La lenta descolonizaci¨®n de Hong Kong

(...) China dio a escoger a la primera ministra Margaret Thatcher, que firm¨® el mi¨¦rcoles en Pek¨ªn el tratado de devoluci¨®n, entre devolver la colonia con acuerdo o sin acuerdo. Ella opt¨® por un acuerdo, al que estaba obligada, y trabaj¨® con perseverancia los detalles del mismo. Lo que verdaderamente cont¨® fue la actitud de Deng Xiaoping.China pod¨ªa haberse apoderado de Hong Kong en una tarde; es territorio chino habitado por chinos y ninguna fuerza brit¨¢nica pod¨ªa haber triunfado. Sin embargo, Deng vio claramente el valor de llegar a un acuerdo sobre una devoluci¨®n tranquila. Una de las razones consisti¨® en asegurarse de que Hong Kong seguir¨ªa siendo un canal de capital y tecnolog¨ªa hacia el continente. La otra raz¨®n era demostrar a la cautelosa isla de Taiw¨¢n la seguridad y la recompensa de volver bajo la ¨¦gida de Pek¨ªn mediante un proceso de consentimiento mutuo.

?Funcionar¨¢ el acuerdo? Margaret Thatcher tiene un inter¨¦s pol¨ªtico en establecer de una vez por todas que, mediante su actuaci¨®n civilizada en una descolonizaci¨®n a c¨¢mara lenta, ha hecho todo lo posible por garantizar la futura estabilidad y prosperidad de Hong Kong, aunque China lo reclame como una regi¨®n administrativa especial para 1997. Puede recalcar el propio inter¨¦s de Pek¨ªn en mantener el acuerdo, as¨ª como la satisfacci¨®n que muchos residentes de Hong Kong han mostrado respecto de los t¨¦rminos del acuerdo.

En la elaboraci¨®n del acuerdo se consult¨® a los ciudadanos de Hong Kong, pero sin m¨¢s. Nunca se plante¨® la posibilidad o pretensi¨®n de que pudieran reclamar el derecho de autodeterminaci¨®n. (...)

24-25 de diciembre