Mitterrand comienza una gira por varios pa¨ªses africanos
El presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, comenz¨® el s¨¢bado una gira por Zaire, Ruanda, Rep¨²blica Centroafricana y Burundi. Esta gira tendr¨¢ su momento culminante en Burundi, donde, entre los d¨ªas 10 y 12 de este mes, se celebrar¨¢ la 11? cumbre anual franco-africana, en la que suelen participar unos 30 pa¨ªses ligados por su pasado colonial a Francia. Junto a los habituales problemas, en la cumbre se discutir¨¢n las dificultades del Gobierno franc¨¦s en Chad.
Mitterrand, como todos sus antecesores en la c¨²pula del Estado franc¨¦s, admiti¨® desde que triunf¨® en las elecciones presidenciales de 1991, que Francia cuenta con un peso en el mundo, gracias especialmente a su influencia en ?frica. Por ello, a pesar de ciertas innovaciones m¨¢s verbales que materiales, el mitterrandismo se acopl¨® a la pol¨ªtica que sus predecesores de derechas siguieron siempre con las ex colonias.Los dos temas predominantes en cada cumbre franco-africana son siempre los referentes a la seguridad, que, con muchos pa¨ªses, Francia resuelve mediante acuerdos de cooperaci¨®n militar, y los de car¨¢cter econ¨®mico. Pero este a?o, se adivina una nube en el horizonte de la reuni¨®n que va a iniciarse el martes pr¨®ximo en Bujumbura (Burundi): el descalabro de la diplomacia francesa en Chad, de donde Par¨ªs ha retirado sus tropas, aunque todav¨ªa contin¨²an estacionados m¨¢s de 3.000 soldados libios, en contradicci¨®n con el acuerdo que Par¨ªs y Tr¨ªpoli concluyeron el pasado mes de septiembre.
Los pa¨ªses franc¨®fonos se preguntan si esta aparente ligereza de Par¨ªs no descubre las verdaderas coordenadas de la actual diplomacia francesa: descuidar ligeramente sus preocupaciones africanas, en beneficio de una pol¨ªtica exterior m¨¢s centrada en Oriente Pr¨®ximo, como demuestran las ¨²ltimas estad¨ªsticas sobre la cooperaci¨®n econ¨®mica y cultural de Francia.
En cualquier caso, lo que s¨ª parece claro es que el acuerdo de retirada de Chad fue el factor que ha precipitado la salida hacia la Comisi¨®n Europea de Claude Cheysson, y su sustituci¨®n por Roland Dumas en el Ministerio franc¨¦s de Asuntos Exteriores. Cheysson fue el art¨ªfice del acuerdo con Muammar el Gaddafi.
La llegada de Dumas
La llegada de Dumas, hasta el viernes ministro para Asuntos Europeos, implica que la diplomacia francesa ser¨¢ ahora m¨¢s puramente mitterrandista. El nuevo ministro es un amigo de toda la vida de Fran?ois Mitterrand.En realidad, la remodelaci¨®n ministerial anunciada en Francia pocas horas antes de que el presidente iniciara su gira africana, no tendr¨ªa ninguna significaci¨®n pol¨ªtica, si no fuera porque supone la consolidaci¨®n pol¨ªtica de Dumas, un hombre que, incluso en fecha reciente, era considerado como el diletante m¨¢s destacado de la escena p¨²blica de este pa¨ªs. El resto de los cambios son anecd¨®ticos y no se prestan a mayores interpretaciones.
Tanto en los buenos momentos como en los malos, Dumas y Mitterrand han funcionado como un solo hombre. Puede decirse que Mitterrand ha tenido siempre en Dumas un consejero privilegiado. Ahora, como ministro de Exteriores, el amigo del presidente traducir¨¢ hasta los puntos y las comas de una diplomacia que, probablemente, no cambiar¨¢ en lo esencial, pero s¨ª en aspectos y detalles que la redefinir¨¢n. No pocos esperan que el propio Dumas se redefina pol¨ªticamente, a pesar de Mitterrand.
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