La entrevista Iglesias-Carrillo
Por encontrarme de viaje fuera de Madrid, no pude leer hasta ayer el n¨²mero de su diario correspondiente al s¨¢bado pasado, d¨ªa 19 de enero. En ¨¦l encuentro una informaci¨®n en la que se habla de las entrevistas mantenidas por Gerardo Iglesias con varios dirigentes del PCE, y se anuncia el prop¨®sito de ¨¦ste de mantener otra conmigo. Se ponen en boca de Andreu Claret las siguientes palabras: "El rechazo a la oferta de di¨¢logo colocar¨¢ a Santiago Carrillo en una posici¨®n dif¨ªcil de explicar al partido".
En relaci¨®n con esta informaci¨®n, quiero hacer las siguientes aclaraciones: El domingo 13 de enero, escuchando el segundo telediario, me enter¨¦, sin otro aviso previo, de que en el curso de la semana a seguir yo iba a entrevistarme con Gerardo Iglesias hacia el jueves o el viernes. No oculto que me extra?¨® la publicaci¨®n de esta noticia sin que nadie me hubiese advertido antes del prop¨®sito del secretario general.
Pasaron los d¨ªas de esa semana y a los periodistas que me preguntaban cotidianamente tuve que decirles la verdad: que no hab¨ªa recibido en esa semana, incluidos el jueves y el viernes, ninguna convocatoria para acudir a la entrevista con Iglesias. Por su diario es por donde me entero de que la entrevista se celebrar¨¢ previsiblemente esta otra semana y de las exigencias que van a serme presentadas en ella por el secretario general. Pero directamente, hasta el martes 22, no s¨¦ absolutamente nada de la tan anunciada entrevista.
Y, por otra parte, veo que ya se amenaza por Claret si no acepto un di¨¢logo del que hablan en la televisi¨®n, la radio y los peri¨®dicos, pero que nadie me ha propuesto realmente. A todo esto yo quiero responder que nunca me he negado a cualquier di¨¢logo con el secretario general del PCE o cual quiera otro de los dirigentes; que hace mucho tiempo que vengo quej¨¢ndome de la incomunicaci¨®n, de la ausencia de di¨¢logo, y que las propuestas de di¨¢logo han sido en buena parte una respuesta a mis quejas. Pero que al no ser efectivamente llamado para conversar, me temo que todas esas especulaciones no sean m¨¢s que una operaci¨®n de imagen para que los militantes y, en general, el p¨²blico, terminen creyendo que yo soy el que se niega a dialogar, cuando sucede precisamente lo contrario.
Se dice adem¨¢s en la informaci¨®n de EL PAIS que "Iglesias ha ofrecido todas las garant¨ªas de que Santiago Carrillo ir¨¢ en las pr¨®ximas listas electorales", aunque "no es probable que Carrillo pueda repetir su candidatura por Madrid".
Esta filtraci¨®n y otras que ha habido ya en su diario tienden a dar a entender que lo que me preocupa es si voy a ser candidato a diputado o no. Considero que los que han transmitido esta informaci¨®n a su diario son simplemente unos miserables. Mi problema no es si voy a ser o no diputado; mi problema y el del partido es ver c¨®mo debemos trabajar para que en 1986 haya candidaturas comunistas con posibilidades de ser elegidas y lograr un grupo parlamentario comunista.
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