Despu¨¦s de Ginebra
Se han puesto sobre la mesa todos los temas de discusi¨®n pendientes entre las dos superpotencias.No puede calificarse de falta de prudencia las declaraciones de Shultz y Gromiko: su advertencia sobre la inmensidad de la tarea que han decidido empezar a discutir. (...)
Uno de los puntos a los que hay que prestar atenci¨®n desde ahora mismo es el grado de relaci¨®n ex¨ªstente entre el control de armamentos y el marco general de las relaciones sovi¨¦tico-estadounidenses. Gromiko ha intentado demostrar que tal relaci¨®n es estrecha en la actualidad; y es cierto que el per¨ªodo de creciente alejamiento entre las dos naciones que ha vivido el mundo ha sido el momento en que m¨¢s se ha acelerado la carrera armamentista. No toda la culpa de este per¨ªodo puede atribuirse al fundamentalismo californiano de Reagan, porque no hay que olvidar el asuntillo de la invasi¨®n afgana ni las realidades geopol¨ªticas en las que se han embarcado los l¨ªderes polacos.
En el comunicado no se ha mencionado la iniciativa de defensa estrat¨¦gica (SDI) ni el programa antisat¨¦lite, a excepci¨®n de que Shultz ha declarado que uno de los objetivos de las conversaciones es conseguir que no se lleve a efecto una carrera de armas en el espacio. Pero esto s¨®lo puede hacerse de dos maneras. Una es que los americanos abandonen la SDI antes de que sea operativa; la otra consistir¨ªa en que la Uni¨®n Sovi¨¦tica practicase tales recortes en su n¨²mero de misiles desplegados que Estados Unidos no considerase necesario continuar con el programa de la SDI. (...)
En esta situaci¨®n, crece la sospecha de que aunque las conversaciones se han interrumpido por el momento ¨¦stas durar¨¢n hasta despu¨¦s de que los actuales l¨ªderes pol¨ªticos de cada superpotencia hayan desaparecido. En el mejor de los casos, podr¨ªa afirmarse que nos adentramos en la d¨¦cada de Ginebra. ( ... ) Las dos superpotencias se han impuesto a s¨ª mismas nada menos que alcanzar la total eliminaci¨®n de las armas nucleares. Y aunque esto provoque un cierto escepticismo de entrada sobre tal ambici¨®n, tal circunstancia no deber¨ªa apartar a las potencias nucleares menores de la tarea, en la pr¨¢ctica, de conseguir el fin de las armas nucleares.
10 de enero
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