Tancredo Neves promete que el proximo presidente de Brasil ser¨¢ elegido por sufragio universal
El presidente electo de Brasil, Tancredo Neves, ha prometido restaurar el voto popular directo para la elecci¨®n de sus sucesores. Despu¨¦s de conocer su victoria el martes en el colegio electoral -69%, frente al 26% del candidato oficialista, Paulo Maluf-, el antiguo banquero de 74 a?os de edad anunci¨® que se celebrar¨¢n elecciones antes de su 80? cumplea?os. Neves agradeci¨® a las fuerzas minadas por no interferir en el proceso de la vuelta del pa¨ªs a la democracia y destac¨® la gesti¨®n de su predecesor, Joao Figueiredo, quinto presidente desde el golpe de 1964.
"Si hubiera ganado Maluf, a los tres meses de gobierno habr¨ªa hecho tales bestialidades que el pueblo me a?orar¨ªa. Ahora, con Tancredo, van a perseguirme a m¨ª y a mi familia. S¨®lo me quedan dos meses de tranquilidad". ?ste es uno de los comentarios filtrados desde las habitaciones del general Figueiredo, en la cl¨ªnica San Jos¨¦ de R¨ªo de Janeiro, y que ha tenido que ser rebatido por figuras de la oposici¨®n triunfante.El propio gobernador socialista de R¨ªo de Janeiro, Leonel Brizzola, acudi¨® el martes a la cl¨ªnica presidencial para regalar a Figueiredo un cuchillo para trinchar carne (era su 67? cumplea?os) y completar el obsequio, a la salida, con generosas declaraciones para el presidente saliente: "Ha cumplido su palabra, y todos tenemos motivos de gratitud hacia ¨¦l. No s¨®lo por lo que ha hecho, sino, fundamentalmente, por lo que ha impedido que otros hicieran".
La realidad es que la preocupaci¨®n por la exigencia de responsabilidades por los 21 a?os de dictadura militar est¨¢ disipada en el pa¨ªs. De Tancredo Neves -por temperamento y porque no puede hacer otra cosa-, se espera exactamente lo contrario de lo llevado a cabo por el presidente Ra¨²l Alfons¨ªn en Argentina. Adem¨¢s de que el poder de las fuerzas armadas permanece intacto, la amnist¨ªa decretada en noviembre de 1979 por Figueiredo para todos, para los guerrilleros que siguieron las tesis de Marighela y para quienes asesinaron y torturaron desde el poder, fue una amnist¨ªa real, sincera, que permiti¨® el regreso de los exiliados al pa¨ªs, y hasta que, en las elecciones parciales de 1982, se presentaran candidatos y ganaran sus esca?os federales y de Estado o sus gobernadur¨ªas, como Leonel Brizzola.
Bien es cierto que en un pa¨ªs en el que el 65% de la poblaci¨®n permanece hambrienta -seg¨²n datos de la triunfante Alianza Democra¨¢tica- habr¨¢ que regenerar ejemplarmente la corrupci¨®n institucional incrementada por el r¨¦gimen hasta la caricatura. El pasado 19 de diciembre -valga el ejemplo-, a menos de un mes de la elecci¨®n presidencial, el presidente del Senado, Moacyr Dalla, firm¨® el ingreso como funcionario del Centro Gr¨¢fico de la Casa -que imprime el diario del Congreso y variada literatura sobre las actividades de la C¨¢mara- de 1.544 nuevos empleados que se sumar¨¢n a los 1.400 ya existentes. Entre el millar y medio de nuevos funcionarios figuran el propio hijo del presidente del Senado y los hijos, esposas, amantes, amigos y periodistas fieles de casi todos los partidos representados en la C¨¢mara, todos ellos nominados, sin concurso p¨²blico, remunerados entre los dos millones y los cuatro millones de cruceiros (de 100.000 a 200.000 pesetas) y sin posibilidades f¨ªsicas de ejercer su trabajo: si todos concurrieran al mismo tiempo, las instalaciones de la Casa s¨®lo podrian ofrecer dos metros y medio de espacio por persona.
?ste es uno de los esc¨¢ndalos meramente simb¨®licos e indicativo de la corrupci¨®n moral heredada y que permite que todav¨ªa en Estados del noreste, como Par¨¢, ej¨¦rcitos privados de los hacendados ejecuten peri¨®dicas matanzas de cabras, deflagelados (braceros nordestinos sobrevivientes de la sequ¨ªa) cuando ocupan tierras f¨¦rtiles o se organizan sindicalmente. El pasado d¨ªa 7, cerca de Bel¨¦n, en el Estado de Par¨¢, fue muerto por la polic¨ªa militar Armando Oliveira da Silva -38 a?os-, alias Quintino, capit¨¢n de 50 campesinos en guerra con los hacendados. La polic¨ªa arrastr¨® su cad¨¢ver ocho kil¨®metros atado a un autom¨®vil.
Paralelo al esquema de desarrollo democr¨¢tico -constituyentes y elecciones presidenciales directas-, la regeneraci¨®n de las instituciones y la redistribuci¨®n de los recursos del pa¨ªs ser¨¢ una,de las principales ofertas del Gobierno de Tancredo Neves; la izquierda de su propio partido, el Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB) y los partidos socialistas, que han prometido apoyo al Gobierno en el Parlamento, le espolear¨¢n a ello.
Por lo dem¨¢s, la elecci¨®n del martes fue celebrada fr¨ªamente por la poblaci¨®n, ajena a un guiso pol¨ªtico cocinado a sus espaldas, pese a los festejos callejeros organizados por los partidos de la oposici¨®n. En R¨ªo de Janeiro, 2.000 o 3.000 sambistas en la plaza de Cinelandia y, eso s¨ª, toneladas de papel picado y miles de rollos de papel higi¨¦nico arrojado a la calle desde los altos edificios del centro cuando, a media ma?ana, Tancredo Neves super¨® los 344 votos de mayor¨ªa absoluta. Todos coinciden expl¨ªcitamente o con su silencio en que la elecci¨®n carece de legitimidad democr¨¢tica, pero no hay m¨¢s cera que la que arde ni otros bueyes con los que arar. Los tres ministros militares y el jefe del Alto Estado Mayor del Ej¨¦rcito han felicitado al presidente electo y le, han expresado su absoluta y, sin duda, sincera adhesi¨®n. El objetivo militar de prolongar por unos a?os m¨¢s la transici¨®n democr¨¢tica se ha visto cumplido.
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