Manifestaci¨®n contra la tortura
En la rese?a de la manifestaci¨®n (autorizada) celebrada en Madrid el d¨ªa 12, que publica EL PA?S en su n¨²mero del d¨ªa 13, se presenta el relato de los manifestantes, por una parte, matizado por France Presse, por otra. Me pregunto d¨®nde estuvo el redactor de la citada agencia que declara que "los manifestantes lanzaron diversos proyectiles contra las fuerzas del orden y que ¨¦stas respondieron lanzando botes de humo". Mucho me temo que no haya estado en el lugar de los hechos y que simplemente haya dado por buena la versi¨®n policial. Pues yo s¨ª estaba all¨ª, con otros muchos, y puedo contar exactamente lo que pas¨® (no s¨®lo lo presenci¨¦, sino que lo padec¨ª en mis huesos, pues recib¨ª dos porrazos y fui tirada al suelo -y posteriormente levantada por los propios polic¨ªas, aunque imagino que no por los mismos que acababan de pegarme).Los manifestantes hab¨ªamos llegado a la plaza de Jacinto Benavente, y all¨ª nos cort¨® el camino un pelot¨®n muy apretado de polic¨ªas antidisturbios, pertrechados como acostumbran, con cascos, viseras, escudos, porras, fusiles... Nosotros, que ¨ªbamos con las manos desnudas (y no llev¨¢bamos palos en los bolsillos), nos cogimos de los brazos a tres o cuatro metros de ellos, formando un cord¨®n para impedir que la manifestaci¨®n avanzara m¨¢s y quedase en forma de c¨ªrculo para escuchar las palabras que iba a dirigirnos Fernando Salas. ?ste, situado entre los polic¨ªas y los manifestantes (y dando por tanto la espalda a los primeros), se dirigi¨® a nosotros, pidiendo que se coreara ¨²nicamente el lema de la manifestaci¨®n, Aqu¨ª se tortura como en la dictadura, y explicando el significado de esta manifestaci¨®n, la primera que se rea liza en Madrid en protesta contra la tortura y dejando clara la responsabilidad del Gobierno entero en su pr¨¢ctica. Mientras Salas hablaba, los polic¨ªas se calaron las viseras; aparecieron m¨¢s agentes, ¨¦stos a caballo, que sub¨ªan por la calle de Carretas; de repente, sonaron unos disparos, que parec¨ªan proceder de la plaza de Sant
a Cruz. Esto debi¨® ser la se?al, pues en ese momento los polic¨ªas se abalanzaron salvajemente sobre nosotros, dando porrazos a mansalva y disparando botes de humo. Huimos como pudimos y muchos ca¨ªmos en seguida. A algunos nos levantaron, a otros siguieron peg¨¢ndoles en el suelo, insult¨¢ndolos y arrastr¨¢ndolos por los pelos. Otros fueron ayudados por compa?eros...Estamos acostumbrados. En el franquismo pasaba lo mismo. Pero, en el franquismo, las manifestaciones estaban prohibidas. Sab¨ªamos a lo que nos expon¨ªamos si acud¨ªamos. Esto es peor. Primero autorizan la manifestaci¨®n, porque no se atreven a prohibirla, eso ser¨ªa admitir que no son dem¨®cratas. Y luego te forman una emboscada y te masacran. Despu¨¦s dicen que los manifestantes les hemos agredido y que ellos ?angelitos de Dios!- no han hecho m¨¢s que defenderse.
Se?or Barrionuevo: una vez m¨¢s, su polic¨ªa ha tenido un comportamiento "ejemplar, correcto y meritorio" (no recuerdo exactamente el orden de los adjetivos).
Se?ores del Gobierno, ministros ex felipes: estar en contra de la tortura no es negar que se practique hoy en Espa?a. Es tomar las medidas necesarias para que realmente no se practique. Todo lo dem¨¢s es hacerse en alguna medida c¨®mplice de ella-
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