"El INI ha reducido sus p¨¦rdidas absolutas por primera vez en 10 a?os"
El presidente del 'holding' p¨²blico estima que el problema del grupo es industrial y no s¨®lo financiero
El socialista Luis Carlos Croissier lleg¨® en el pasado octubre a la presidencia del Instituto Nacional de Industria (INI) como el viento solano, sin avisar. Su predecesor, Enrique Moya, un empresario que afront¨® los dos primeros a?os de gesti¨®n socialista, consider¨® necesario su reemplazo ante la naturaleza pol¨ªtica de los problemas. Y comenz¨® la segunda fase del INI, dentro de la legislatura, afortunadamente, con una buena noticia. Por primera vez desde 1975, las p¨¦rdidas del INI se han reducido en n¨²meros absolutos en 1984 y, frente a los 204.200 millones de 1983, se pasar¨¢ a 185.000 millones.
Con s¨®lo 34 a?os, Luis. Carlos Croissier ha rebajado en m¨¢s de una d¨¦cada la edad m¨ªnima para llegar a ser presidente del primer holding industrial de Espa?a, el INI. Con tan corta edad, las ¨²nicas experiencias que puede presentar, aparte de su car¨¢cter de estudioso -parece hablar siempre desde la c¨¢tedra de un aula universitaria-, son sus dos a?os como subsecretario del ministerio de Industria y Energ¨ªa y su presencia en los consejos del propio INI y del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH).Pero quiz¨¢ su falta de experiencia en el campo de la gesti¨®n empresarial haya sido su principal activo para, desde la presidencia del INI, y con el carn¨¦ de militante socialista, dar un impulso pol¨ªtico al anquilosado holding, una aut¨¦ntica m¨¢quina de cosechar n¨²meros rojos multimillonarios en los ¨²ltimos a?os. La interpretaci¨®n que, desde instancias oficiales, se hizo de su nombramiento y de la sustituci¨®n del empresario independiente Enrique Moya es que el INI, tras dos a?os de identificaci¨®n de problemas, entraba en una fase nueva de actuaciones de fuerte contenido pol¨ªtico. En otras palabras, el cambio hab¨ªa Regado a la empresa p¨²blica.
En su primera entrevista a fondo, tres meses despu¨¦s, Croissier realiza un an¨¢lisis exhaustivo del INI y presenta dos primeros logros: una reducci¨®n en t¨¦rminos absolutos de las p¨¦rdidas del grupo en casi el 10% durante 1984 -¨¦xito que comparte con su predecesor- y dos preacuerdos a la vista para asociar a Seat y ENASA con dos multinacionales, Volkswagen y General Motors.
Pregunta. Si es cierta la interpretaci¨®n de que su nombramiento significaba la llegada del cambio, como bandera program¨¢tica del PSOE, a la empresa p¨²blica, ?a qu¨¦ puede deberse el retraso de dos a?os? ?En qu¨¦ consiste ese cambio pol¨ªtico para el INI?
Respuesta. Esa primera pregunta no debo responderla yo, sino que deber¨ªa ser dirigida al Gobierno. Si acaso, s¨ª cabe hablar de los proyectos que a m¨ª me corresponden ejecutar en esta segunda fase de la legislatura del PSOE para la empresa p¨²blica y el INI. En este sentido, el cambio en la pol¨ªtica, en lo que respecta al INI, yo lo definir¨ªa por la intensificaci¨®n de los esfuerzos por lograr una empresa p¨²blica mejor gestionada, mejor dimensionada. Y todo ello intentando acelerar una serie estructural de decisiones que ata?en a la empresa p¨²blica teniendo como objetivo fundamental su saneamiento, que es un requisito para potenciar a medio plazo el papel del sector p¨²blico empresarial, hoy deteriorado por su situaci¨®n gerencial. Este es b¨¢sicamente mi plan de actuaci¨®n en el INI.
P. Ese saneamiento era, a juicio de los responsables de la primera fase, fundamentalmente financiero. Sobre el INI se ha dicho que, a finales de 1982, se encontr¨® un desequilibrio patrimonial del orden del medio bill¨®n de pesetas que hab¨ªa que cubrir mediante una pol¨ªtica de capitalizaci¨®n de las empresas.
R. El planteamiento que se ha hecho por el equipo anterior ha sido simplemente un ejercicio te¨®rico. Es decir, cu¨¢ntos son los activos que habr¨ªa que reducir en el INI de cara a ajustar su capacidad a las previsiones del mercado y qu¨¦ ajuste, en paralelo, hab¨ªa que hacer en el pasivo de las empresas para que quedaran en una estructura financiera de tipo 40/ 60 (entre recursos propios/ajenos). E imaginando un c¨¢lculo inst¨¢ntaneo, en determinados momentos, sal¨ªa una cifra estimativa del orden de los 500.000 millones de pesetas en donde se inclu¨ªa, por ejemplo, una capitalizaci¨®n inmdediata de todo el coste de los activos mal valorados y de reducciones de plantilla. Este ejercicio es perfectamente v¨¢lido, pero poco relevante desde el punto de vista de la pol¨ªtica a aplicar en el INI.
"EL INI necesita redefinir su estrategia"A m¨ª me parece que el problema del INI es mucho m¨¢s un problema industrial que tiene un reflejo financiero, pero donde se debe actuar para corregir los problemas fundamentales de la empresa p¨²blica es a nivel industrial, a lo cual habr¨¢ de acompa?ar un saneamiento financiero. No basta un mero ajuste industrial s¨ª no va acompa?ado de un ajuste financiero, teniendo en cuenta que es el problema industrial el que ha generado el financiero.
P. ?Para cu¨¢ndo estar¨¢ listo el programa de actuaci¨®n a tres a?os que prometi¨® el d¨ªa de su llegada a la presidencia del INI?
R. El INI necesita una de una redefinici¨®n estrat¨¦gica, que tiene varios componentes. El primer componente es redifinir la estructura de participaciones del grupo INI. Un segundo componente son todos los ajustes de tipo industrial que tienen que hacerse en las empresas. Y un tercer componente es el aspecto econ¨®mico-financiero, es decir resultados y financiaci¨®n. Esos tres apartados s¨®lo pueden afrontarse a medio plazo y, en este sentido, considero apropiado que el INI disponga de un instrumento de programaci¨®n. En esto estamos trabajando y ya disponemos de los primeros borradores de este programa, que han sido enviados al Gobierno. Creo, de todas las maneras, que el programa, esa especie de libro Blanco, tiene que ser m¨¢s un documento de actuaci¨®n interna, de reflexi¨®n, que un documento p¨²blico, aunque esto ¨²ltimo no lo descarto.
P. En relaci¨®n a los resultados, ?puede avanzar ya una cifra estimativa de las p¨¦rdidas de 1984?
R. La reducci¨®n de p¨¦rdidas en el INI no es un objetivo te¨®rico. Yo creo incluso que es el objetivo fundamental porque, en primer lugar, es un problema de pol¨ªtica econ¨®mica y, en segundo lugar, porque es un indicador del grado de competitividad y de saneamiento de la empresa p¨²blica. Una empresa p¨²blica que acumula deudas por 200.000 millones de pesetas al a?o en el conjunto del INI quiere decir que tiene una debilidad estructural que se manifiesta en su cuenta de resultados. A este respecto, el objetivo fundamental es ir a una reducci¨®n de las p¨¦rdidas y me parece que en estos dos a?os se han tomado decisiones importantes de cara a asegurar la reducci¨®n de las p¨¦rdidas, fundamentalmente en los sectores en crisis con una reestructuraci¨®n industrial y, adem¨¢s, no se ha incrementado el INI mediante incorporaci¨®n de empresas en crisis.
El a?o 1983, el INI cerr¨® su cuenta de resultados consolidada en 204.200 millones de pesetas, de las que 161.500 millones eran p¨¦rdidas resultantentes de c¨¢lculos con criterios hom¨®geneos a los del a?o 1982 y 42.700 millones como consuencia de un cambio de criterios contables, fundamentalmente en la distinta contabilizaci¨®n de la obra en curso en asitilleros y bienes de equipo.
En 1984, con la estimaci¨®n e informaci¨®n previa a la auditor¨ªa, nos encontramos con que, por primera vez desde 1975, en t¨¦rminos absolutos disminuye el volu
men de p¨¦rdidas. La reducci¨®n marca un cambio de tendencia muy importante y es del orden de los 15.000 millones de pesetas, quiz¨¢s m¨¢s. Las ventas han crecido moderadamente, en torno a un 13%, con un dato muy significativo de crecimiento de la exportaci¨®n del 22%. Es decir, debilidad del mercado interno compensada con un fuerte aumento del mercado de la exportaci¨®n.
Todo esto, unido a un comportamiento de moderaci¨®n salarial muy importante, en donde la empresa p¨²blica se ha situado en torno a un punto y medio por debajo de sector privado debido a unos ajustes estructurales en los sistemas de producci¨®n y en el funcionamiento de las compa?¨ªas. Esto es lo que nos permite adelantar una cifra, burda en estos momentos, aunque muy conservadora, de unas p¨¦rdidas en torno a los 185.000-190.000 millones.
En 1985, adem¨¢s, puede haber una reducci¨®n a¨²n m¨¢s sustancial de las p¨¦rdidas, aunque es prematuro adelantarla, debido a la incertidumbre de los mercados financieros, el cambio de la peseta, mercados exteriores, etc¨¦tera.
P. ?Ha comenzado el INI ha cosechar los efectos de la pol¨ªtica de reconversi¨®n?
R. La mayor parte de las p¨¦rdidas provienen de un sector peque?o de empresas. El 90% de las p¨¦rdidas resultan tan s¨®lo de unas 10 empresas, muchas de las cuales est¨¢n sometidas a profundos procesos de reconversi¨®n, como astilleros, siderurugia ... La pol¨ªtica de reconversi¨®n ha supuesto, en siderurgia, el cierre de una de las plantas en Altos Hornos del Mediterr¨¢neo y el acometer unas inversiones en Ensidesa que tendr¨¢n sus resultados en 1988 o 1989. Pero tambi¨¦n unos ajustes de plantilla previstos en la reconversi¨®n que tienen que ser negociados entre las empresas y los sindictatos, ajustes que ser¨¢n no tra¨²maticos. Lo mismo ocurre con astilleros donde se reducir¨¢ capacidad. A esto se puede a?adir las acciones emprendidas en Seat, CASA, etc¨¦tera, que se acabar¨¢n notando en la cuenta de resultados. Claro que luego est¨¢ el efecto financiero de las p¨¦rdidas acumuladas en algunas empresas, que no pueden ser saneadas de un golpe y que tendr¨¢n que ser arrastradas durante algunos a?os (astilleros, por ejemplo).
P. Los casos de Seat e Iberia, sin embargo, pueden considerarse diferentes, sobre todo porque pertenecen a sectores no considerados en crisis en otros pa¨ªses.
R. Iberia es una compa?¨ªa que se ajusta a la crisis mucho m¨¢s tarde que otras compa?¨ªas a¨¦reas y adem¨¢s sin haber hecho la previsi¨®n adecuada para ese cambio que se estaba produciendo en los mercados. A Iberia le ha golpeado de manera muy significativa la ca¨ªda del mercado latinoamericano y la subida del d¨®lar. De cara a esto, la compa?¨ªa ha puesto en marcha un plan de saneamiento con distintos componentes que van desde una redifinici¨®n de su frecuencia a su flota de aeronaves, buscando optimizar el tr¨¢fico. Ha redifinido las comisiones laborales, lo que ha permitido reducir sustancialmente el cap¨ªtulo de horas extraordinarias y ha logrado una mayor producitividad. Hay que a?adir el compomiso de capitalizaci¨®n por parte del INI de 90.000 millones de pesetas en tres a?os. Esto busca que Iberia sea una empresa equilibrada en tres a?os.
"En OESA se exigir¨¢n responsabilidades"
P. ? Y Seat?
R. Seat ten¨ªa varios problemas. Un primer problema b¨¢sico y fundamental, el producto. Tambi¨¦n un exceso de plantilla, unas instalaciones obsoletas, unos suministros inadecuados y una red comercial inapropiada. Sobre estas ¨¢reas se esta actuando insistentemente. El problema de producto se est¨¢ atacando tanto con la introducci¨®n de nuevos modelos Seat como con la colaboraci¨®n de Volkswagen. El ajuste de plantilla ha sido muy importante, del orden de 9.000 personas. En tercer lugar, una redifinici¨®n del esquema de suministro, que llevar¨¢ a una situaci¨®n de reducci¨®n de los proveedores a la tercera parte. Por ¨²ltimo, Seat ha mejorado sus est¨¢ndars de calidad mejorando su red comercial. En el frente financiero, tambi¨¦n se ha aprobado un plan importante de saneamiento y luego est¨¢ en el tema del socio extranjero (ver informaci¨®n aparte) y el plan industrial a 10 a?os que se prepara.
P. ?El problema de ENASA es parecido?
R. Tiene un paralelismo con Seat en cuanto al plan industrial y a la anunciada negociaci¨®n con General Motors, o cualquier otra multinacional.
P. ?Se va a continuar la pol¨ªtica de creaci¨®n de miniholdings dentro del grupo?
R. Efectivamente, la creaci¨®n de subholdings est¨¢ impl¨ªcita en la reorganizaci¨®n que hice a mi entrada, cuando suprim¨ª las anteriores divisiones. Ahora estamos con una soluci¨®n transitoria, pero la idea es ir a los subholdings. Esto ya se ha hecho con la divisi¨®n alimentaria (ENDIASA es la cabecera del subgrupo) y se har¨¢ pronto con la antigua divisi¨®n de Electr¨®nica e Inform¨¢tica. Tambi¨¦n se har¨¢ en el sector de bienes de equipo, que ha empezado a actuar de facto como un aut¨¦ntico subholding, como la divisi¨®n naval.
P. ?Qu¨¦ hay de cierto en la pol¨ªtica de reprivatizaci¨®n y cierre de empresas?
P. Yo nunca he hablado de reprivatizaci¨®n de empresas. Para m¨ª, lo que hay que hacer es solucionar los problemas estructurales de las empresas y decidir sobre su viabilidad. En unos casos, habr¨¢ soluciones tipo Soler Almirall o Textil Tarazona y, en otros, como Seat o ENASA.
P. ? Qu¨¦ hace un pa¨ªs como Espa?a, sin energ¨ªa propia y bauxita, fabricando aluminio?
R. Si hoy hubiera que decidir, construir un complejo como el de San Cipri¨¢n no tendr¨ªa sentido. Nuestra idea es aprovechar lo que tenemos para garantizar, al menos, el suministro interno y proceder a una pol¨ªtica de racionalizaci¨®n, v¨ªa fusi¨®n de las empresas existentes. Habr¨¢ que proceder a ajustes, pero no traum¨¢ticos.
P. ?El ejercicio del sector alimentario ha tenido circunstancias especiales?
R. En 1984, ha habido un cambio fundamental, de mejora, en las empresas de alimentaci¨®n, salvo en la compa?¨ªa Oleoginosas Espa?olas (OESA), que por vez primera ha habido unas p¨¦rdidas injustificadas y motivadas por una mala gesti¨®n que ha provocado el cese del presidente de la compa?¨ªa, sobre el que estamos estudiando la iniciaci¨®n de cualquier procedimiento de exigencias de responsabilidades que en derecho pueda caber. Salvo OESA, el grupo se coloca pr¨®ximo al equilibrio en 1984 y en el a?o que acaba de empezar seguramente lo har¨¢.
P. ?Qu¨¦ se piensa hacer este a?o con los excedentes de Endesa?
R. El grupo el¨¦ctrico tiene este a?o dos prioridades. Proceder al cumplimiento de los acuerdos de intercambio de activos con el sector privado y proceder a un profundo saneamiento de ENHER, empresa que no est¨¢ tan bien como Endesa, pero cuya situaci¨®n no difiere mucho del resto del sector.
P. ?Y en Defensa y Electr¨®nica?
R. Ambos campos est¨¢n muy relacionados. El sector de la electr¨®nica ha dado el pasado a?o unos resultados positivos muy significativos. En este sector, como en Defensa, el objetivo es incorporar nuevas tecnolog¨ªas y procurar reducir las compras en el exterior para lo cual estamos avanzado por buen camino.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.