2 mi¨¦rcoles
"Soy supernumerario del Opus De?", declara Ruiz-Mateos en Intervi¨². Acab¨¢ramos. Luego la incautaci¨®n de Rumasa no fue sino una flecha sagitaria al coraz¨®n de la mafia blanca m¨¢s pode rosa de Espa?a. Sobra, pues tanto recurso de inconstitucionalidad, tanto legalismo y tanto pietismo en favor de un hombre que s¨®lo es el Don Perlimpl¨ªn, vestido de ejecutivo, del tinglado de la antigua farsa. No se iba contra un hombre, contra "un creador de riqueza", contra "un capit¨¢n de empresa", sino contra una mafia nacional/internacional, blanca o amarilla. Ruiz-Mateos ha confesado, al fin, sus vinculaciones con la obra, que es lo que ten¨ªan que haber investigado primero los periodistas espa?oles, pero el ¨¦xito ha sido de una colega extranjera, Sonja Reuhl. Porque no es lo mismo movilizar los elefantes de An¨ªbal contra un solo hombre que contra una mafia elefanti¨¢sica. En la televisi¨®n alemana, el hombre de las Torres de Jeri?ac ha reconocido los "apoyos morales" de la Obra a su obra. Y ya sabemos que los grandes apoyos morales son siempre nominales o al portador, seg¨²n. Ruiz-Mateos est¨¢ en Frankfurt y conf¨ªa en los jueces alemanes. Se ha convertido en un wanted internacional con traje cruzado, corbata de dibujito, pasador de corbata, pa?uelo de pico, chimenea apagada, cuadro religioso (reproducci¨®n) y mano en la mano de su santa. Insiste en desvincular el Opus de Rumasa. ?Y los apoyos morales, hombre? No sea usted descari?ado y reconozca los apoyos morales. Ruiz-Mateos estuvo en una c¨¢rcel alemana hasta julio. Fue un preso con pa?uelo de pico, eso s¨ª. Reconoce que el Opus le ha dado mucho cari?o desde que empezaron las calumnias. A ver. Hace gimnasia todos los d¨ªas: la misma que hab¨ªa impuesto en Jeri?ac a sus ejecutivos/vivos. Si Boyer se distrae un poco, les encuentra marcando el paso de la oca.
4 viernes
Quiosco: Mario Benedetti: El desexilio y otras conjeturas. Ediciones El Pa¨ªs. Sergio Pitol: El desfile del amor. Herralde/Anagrama. Cartelera: pr¨®ximamente, en el Progreso. La blanca doble, el revist¨®n m¨ªtico de los 40, con Luciana Wolf, Paquito de Osca y Carmen Platero. Coreografia de Yulio.
5 s¨¢bado
El pu?o ha sustituido a la palma en la escenografia pol¨ªtica espa?ola. Pu?os alzados en la sesi¨®n final del XXX/PSOE. Alfonso Guerra con cazadora y el pu?o izquierdo levantado. Es la ¨²ltima imagen del 84, aquel a?o profetizado por el mediocre Orwell (s¨®lo un escritor mediocre puede meterse a profeta, a fabu.lar el futuro, porque el reino de la literatura es el pasado). Pu?os y palmas. Dos letras del alfabeto de las manos, dos versales en el c¨®dice de aire de los signos. Bajo el naranjal de pu?os espa?oles est¨¢ corriendo mucha libertad, ya que no (dicen) mucho dinero. Bajo el palmeral cuarenta?ista de las manos alzadas la libertad se encenagaba estancada en cualquiera de los pantanos bendecidos por Franco y construidos por sus dirigentes ingenieros. Los signos y las cosas. S¨®lo que los signos, que nacieron para indicar/expresar las cosas, se convirtieron a su vez en cosas, se hicieron susceptibles de arriendo ideol¨®gico. As¨ª es como pu?os y palmas, en Espa?a, est¨¢n expresando lo contrario de lo que significan, o a la inversa. Lo que viene ocurriendo con la cr¨ªtica a los socialistas es todo un vodevil pol¨ªtico, un juego de equ¨ªvocos. No hay manera de meterse con el Gobierno desde la derecha (Emilio Romero) sin pa recer de izquierdas. No hay ma nera de meterse con el Gobierno desde la izquierda sin parecer un poco de derechas. Porque los argumentos de unos y otros son los mismos. Hubo un homenaje a Pedro Rodr¨ªguez en el XXI e intervinieron Romero, Campmany, Mart¨ªn Villa y as¨ª. Carmen Rico Godoy y Ra¨²l del Pozo se levan taron a decir que aquello era una encerrona. No. ?Pues qu¨¦ espe raban de un funeral ideol¨®gico por "la ¨²ltima pluma del Arriba"?
6 domingo
He estado mirando a ver, hombre, hoy que estamos en Reyes, qui¨¦nes pudieran ser los tres Magos del fin de siglo. Ya est¨¢, ya los tengo, despu¨¦s de obstinadas sofemasas interiores: el Papa, Gadafi y Jomeini. El Papa ha hablado al mundo y a los turistas de San Pedro: se refiri¨® el Papa a "un resplandor de esperanza en el horizonte del mundo despu¨¦s de un a?o de angustiosas interrogantes". La Iglesia es que no acaba de coger el estilo de nuestro tiempo, "la prosa del mundo", que dijo Merleau Ponty. Llevan veinte siglos artr¨®sicos de lat¨ªn y ahora se les mueren las lenguas vivas. Gadafi, que en este matutino/manchego, como son m¨¢s cultos, lo escriben Gaddafi, con dos des. (Creo tanto en este peri¨®dico que ni siquiera lo leo: leo los otros, de los que me flo un poco menos). Gadafi, dec¨ªamos: es el rey Negro, seg¨²n qued¨® en otra cr¨®nica, y de ¨¦l no puede esperar el mundo (incluida la Uni¨®n Sovi¨¦tica) otra cosa que carb¨®n, el carb¨®n que traen los Magos a los ni?os trastos. Jomeini: no s¨¦ si es Melchor, Gaspar o Baltasar, pero se ha limitado a cambiar a su pueblo de fanatismo (lo cual no es poco, ya que los fanatismos suelen ser inamovibles). Del fanatismo del Sha, acu?ado entre Cyro el Grande y Jaime Pe?afiel, cuando era Jaime/Hola, al fanatismo puritano que lleva a quemar putas y no lavarse. Pero el petr¨®leo del golfo persa sigue siendo de los mismos, o sea de Santa Claus, que cuando se quita la caperuza tiene cara de p¨®ster/Reagan. Porque ah¨ª est¨¢ Reagan con su cara de p¨®ster. Tres grandes irracionalistas -el Papa, Gadafi, Jomeini- interfieren el entendimiento tecnol¨®gico Este/Oeste. Y esto en v¨ªsperas del 2000. El Papa nos trae su oro latino; Gadafi, su incienso ret¨®rico; Jomeini, su petr¨®leo/mirra. Casi les queremos.
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