Asesinado un dirigente de Solidaridad y torturados dos sacerdotes

Un militante del sindicato ilegal Solidaridad fue torturado y asesinado en Lublin (sudeste de Polonia) el pasado 17 de octubre por unos desconocidos, seg¨²n inform¨® el ¨²ltimo bolet¨ªn de esa organizaci¨®n clandestina. La misma publicaci¨®n se?ala que dos sacerdotes cat¨®licos polacos tambi¨¦n fueron torturados y amenazados de muerte durante los dos ¨²ltimos meses cerca de esa localidad.

Seg¨²n el bolet¨ªn entregado a la Prensa occidental en Varsovia, Stanislaw Chac, de 42 a?os, presidente de Solidaridad en la f¨¢brica de: autom¨®viles de Lublin hasta la prohibici¨®n del sindicato, fue encontrado en estado grave ante un garaje por la dotaci¨®n de una ambulancia avisada por una persona que dijo pertenecer al Ej¨¦rcito. Trasladado a un hospital, falleci¨® cinco d¨ªas despu¨¦s.

Uno de los sacerdotes torturados fue Eugeniusz Kosciolko, de la parroquia de Kazimierzowka, seg¨²n confirm¨® ¨¦l mismo a la agencia France Presse. El hecho ocurri¨® en la noche del 19 al 20 de noviembre, un mes despu¨¦s del asesinato del cura Jerzy Popieluszko. El otro religioso, Zenon Ziomek, de la parroquia de Matczyn, sufri¨® la misma suerte hace dos meses.

Popieluszko fue golpeado por sus secuestradores hasta que qued¨® inconsciente y despu¨¦s, fue amordazado y atado con una soga, por lo que muri¨® por asfixia, seg¨²n confirmaron los resultados de la autopsia hechos p¨²blicos ayer. La agencia oficial de noticias polaca se?al¨® que, en opini¨®n de la doctora forense Maria Byrdy, esos resultados no muestran se?ales de que Popieluszko fuera estrangulado por manos humanas, lo que contradice la confesi¨®n de uno de los tres polic¨ªas acusados del asesinato.

Prohibici¨®n de Glemp

El cardenal primado polaco Jozef Glemp ha prohibido predicar al sacerdote Stanislaw Malkowski, de 40 a?os, conocido por sus actividades anticomunistas y por ser partidario del sindicato ilegal Solidaridad. En una carta hecha p¨²blica ayer, fechada el pasado s¨¢bado, d¨ªa 24, y dirigida a todas las igIesias de la archidi¨®cesis de Varsovia, Glemp afirma: "Este sacerdote ha sido frecuentemente amonestado y, a pesar de estas advertencias, ha seguido predicando la palabra ajena al esp¨ªritu del Evangelio".