Psic¨®logos suecos critican el exceso de confianza en las autoridades

La total credibilidad de los suecos en las autoridades inhibe su capacidad de iniciativa, lo que en situaciones de emergencia puede resultar catastr¨®fico. ?sta es una de las conclusiones de un equipo de expertos en psicolog¨ªa social de la Defensa Civil de Suecia, que realiz¨® una investigaci¨®n a prop¨®sito del escape de gas en la f¨¢brica que la Fundaci¨®n Nobel posee en la localidad de KarIskoga.Ben Shalit, uno de los psic¨®logos que estuvo en contacto con los habitantes del lugar, opina que si bien esa confianza en que las autoridades solucionar¨¢n los problemas tiene aspectos positivos y fue uno de los factores que evit¨® el p¨¢nico de la poblaci¨®n, al mismo tiempo puede ser muy negativa cuando sobreviene s¨²bitamente una cat¨¢strofe y es necesario adoptar iniciativas r¨¢pidas por parte de los damnificados para salvar la vida.

Se se?ala que el grupo de habitantes de KarIskoga que fue evacuado de sus casas y alojado en una escuela de la ciudad estuvo varias horas sin ocurr¨ªrseles preparar un caf¨¦. Fueron las autoridades policiales, cuando llegaron a la escuela, las que lo hicieron.

Este comportamiento de la sociedad sueca ha motivado, a prop¨®sito de otros aspectos, comentarios cr¨ªticos de algunos soci¨®logos, que ven en ello el peligro de una f¨¢cil manipulaci¨®n de la conciencia colectiva.

La credibilidad de los suecos est¨¢ fundada tanto en la educaci¨®n que se imparte desde que el ni?o ingresa al parvulario como en el hecho de que el sistema funciona eficientemente y las normas de seguridad en todos los aspectos son estrictas y est¨¢n dirigidas a prevenir. Pero se advierte que cuanto m¨¢s sofisticado es el soporte tecnol¨®gico del sistema m¨¢s vulnerable se vuelve.

Otros aspectos m¨¢s sutiles de la cuesti¨®n, como es el de la informaci¨®n dirigida a obtener determinadas reacciones de la poblaci¨®n, que utilizan diariamente los medios informativos, son tambi¨¦n motivo de inquietud para algunos investigadores. La falta de esp¨ªritu cr¨ªtico, y consiguientemente la disposici¨®n a creer, pueden resultar peligrosos para la democracia sueca, sostienen. Pocas sociedades ofrecen un consenso tan generalizado como la sueca.

Hasta ahora ning¨²n poder ni grupo pol¨ªtico ha utilizado esa situaci¨®n para vulnerar la democracia, pero s¨ª para Influir con eficacia en las formas de pensar colectivas en problemas concretos de pol¨ªtica interna y externa, as¨ª como en las formas de conducta social.

Las posibilidades del sistema, que puede acudir a solventar las necesidades o emergencias tanto del grupo social como de cada uno de sus miembros, ha contribuido tambi¨¦n a alimentar esa confianza.