Viaje por los belenes espa?oles
Catalu?a y Murcia mantienen intacta la costumbre que introdujo Carlos III
D¨ªas de unos ritos que los tiempos van disolviendo y transformando, las Navidades siguen asociadas en nuestra memoria a aquellos complicados montajes de r¨ªos de plata y nieve de harina que se instalaban al acercarse el d¨ªa 25 de diciembre. Reyes magos a lomos de camellos impasibles, pescadores inm¨®viles con la ca?a eternamente lanzada a las aguas inexistentes, reba?os de corderos de arcilla rizada tuvieron unos creadores que trabajaban el barro todo un a?o para unos pocos d¨ªas. Ellos, los artesanos de los belenes, repartidos por distintos puntos de nuestro pa¨ªs, concentrados casi todos en Catalu?a y Murcia, siguen a¨²n utilizando los antiguos moldes y pintando amorosamente el manto azul de una virgen en busca de posada. Estas gentes se encargan de mantener viva una costumbre que introdujo el rey Carlos III.
Murcia, la indiscutible
Las figuritas m¨¢s simples, las m¨¢s populares, aquellas que de ni?os renov¨¢bamos cada a?o, pintadas con colores planos y suavemente brillantes, proven¨ªan -excepto en el ¨¢rea de Catalu?a- en su mayor parte de Murcia. Pastores con un cordero en brazos, pavos con la cola abierta en abanico, soldados de Herodes con temibles espadas. Todas proven¨ªan de talleres murcianos: el maestro Huertas, El Santero, La Huertana y tantos otros artesanos. Hoy han desaparecido todos ellos. Las figuras de pl¨¢stico inundaron el mercado, y aquellas piezas, descoloridas ya, descascarilladas, mutiladas en parte, se encuentran tan s¨®lo en los mercados de viejo a la espera del coleccionista. Sin embargo, los materiales sint¨¦ticos no pudieron hacer desaparecer esa tradici¨®n introducida en Espa?a por Carlos III y que populariz¨® el nombre del gran escultor Salzillo. Los moldes de aquellas figuritas simples y planas se siguen utilizando, y aproximadamente una docena de talleres funcionan en Murcia en la actualidad, continuando tambi¨¦n de alguna forma la otra l¨ªnea del bel¨¦n culto y hebreo, de moldes cuidados y composici¨®n barroca, que tienen como modelo al gran maestro. Ortigas y su taller, convertido casi en industria, suministraron durante muchos a?os figuras del nacimiento a los aficionados de toda Espa?a. Cerra
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do el taller recientemente, Miguel Amo Mac¨ªas, antiguo aprendiz, se uni¨® a otros dos artesanos, siguiendo la misma l¨ªnea tradicional. Pero de todos les belenistas murcianos el que m¨¢s fama ha alcanzado ha sido sin duda, Manuel Nicol¨¢s Alrransa, que aprendi¨® su arte de modelar contemplando las 900 figuras del impresionante bel¨¦n de Salzillo que se guarda en el museo de aquella capital. Trabaja sobre todo las figuras de 21 cent¨ªmetros, pero tambi¨¦n hace otras m¨¢s reducidas, de 12 cent¨ªmetros. Los precios, l¨®gicamente, est¨¢n en proporci¨®n a su fama y a su arte. Otros dos nombres a retener: los de Cuenca -m¨¢s perfecto el padre que el hijo- y el de Pedro Serrano.
Catalu?a mantiene la ceremonia
Populares o cultos, simples o cuidadosamente elaborados, los pesebres siguen formando parte de rito navide?o. Y la artesan¨ªa d los nacimientos tiene en Catalu?a algunos de sus mejores representantes. Los nombres m¨¢s conocidos, con toda justicia, son los de los hermanos Castells (Ursuegu¨ªa, de origen santanderino, pero con muchos a?os en tierras catalanas, ya s¨®lo trabaja de encargo). Sus figuras, realistas, moldeadas con todo cuidado, rayando en el preciosismo, son una verdadera joya. Realizan sus obras en distintos tama?os, siempre con el mismo detalle. Los precios tambi¨¦n son altos, pero las figuras los merecen. Por otro lado, las piezas se hacen cada d¨ªa m¨¢s escasas, dada la avanzada edad de sus creadores.
M¨¢s populares, m¨¢s baratos tambi¨¦n, son los pesebres de inspiraci¨®n provenzal, que realizan artesanos catalanes consiguiendo formas propias y personajes inolvidables. Las pastoras dejan de ser mujeres hebreas para convertirse en campesinas catalanas con los cabellos envueltos en una red; los pescadores tienen su cabeza envuelta en la caracter¨ªstica barretina, y se incorporan a la representaci¨®n navide?a figuritas inspiradas directamente en la vida cotidiana: el cura con el paraguas, la casta?era, el sereno y el inevitable caganer. De entre estos artesanos, un nombre, el de la familia Vald¨¦s, que cuenta con un local estable en el Pueblo Espa?ol, de Barcelona.
De muy distinto tipo, tambi¨¦n en Catalu?a, son los pessebres de las hermanas Cotanda, que han incorporado a la artesan¨ªa belen¨ªstica la t¨¦cnica de la miniatura, apenas sin tradici¨®n en el pa¨ªs. Sus figuritas, encerradas en cajas de cerillas, representan distintas escenas navide?as: el portal, los reyes magos, la anunciaci¨®n a los pastores, etc¨¦tera. A pesar de que una de ellas ha muerto, la producci¨®n contin¨²a. De muy diferente estilo son las figuras que realizan los Muns, padre e hijo. Son verdaderas esculturas en arcilla y piezas ¨²nicas que tan s¨®lo se consiguen de encargo.
Nacimientos mallorquines
Tres talleres mantienen la tradici¨®n de las figuritas para el bel¨¦n. El m¨¢s conocido es el que trabaja Francisco F¨²ster. De sus manos salen esas figuritas simples, de colores siempre brillantes y fuertes e inspiraci¨®n netamente popular. La cuidadora de pavos, el pastor con ensaimadas o sobrasada, el mulo haciendo girar la noria, forman parte fundamental de estos nacimientos.
Desde hace algunos a?os se encuentran en los talleres de siurells de Sa Cabaneta, cerca de Palma, portales con las figuras del misterio realizadas siguiendo la t¨¦cnica tradicional y las caracter¨ªsticas pinceladas en verde y rojo. Los mejores, los de Mad¨° Bet.
Por ¨²ltimo, habr¨¢ que se?alar los peque?os portales que hacen en Felanitx, con su aspecto primitivo y tosco, sin pintar.
Y m¨¢s
Son escasos los alfareros que se dedican a este arte de la Navidad. El m¨¢s personal, sin duda, es Fernando Rocha, de Navalcarnero, en Madrid, que entre su indescriptible producci¨®n de figuras simb¨®licas cuenta con varios nacimientos adornados con flores y palomas, todo sin pintar, en barro oscuro.
Se pueden encontrar tambi¨¦n nacimientos de barro negro en Bu?o, cerca de La Coru?a, aunque tan s¨®lo en ¨¦pocas cercanas a la Navidad. M¨¢s complicado est¨¢ dar con las figuras de nacimiento que realizan en Pereruela (Zamora), colocadas dentro del t¨ªpico horno de pan, todo en barro sin pintar.
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