Un trabajador en paro muere de fr¨ªo en la calle despu¨¦s de una intoxicaci¨®n et¨ªlica
Luis Florido Navarro, soltero, de 41 a?os, fue enterrado al mediod¨ªa de ayer en el cementerio de la Almudena. Su cad¨¢ver hab¨ªa sido encontrado en la ma?ana del d¨ªa anterior, jueves, recostado en un muro que discurre paralelo a la v¨ªa f¨¦rrea de la avenida de Entrev¨ªas, a poca distancia de su domicilio. Florido muri¨® de fr¨ªo, tras una gran borrachera que empez¨® el d¨ªa de Navidad. Quienes le conocieron afirman que su ruina comenz¨® hace unos a?os, al ser despedido de su ¨²ltimo trabajo como alba?il. Ahora estaba en paro y s¨®lo dispon¨ªa de la ayuda econ¨®mica de sus familiares.El d¨ªa de Navidad, martes, una de las cu?adas de Luis Florido le visit¨® en su piso del n¨²mero 17 de la calle de Barros, en el distrito de Mediod¨ªa. Le entreg¨® un aguinaldo de 1.000 pesetas y se dispuso a preparle una cena que Florido nunca llegar¨ªa a probar. Con el billete en la mano, el hombre sali¨® a la calle y se fue a la bodega m¨¢s pr¨®xima. Ya no volvi¨® a casa. A lo largo del d¨ªa siguiente, mi¨¦rcoles, algunos vecinos le vieron por el barrio. Le describen como una sombra desaseada que se tambaleaba de bodega en bodega, fraccionando las 1.000 pesetas en chatos y botellas de mal vino tinto.
El cuerpo sin vida de Florido fue encontrado hacia las 10 de la ma?ana del jueves, sentado y apoyado en un muro que dificulta el acceso a los ra¨ªles del ferrocarril. Iba enteramente vestido, chaquet¨®n incluido, pero, misteriosamente, le faltaban los zapatos. No ten¨ªa documentaci¨®n ni dinero, pero eso ¨²ltimo era bastante normal en ¨¦l, y, a buen seguro, ya hab¨ªa dado cuenta del aguinaldo. Uno de los curiosos que a la llegada de la polic¨ªa se arremolinaron en torno al lugar crey¨® reconocerle: "Este hombre vive aqu¨ª al lado, en la calle Barros". Los polic¨ªas se presentaron all¨ª y, en efecto, el hasta entonces desconocido cad¨¢ver result¨® ser Luis Florido Navarro.
La identificaci¨®n la hizo un familiar, que habitaba en un piso de la misma finca del difunto. Luis Florido viv¨ªa solo desde que hace algunas semanas su madre, una anciana que apenas puede valerse por s¨ª misma, se traslad¨® a casa de otra hija, en Getafe. Otros miembros de su numerosa familia viven en Valladolid, Ibiza y Fuenlabrada.
De Luis Florido dijo ayer una de sus vecinas que tuvo "una mala muerte, una muerte de perro que ning¨²n hombre merece". Y a?adi¨® que "de todas maneras, ese hombre llevaba muy mala vida". Florido era alba?il pero le alcanz¨® el paro, se le acab¨® el per¨ªodo de cobro del subsidio, no encontr¨® un nuevo trabajo, no ten¨ªa mujer y la intoxicaci¨®n et¨ªlica se convirti¨® en su asidua compa?era.
La noche en que muri¨®, la del 26 al 27 de diciembre, en el Observatorio Meteorol¨®gico del parque del Retiro se registr¨® una temperatura m¨ªnima de dos grados sobre cero, pero uno de los t¨¦cnicos del centro se?al¨® ayer que en otras zonas de Madrid, menos abrigadas, la temperatura bien pudo ser de uno o dos grados bajo cero, con el agravante de un persistente viento g¨¦lido de componente norte. Cuando el cad¨¢ver de Florido fue encontrado a¨²n estaba servida sobre la mesa la cena que le hab¨ªan preparado en Navidad.
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