El sistema defensivo norteamericano puede ser neutralizado a bajo coste, seg¨²n la URSS

Dos estudios cient¨ªficos sovi¨¦ticos hechos p¨²blicos este mes mantienen que la guerra de las galaxias del presidente Ronald Reagan puede ser neutralizada por un sistema de contramedidas que s¨®lo costar¨ªa un 1% o un 2% del programa norteamericano de defensa antimisiles. En el estudio, realizado por conocidos cient¨ªficos sovi¨¦ticos y dirigido a la opini¨®n p¨²blica occidental, Mosc¨² afirma que la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI) es agresiva e insiste en que debe ser reducida para conseguir alg¨²n progreso en la reducci¨®n de armas nucleares con base en tierra.Reagan afirm¨® en el discurso de su segunda toma de posesi¨®n que Estados Unidos seguir¨¢ adelante con la investigaci¨®n sobre rayos l¨¢ser situados en el espacio y otros sistemas de armas cuyo fin aparente es crear un escudo contra misiles intercontinentales enemigos. Reagan insiste en que ello no supondr¨¢ la militarizaci¨®n del espacio, sino la reducci¨®n de los arsenales existentes en la Tierra.

Pero un equipo de cient¨ªficos sovi¨¦ticos afirma, en un libro publicado en ingl¨¦s por el Instituto Internacional para la Investigaci¨®n y la Paz, con sede en Estocolmo (SIPRI), que contramedidas relativamente baratas podr¨ªan invalidar el sistema, cuyo precio se calcula en 500.000 millones de d¨®lares (unos 87 billones de pesetas). El coste de estas contramedidas ser¨ªa de un 1% o un 2% del sistema espacial antimisiles, seg¨²n el equipo sovi¨¦tico, que incluye a Eugeni Velikhov, vicepresidente de la Academia de Ciencias de la URSS.

Un segundo informe, facilitado a periodistas occidentales en Mosc¨², repite estas cifras y afirma que las contramedidas pueden ser minas espaciales, peque?os misiles bal¨ªsticos o rayos l¨¢ser con base en tierra. Otras contramedidas podr¨ªan ser colocar en ¨®rbita nubes de chaff (metal u otras part¨ªculas) para desviar los rayos l¨¢ser o lanzar falsos misiles para confundir al sistema, afirma este segundo informe sovi¨¦tico.

Muchos cient¨ªficos occidentales coinciden en que el sistema propuesto, que est¨¢ actualmente en sus primeras fases de desarrollo, ser¨¢ muy vulnerable a un ataque, si es que alguna vez se realiza.