La apat¨ªa preside el fin de la campa?a para las primeras elecciones en la lndia tras la muerte de Indira Gandhi

Un clima de apat¨ªa ha presidido el fin de la campa?a electoral en la India, donde hoy se celebra la primera parte de las elecciones que designar¨¢n al sucesor de la m¨ªtica Indira Gandhi, cuyo asesinato por miembros sijs de su guardia personal en Nueva Delhi, el pasado 31 de octubre, acarre¨® violencias generalizadas contra la comunidad sij. Las fuerzas de seguridad han sido puestas en estado de alerta m¨¢xima. 1.100 personas fueron detenidas ayer en el Estado de Bihar, y 220, en Nueva Delhi. Los pron¨®sticos m¨¢s recientes rebajan el alcance de la victoria que todos los comentaristas asignan a Rajiv Gandhi.

Los colegios electorales abren sus puertas a las ocho de la ma?ana de hoy, hora local (3.30, hora peninsular espa?ola), para elegir a los titulares de los 379 es ca?os en litigio en el primer di de votaci¨®n. El pr¨®ximo jueves d¨ªa 27 se celebrar¨¢n elecciones en otros 126 distritos electorales, y el viernes 28, en los cuatro restantes, hasta un total de 509 esca?os en liza para la Lok Sabha o C¨¢mara baja del Parlamento indio.El n¨²mero total de esca?os que se disputan estos d¨ªas se redujo al registrarse la muerte, el viernes, del ministro de Trabajo Dharamvir, que se encontraba en coma desde el pasado d¨ªa 12

El sistema indio, mayoritario como el brit¨¢nico, no permite la presentaci¨®n de m¨¢s de un candidato por partido en cada circunscripci¨®n electoral, lo que hace imposible la utilizaci¨®n de un candidato suplente o el siguiente de la lista, como en el caso de Espa?a.

El recuento de los votos no comenzar¨¢ hasta que cierre sus puertas el ¨²ltimo de los colegios electorales, a las cuatro de la tarde del viernes 28.

Cerca de 380 millones de indios de los 730 millones que forman la poblaci¨®n de la democracia m¨¢s poblada del mundo pueden ejercer su derecho al voto, pero se espera que la afluencia se sit¨²e entre el 50% y el 60% de los electores.

Domina la cautela

Aunque todos los pron¨®sticos siguen dando como favorito al actual primer ministro, Rajiv Gandhi, la cautela ha comenzado a presidir las especulaciones de los comentaristas pol¨ªticos que acompa?an a los candidatos en sus respectivas campa?as electorales.

Se empieza a hablar de victoria simple y no de mayor¨ªa absoluta por dos tercios, como pronosticaba la m¨¢s seria encuesta de opini¨®n publicada por la revista India Today, la pasada semana.

En declaraciones a los periodistas el s¨¢bado en Bangalore, Gandhi, un piloto de 40 a?os, obligado a entrar en pol¨ªtica por su madre ante la tr¨¢gica muerte de su hermano Sarijay en un accidente a¨¦reo-, manifest¨® que su grupo, el Partido del Congreso (I), obtendr¨ªa "los suficientes esca?os" para gobernar con comodidad, pero no se atrevi¨® a dar un pron¨®stico aproximado en cuanto al n¨²mero de esca?os que conseguir¨ªa.

Dos son las razones aducidas por los analistas pol¨ªticos indios ante la cautela demostrada en los ¨²ltimos d¨ªas de campa?a. En primer lugar, una cierta apat¨ªa por parte del electorado, que no acaba de quedar prendido por las promesas y programas de los distintos l¨ªderes pol¨ªticos. La campa?a, que empez¨® con gran ¨ªmpetu, ha ido decayendo en entusiasmo a medida que se acercaba el d¨ªa de la votaci¨®n, una tendenc¨ªa contraria a las registradas en otras elecciones generales indias, principalmente en 1977 y 1980, con motivo de la ca¨ªda y la recuperaci¨®n del poder de Indira Gandhi.

En segundo lugar, existe un retraimiento por parte de las minor¨ªas sij y musulmana, tradicionalmente partidarias del Partido del Congreso, a darle su voto en estos comicios.

La explicaci¨®n hay que buscarla en la matanza indiscriminada, a principios de a?o en Hyderabad de musulmanes, y en tbda la India de s¨ªjs, como reacci¨®n de la poblaci¨®n hind¨² ante el asesinato de la primera ministra Indira Gandhi.

Aunque las cifras oficiales de sijs muertos a manos de las turbas han sido fijadas por el Gobierno en 800, los propios sijs consideran que rond¨® los 3.000.

Que la comunidad sij sigue atemorizada, a pesar de las seguridades dadas por el propio Rajiv Gandhi de que las autoridades garantizar¨¢n todos sus derechos, es un hecho indudable, probado a diario, por el retorno a su Estado natal del Purijab de familias indias procedentes de diversas partes del pa¨ªs.

Por otra parte, a petici¨®n del Gobierno indio, Michael Heseltine, ministro brit¨¢nico de Defensa, pospuso una visita a la India prevista para estos d¨ªas.