Albert Boadella: "A los comediantes se les perdona ser vengativos"
Els Joglars estrenar¨¢n en Madrid 'Gabinete Libermann'
FRANCESC BURGUET I ARDIACAHar¨¢ unos tres a?os, de la mano de Boadella y Els Joglars, asistimos al mitin seudofascista de su Olympic man movement. A principios de 1983, con Teledeum, nos metimos en el ensayo televisivo de una grotesca celebraci¨®n ecum¨¦nica. Para 1985, Boadella tiene varios proyectos; el m¨¢s inmediato, Gabinete Libermann, es un espect¨¢culo montado para el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Esc¨¦nicas (CNNTE) que se estrenar¨¢ en Madrid el pr¨®ximo 16 de enero y en el que el p¨²blico participara en una sesi¨®n de terapia psiqui¨¢trica
Albert Boadella estrenar¨¢ en el Centro de Nuevas Tendencias de Madrid Gabinete Libermann, un montaje de encargo. Els Joglars, adem¨¢s, har¨¢n una versi¨®n de Teledeum en flamenco, que estrenar¨¢n en B¨¦lgica coincidiendo con la visita del Papa a aquel pa¨ªs, y durante el pr¨®ximo verano volver¨¢n a poner en circulaci¨®n Operaci¨® Ub¨², un montaje inspirado en Jordi Pujol, presidente de la Generalitat-Pregunta. ?Cu¨¢ndo y c¨®mo el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Esc¨¦nicas le encarg¨® la creaci¨®n de un espect¨¢culo?
Respuesta. Durante el mes de juliopasado, por encargo del Centro Nacional de Nuevas Tendencias Esc¨¦nicas, impart¨ª un curso para 15 j¨®venes actores, procedentes de todo el Estado, en la C¨²pula de Pruit, la habitual sala de ensayos de Els Joglars. Al terminar el cursillo, el director del CNNTE, Guillermo Heras, me dijo que, si me interesaba montar un espect¨¢culo, dispon¨ªa de un presupuesto de ocho millones, y, a pesar de que se trataba de un presupuesto muy escaso, acept¨¦.
P. ?Se trataba de un encargo concreto?
R. No, en absoluto. Guillermo Heras me dio total libertad de creaci¨®n, que hiciera lo que quisiera... Me pregunt¨® si ten¨ªa alguna idea y le dije que no, que es lo mejor, no tener ninguna idea. Durante el mes de agosto estuve d¨¢ndole vueltas al asunto hasta que surgi¨® la primera idea.
Copsiquiatr¨ªa
P. ?Y cu¨¢l fue esta primera idea?
R. Una historia que me apasionaba, una historia real, la secuestrada de Poitiers, que ocurri¨® a finales del siglo pasado y sobre la cual creo que Andr¨¦ Gide escribi¨® alguna cosa. Era la historia de una mujer que pas¨® 25 a?os encerrada en una habitaci¨®n. Y a partir de este caso real me invent¨¦ la historia de una enfermedad de s¨ªndrome de enclaustramiento, el caso de una pareja de progres, de estos de ahora, que se encerraron durante cinco a?os en un apartamento de 25 metros cuadrados, donde, aislados del mundo, intentaban de alguna manera desprogramarse... Ni hablaban, ensayaban nuevos ritos sexuales, com¨ªan. como los animales. O sea, me invent¨¦ una historia inicial que no ser¨¢ el espect¨¢culo, pero s¨ª su base de sustentaci¨®n, porque a m¨ª lo que me entusiasmaba era el tratamiento psiqui¨¢trico de esa enfermedad, o sea, el punto de vista de una terapia de reprogramaci¨®n.
P. ?Para poner en evidencia el programa y la imposibilidad de desprogramarse? ,
R. S¨ª, claro, porque durante la terapia se ve que la pareja todav¨ªa se acuerda de todo el programa, pero sobre todo para poner en evidencia un hecho que a m¨ª me resulta escandaloso: la agresi¨®n mental que supone la psiquiatr¨ªa; porque que te abran la barriga para coserte una ¨²lcera tambi¨¦n es una agresi¨®n, pero, bueno, si no, es peor; pero en lo que concierne a la salud mental hay un problema muy grave, que es la frontera entre la normalidad y la anormalidad.P. ?En qu¨¦ consiste, pues, este espect¨¢culo?R. En Gabinete Libermann me invento el personaje de un psiquiatra argentino, hijo de exiliados alemanes -por eso se llama Libermann-, que ha puesto en pr¨¢ctica un nuevo procedimiento de terapia p¨²blica porque cree que la energ¨ªa cat¨¢rtica que env¨ªan los espectadores, a ¨¦l y a los pacientes, ejerce una positiva y eficaz influencia en el proceso de curaci¨®n. En concreto, el doctor Libermann tiene en sus manos el caso de esa pareja de j¨®venes que estuvo cinco a?os encerrada en un peque?o apartamento. El psiquiatra ha puesto en marcha un proceso terap¨¦utico de 25 sesiones, y durante el espect¨¢culo asistirnos a la sesi¨®n terap¨¦utica n¨²mero nueve.
P. ?Y c¨®mo va a conocer el espectador toda esa historia de enclaustran¨²ento de la pareja?R. Mediante el programa de mano. Antes de empezar el espect¨¢culo se entregar¨¢ al p¨²blico un dossier sobre el caso, y se les pedir¨¢ que lo lean antes de iniciar la novena sesi¨®n terap¨¦utica para que conozcan el historial cl¨ªnico del caso.
P. ?Qu¨¦ pretende, en definitiva, con Gabinete Libermann?
R. Bueno, la s¨ªntesis es que a medida que avanza el espect¨¢culo vas viendo que los l¨ªmites de la normal?dad se desdibujan, se diluyen, y que llegado un momento ya no se sabe qu¨¦ es normal y qu¨¦ es anormal.
P. ?Con qu¨¦ actores ha preparado Gabinete Libermann?
R. Con dos de los actores que hab¨ªan participado en el cursillo de julio, Sara Molina y Juan Viadas; un actor, Antoni Vicent Valero, que ya hab¨ªa traba ado conmigo en Laetius y M-7 Catalonia; la actriz Pepa L¨®pez, que anteriormente hab¨ªa trabajado con La Cuadra, y, por ¨²ltimo, Carles Mallol, que ha sido suspendido reiteradamente en las pruebas de ingreso al Instituto del Teatro de Barcelona. S¨ª, es una de las canteras m¨¢s importantes que tengo, los suspendidos en las pruebas de admisi¨®n al Instituto del Teatro.
P. Seg¨²n su opini¨®n, ?cu¨¢l ha sido la evoluci¨®n del teatro catal¨¢n desde 1979
R. Creo que antes era mucho m¨¢s divertido; claro que siempre hay el peligro de decir que todo iba mejor con la dictadura. Ciertamente, hab¨ªa menos p¨²blico, pero era mucho m¨¢s apasionado. Hoy hay m¨¢s p¨²blico, hay m¨¢s medios, quiz¨¢ han surgido m¨¢s iniciativas; pero se ha desannado pasionalmente al teatro y ha tomado la funci¨®n de la cultura con may¨²sculas, y a m¨ª me cabrea que el teatro sea cultura. Me da una lensaci¨®n muse¨ªstica, de sarc¨®fago; no me gusta estar en el apartado cultural, preferir¨ªa que el teatro estuviera en las p¨¢ginas pol¨ªticas o de sociedad.
P. ?Cree usted que las instituciones deben proseguir la pol¨ªtica de subvenciones al teatro?
R. Pienso que es necesario entender el teatro como una cosa no obligatoriamente ruinosa. El dinero p¨²blico ha de invertirse en un proceso de reconversi¨®n del teatro; para una pol¨ªtica de infraestructura, por ejemplo, que libere a las compa?¨ªas del peso de disponer de locales. Hay que ir cada vez m¨¢s a subvencionar menos, si no ser¨¢ tr¨¢gico. Hay que acostumbrar al espectador a que pague lo que en realidad cuesta el teatro. Prefiero entenderme directarnente con el espectador y decirle: "Mire, usted tendr¨¢ que pagar el doble, pero tendr¨¢ una ventaja, que a m¨ª no me subvenciona nadie y que, por tanto, puedo decir lo que me d¨¦ la gana".
P. ?Quiere decir que las subvenciones son una compra encubierta?
R. Clar¨ªsimo. Ahora bien, si nosotros, Els Joglars, pedimos m¨¢s subvenci¨®n es porque la Administraci¨®n est¨¢ repartiendo dinero y lo est¨¢ haciendo mal. Quiero decir que si, por ejemplo, la Generalitat decide subvencionar la pintura en vez del teatro, quiz¨¢ entonces no protestemos; pero, eso s¨ª, igual para todos. Lo que no podemos aceptar es que con el dinero p¨²blico se les d¨¦ a unos 20 y a otros dos.
P. ?Y qu¨¦ puede explicarnos de ese retorno de Operaci¨® Ub¨²?
R. S¨ª, lo estamos preparando, naturalmente actualizado, porque desde que se estren¨® en el teatro Lhure, en 1980, han ocurrido cosas muy divertidas. ?Por qu¨¦ este retorno de Operaci¨® Ub¨²? Pues porque hay una continua provocaci¨®n a mi alrededor, porque cada d¨ªa m¨¢s hay una pol¨ªtica catalana que..., comprendo que me qued¨¦ corto con el primer Ub¨², es una pol¨ªtica de botiga (tienda), y es fant¨¢stico para nosotros, los comediantes,- pero, claro, es tambi¨¦n tr¨¢gica para el civismo de este pa¨ªs. Adem¨¢s hay un enfrentamiento directo entre el actual Gobierno de la Generalitat y Els Joglars, un menosprecio notable por su parte. Y hay una cosa que la gente comprender¨¢ inmediatamente. Si yo digo que Operaci¨® Ub¨² se hace por venganza..., y no tengo ning¨²n pudor en confesarlo; la gente lo entiende, a los comediantes, siempre, ,se les perdonan las venganzas. Y es curioso, porque esto en pol¨ªtica no se acepta, en la ¨¦tica pol¨ªtica no estar¨ªa bien visto, pero en la ¨¦tica de los comediantes, o en la no ¨¦tica, est¨¢ perfectamente bien visto, y lo digo de manera descarada: s¨ª, el retorno de Operaci¨® Ub¨² es una venganza, me pinchan y respondo.
Babelia
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