Los padres y la direcci¨®n del colegio p¨²blico Severo Ochoa, de Vic¨¢lvaro, rechazan la entrada en el centro de 35 ni?os gitanos

El consejo de direcci¨®n del colegio p¨²blico Severo Ochoa ha rechazado la entrada en el colegio de 35 ni?os gitanos, de entre 5 y 12 a?os, que viven en chabolas en el madrile?o barrio de Vic¨¢lvaro, seg¨²n manifest¨® Javier Alonso, asistente social de Secretariado Gitano, que trabaja en el barrio. Los ni?os estudiaban en una escuela puente en la Parroquia del Santo Cristo de la Gu¨ªa, en la calle de Casalarreina. Este centro, en el que se han iniciado obras de reparaci¨®n que durar¨¢n tres meses, fue desalojado hace 115 d¨ªas ante el inminente peligro de ruina.

Javier Alonso, al ser desalojado el local donde estudiaban los peque?os, pidi¨® al director del colegio p¨²blico Severo Ochoa que se les cediera una de las siete aulas que tiene vac¨ªas. La respuesta del director del colegio fue que existe mucho rechazo por parte de la Asociaci¨®n de Padres (APA) a que los ni?os gitanos entren en el centro, seg¨²n Alonso.En el barrio de Vic¨¢lvaro se han producido enfrentamientos raciales con los gitanos, que habitan chabolas en una especie de rastro de material de saneamiento denominado popularmente Guarrer¨ªas Preciados.

Los vecinos de Vic¨¢lvaro acusan a sus vecinos de raza gitana de ser responsables de los numerosos robos que se producen en la zona. Los ni?os rechazados viven en otro n¨²cleo de chabolas, muy pr¨®ximas a la parroquia citada, habitadas por cerca de un centenar de familias que llevan en la zona desde hace unos 20 a?os.

"Los enfrentamientos y problemas se han extrapolado y en gran medida han sido los causantes de esta decisi¨®n. Con estas familias", afirm¨® Alonso, "no ha habido nunca problemas y en m¨¢s de una ocasi¨®n la asociaci¨®n de vecinos nos ha apoyado".

Tras la negativa del consejo de direcci¨®n del colegio p¨²blico Severo Ochoa a que los ni?os entraran provisionalmente en ese centro, el asistente social inici¨® todo tipo de gestiones burocr¨¢ticas ante el director provincial de Educaci¨®n y el inspector de la zona para buscar alguna soluci¨®n al problema de los peque?os mientras se terminan las obras de reparaci¨®n del aula en la que estudiaban.

Informe negativo

"Por el momento", asegur¨® Alonso, "no hay ninguna soluci¨®n ni creo que la haya, puesto que, adem¨¢s del informe negativo del consejo de direcci¨®n, el inspector de la zona, Pedro Tejero, me dijo que pensaba informar negativamente al director provincial sobre la admisi¨®n de los ni?os gitanos' porque podr¨ªan causar muchos problemas".El asistente social intent¨® tambi¨¦n que el colegio privado del Dulce Nombre acogiera a los peque?os. "La respuesta fue que, si los colegios p¨²blicos no los admiten, menos un centro privado".

Los peque?os estudiaban en lo que se ha denominado escuela puente, que tiene como objetivo servir de paso intermedio para los ni?os gitanos entre la desescolarizaci¨®n y la escuela normal.