Alessandra Bochetti
La directora del Centro Cultural Virginia Woolf de Roma est¨¢ convencida de que las mujeres no son iguales que los hombres
Ha cumplido 42 a?os, est¨¢ casada y tiene dos hijos. Despu¨¦s de haberse dedicado a estudiar Filolog¨ªa Cl¨¢sica en la universidad de Roma y m¨¢s tarde a trabajar en el cine y la televisi¨®n como realizadora, ahora centra su actividad en el Centro Cultural Virginia Woolf de Roma. Esta instituci¨®n, a la que s¨®lo tienen acceso las mujeres como profesoras o alumnas -aunque estos conceptos son relativos porque todas aportan su experiencia-, se dedica a investigar el papel de la mujer en la historia a partir del estudio sobre s¨ª mismas en la actualidad.
"Si hace 10 a?os, cuando comenzaba a interesarme por el feminismo, me hubiesen preguntado si las mujeres son iguales que los hombres, hubiese dicho que s¨ª sin reservas. Hoy creo, por el contrario, que son profundamente diferentes". As¨ª se ha expresado Alessandra Bocchetti en Valencia, donde ha participado en un ciclo de estudios e investigaci¨®n feminista organizado por la Universidad y la Generalitat.Alessandra Bocchetti une una gran abundancia de canas entre sus cabellos que a¨²n conservan el negro original con un rostro de apariencia juvenil. Este ¨²ltumo se impone al conjunto y le hace aparentar menos edad de la que tiene. Habla lentamente, casi reflexionando cada palabra y parece esconder una cierta timidez tras los cristales de sus grandes gafas de concha.
Cuando habla de las relaciones de poder que conlleva la maternidad, lo refiere a su propia experiencia como madre y aclara que se trata de un poder casi absoluto ejercido por los hijos: "Cuando mis hijos est¨¢n alegres yo estoy alegre y cuando est¨¢n tristes yo tambi¨¦n lo estoy".
Despu¨¦s de finalizar sus estudios de filolog¨ªa cl¨¢sica en la facultad de Letras de la universidad de Roma Alessandra Bocchetti centr¨® su actividad en el cine y la televisi¨®n. Su obra Bella conoscenza, un filme de orientaci¨®n antropol¨®gica sobre las luchas estudiantiles de 1968, obtuvo el primer premio en el festival de mediometrajes de Oberthausen en 1969. Aunque fue ayudante de direcci¨®n con B¨®rnardo Bertolucci en La comare secca, ha cultivado especialmente el mediometraje de car¨¢cter industrial y experimental.
Su labor en la direcci¨®n cinematogr¨¢fica, un tipo de trabajo desempe?ado por lo general por hombres, no es f¨¢cil. "Ser directora en un grupo de hombres es muy dif¨ªcil. Es muy complicado hacerse obedecer, y esto me hace reflexionar sobre la idea que los hombres tienen de las mujeres. ?sta es quiz¨¢ la ¨²nica ra¨ªz de mi actividad actual en mi vida pasada".
"Mi inter¨¦s pol¨ªtico y organizativo por las mujeres", asegura Alessandra Bocchetti, "naci¨® al mismo tiempo que el feminismo en Italia, alrededor del a?o 1970. Empec¨¦ a trabajar en un peque?o centro de estudios, y desde entonces mi inter¨¦s se ha dirigido a este tipo de temas".
Piensa, y ¨¦se es el fundamento del sistema de trabajo utilizado por el Centro Virginia Woolf, que en la forma de ser de las mujeres, distinta de la de los hombres, se basa su propia realizaci¨®n. La revoluci¨®n industrial y la sociedad capitalista ha ido favoreciendo la igualdad de derechos legales y la igualdad con los hombres en cuanto a posibilidad de tener acceso a los mismos puestos de trabajo.
Sobre la mujer, en realidad, pesan siglos de historia de haber respondido a "una idea formulada en negativo", pues "en la cultura occidental", asegura Alessandra Bocchetti, "el hombre ha sido siempre un sujeto pleno y la mujer un sujeto carente, carente de algo respecto de la plenitud masculina". S¨®lo puede redefinirse a partir de investigar su mundo propio, que es la labor que realiza el centro Virginia Woolf
En el centro hay un grupo variable de profesoras -cuya labor es econ¨®micamente desinteresada-, y en el curso actual es de una treintena. Cada una imparte un seminario sobre un tema especializado -historia, literatura, antropolog¨ªa- en el que se confronta la experiencia de las mujeres. "No hay", indica Alessandra Bocchetti, .una gran diferencia entre la figura de la ense?ante y las alumnas. Hay un intercambio entre una y otra".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.