avi¨®n de Avianca que el a?o pasado se desvi¨® de su ruta y se estrell¨® en Mejorada del Campo. "Unos segundos m¨¢s de vuelo y se estrella en los dep¨®sitos, situados a dos kil¨®metros en l¨ªnea recta de donde se produjo el choque con el suelo", afirma. A ra¨ªz del accidente, el alcalde pidi¨® a las empresas Campsa y Butano que le facilitaran los planes inmediatos de acci¨®n en caso de cat¨¢strofe. "S¨®lo Campsa me los ha enviado y dispone de las medidas necesarias de seguridad para atajar los riesgos", afirma.

En la provincia de Madrid existen nueve grandes instalaciones de gas pertenecientes a Campsa y a Butano, situadas en Villaverde, Torrej¨®n, Barajas, San Fernando de Henares y Pinto. En el caso de que en Madrid se produjera una explosi¨®n de gas como la de San Juanico -en la que han perdido la vida al menos 398 personas, m¨¢s de 1.000 no han podido localizar a¨²n a sus familiares y m¨¢s de 10.000 no han podido regresar a sus hogares-, "se pondr¨ªa en marcha el plan denominadono Alpha para actuaciones de emergencia, grave riesgo, o calamidad p¨²blica ", afirm¨® Jorge Murtra, coordinador adjunto al director general de Protecci¨®n Civil.

El plan, que a¨²n no ha sido aprobado por la comisi¨®n nacional de Protecci¨®n Civil, permite estructurar jer¨¢rquica y funcionalmente a las autoridades y organismos llamados a intervenir, y establece el sistema de coordinaci¨®n de los recursos tanto p¨²blicos como privados.

El mando ¨²nico para poner en marcha el plan lo tendr¨ªa el delegado del Gobierno en Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez Colorado, y la estructuraci¨®n t¨¦cnica para coordinar los diferentes servicios sanitarios de polic¨ªa y bomberos correr¨ªan cargo de la Comunidad Aut¨®noma.