Sobre c¨®mo no hacer una revista musical en televisi¨®n
La risue?a Nochebuena que TVE nos promet¨ªa con la llegada a la peque?a pantalla de la famosa revista -uno de las cl¨¢sicas de este g¨¦nero- del maestro Guerrero y Mu?oz Rom¨¢n Cinco minutos nada menos, se vino abajo con la -f¨²nebre de ritmo, todo un desierto de gracia- desafortunada puesta en escena, a cargo del especialista en programas musicales con sabor espa?ol -suya es la serie Antolog¨ªa, dedicada a la zarzuela- Garc¨ªa de la Vega.Los populares n¨²meros musicales, que fueron la parte m¨¢s perdonable del fiasco tal vez porque Concha Velasco les pon¨ªa su indiscutible sello personal, romp¨ªan estridentemente la l¨ªnea de sonido de los di¨¢logos, como si estuvieran pregrabados e incrustados con embudo en las tomas de sonido directo. En medio de este parcheo de sonidos que se estorbaban rec¨ªprocamente, la posible gracia del espect¨¢culo acab¨® convertida en cenizas.
La responsabilidad de estas cenizas hay que echarlas en gran parte sobre la espaldas del realizador y director de escena, ya que este extravi¨® el sentido del ritmo por completo y se empe?¨® en dar las suaves tonalidades y matizaciones de una comedia normal a lo que tradicionalmente era llamado un disparate c¨®mico, es decir una pura y desbordante bufonada: teatro de concienzuda brocha gorda y de desmadre incontenible. Cualquier cosa salvo comedia.
En medio de ese ritmo pl¨²mbeo, lineal y trist¨®n, incluso la m¨¢s que probada gracia de Quique Camoiras, Alfonso del Real y Jos¨¦ Sazatornil, que adem¨¢s son especialistas en el g¨¦nero bufo, se estrellaba contra la epidemia de soser¨ªa que invad¨ªa la peque?a pantalla. Ninguna trepidaci¨®n revisteril, ni el menor indicio del gancho picante que hizo c¨¦lebre a este libreto.
Reponer la revista es una idea magn¨ªfica, pues supone rescatar del semiolvido algunas obras de las que han dejado huellas imborrables en la memoria no escrita de nuestro teatro. Pero reponer la revista como se hizo con la emisi¨®n navide?a de Cinco minutos nada menos es una manera de borrar, e incluso de barrer, este recuerdo y hacer renegar de ¨¦l a quienes con lo mimaron.
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