El funeral por las v¨ªctimas del atentado al tren, una protesta contra el Gobierno italiano
![Juan Arias](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F5a86bcd5-e5fc-49ab-b292-f3043b0fbfd4.png?auth=2d48be4f56908c68f3c88d7da3c4bd83b9078e68267346b6bac73e371847252d&width=100&height=100&smart=true)
El funeral celebrado ayer en la iglesia de San Petronio, de Bolonia, fue un funeral sin muertos, porque los familiares de las v¨ªctimas del ahora llamado atentado de Navidad, perpetrado contra el tren r¨¢pido N¨¢poles-Mil¨¢n la noche del pasado domingo, se negaron, como protesta contra el Gobierno, a que estuvieran presentes los f¨¦retros con los restos mortales de sus allegados en una ceremonia f¨²nebre organizada con car¨¢cter de Estado y a la que asisti¨® el presidente de la Rep¨²blica italiana, Sandro Pertini, pero no el del Gobierno, Bettino Craxi.
Hab¨ªa nevado en Bolonia y la temperatura era polar. Pero m¨¢s de 50.000 personas, que no pudieron entrar en la iglesia, permanecieron firmes, de pie, mudas, en la calle, esperando el discurso, al final de la misa, del alcalde comunista de la ciudad, Renzo Imbeni.Dentro de la iglesia, en primera fila, estuvo, con otras autoridades, el jefe del Estado, Sandro Pertini, que, por temor a ser bloqueado por la niebla, hab¨ªa llegado a Bolonia la noche anterior. La gente aplaudi¨®, como siempre, a ¨¦l solo, mientras gritaban: "Queremos justicia".
En el altar, con el arzobispo de Bolonia, Giacomo Biffi, estuvo presente el cardenal arzobispo de N¨¢poles, Corrado Ursi, por deseo expreso del papa Juan Pablo II, ya que la mayor¨ªa de las v¨ªctimas eran de esta ¨²ltima ciudad: nueve, de las cuales cuatro eran obreros.
La Conferencia Episcopal italiana quiso que el funeral fuese concelebrado por 18 prelados para hacer m¨¢s notoria la solidaridad de la Iglesia. "Esta ciudad est¨¢ cansada de llorar a tantas v¨ªctimas inocentes sin que el Estado consiga descubrir a los culpables", dijo el arzobispo de Bolonia, para a?adir a continuaci¨®n que "esta ciudad, ejemplo de laboriosidad y de convivencia civil, est¨¢ cansada, pero no derrotada".
Fuera, en la plaza, durante su discurso, el alcalde comunista Imbeni, dirigi¨¦ndose al presidente Pertini, que estaba como petrificado y no hab¨ªa querido siquiera hacer declaraciones a la Prensa, dijo: "Es toda Italia quien os pide justicia en este momento. Piden justicia para 140 v¨ªctimas de matanzas fascistas a¨²n sin culpables identificados, y ¨¦sta es la demostraci¨®n de que nuestro Estado est¨¢ minado en algunos de sus centros m¨¢s vitales". La gente grit¨® una sola palabra: "Justicia". Pero no hubo ning¨²n tipo de desorden ni abucheos esta vez.
El presidente del Gobierno, el socialista Bettino Craxi, que estaba muy preocupado por el hecho de que los familiares de las v¨ªctimas se negasen a que los restos mortales de sus seres queridos estuvieran presentes en los funerales, decidi¨® presidir en N¨¢poles una reuni¨®n de todas las autoridades civiles, pol¨ªticas y militares de la regi¨®n. Pero el alcalde de Bolonia le hab¨ªa convencido la v¨ªspera de que, pasara antes por Bolonia para asistir, por lo menos, a la misa. Craxi hab¨ªa aceptado pero, al final, qued¨® bloqueado por la nieve en Mil¨¢n y acab¨® tomando el avi¨®n para N¨¢poles, donde tuvo palabras muy duras, anticipando lo que iba a ser su discurso, por la tarde, en Roma, ante el Senado, reunido en sesi¨®n extraordinaria.
El presidente del Gobierno se pregunt¨® a qu¨¦ guerra puede pertenecer la bomba del atentado de Navidad.
Craxi dijo que los italianos piden justicia y quieren saber la verdad y que ¨¦l se asociaba a esa petici¨®n. Admiti¨® que, en el pasado, demasiados cr¨ªmenes del terrorismo negro han quedado impunes y ocultos tras una cortina de misterio. Craxi prometi¨® que esta vez su Gobierno no se detendr¨¢ "ni ante secretos de Estado, ni ante desviaciones, ni ante nadie".
Bettino Craxi profes¨® su convicci¨®n de que se ha tratado de un atentado "contra el Estado democr¨¢tico" y contra un pa¨ªs que empezaba a salir del t¨²nel oscuro de tantos problemas y dificultades. Un pa¨ªs, dijo Craxi, que tiene el orgullo de ser "uno de los m¨¢s pac¨ªficos y libres del mundo".
El balance oficial definitivo del atentado en el t¨²nel maldito del infierno es de 15 muertos y dos desaparecidos. Catorce de los quince cad¨¢veres han podido ser identificados.
Otra persona ha sido incluida entre las v¨ªctimas. Se trata del polic¨ªa ferroviario Filippo Alberghina, de 29 a?os de edad, que, tras haber estado toda la noche del atentado ayudando a las v¨ªctimas, se suicid¨® dejando una nota en la que dec¨ªa: "No soy un cobarde, pero ¨¦sta es una sociedad maldita, un mundo absurdo en el que me faltan las fuerzas para seguir viviendo".
Y hay que citar tambi¨¦n el caso de una anciana de 73 a?os, Mar¨ªa Pecorara, de Piacenza, que muri¨® de infarto ante la televisi¨®n, viendo las tremendas im¨¢genes de la tragedia.
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