Encubrir el paro

En informaciones aparecidas en EL PAIS los d¨ªas 18 y 19 de enero se comenta la posible modificaci¨®n de los criterios de elaboraci¨®n de las estad¨ªsticas de paro registrado. Por la manera en que ha sido dada a conocer todo indica una voluntad de sondear la opini¨®n p¨²blica, reserv¨¢ndose la decisi¨®n final y negando la discusi¨®n real sobre un tema de trascendencia.Como sabemos, de cada dos parados, uno es menor de 25 a?os, y de cada dos j¨®venes que quieren trabajar, uno no puede. Adem¨¢s, las cantidades destinadas al empleo juvenil raramente superan el 10% de los presupuestos de los planes globales. Las iniciativas que se desprenden del AES indican que este Gobierno sigue renunciando a enfrentarse al paro juvenil. Por eso resulta especialmente preocupante que se quiera disminuir ficticiamente la importancia del problema. La diferenciaci¨®n entre para dos y demandantes aplicable a los estudiantes contradice la noci¨®n de parado como "aquella persona que tiene voluntad de trabajar y as¨ª lo expresa en la oficina de empleo", tal como lo defini¨® el ministro Almunia. Por otra parte, excluir del censo a quienes rechacen una vez una oferta de empleo y variar los criterios sobre los estudiantes puede conducir a muchos j¨®venes a dejar de estudiar para tener derecho a ser considerados como parados o para aceptar una oferta que puede no ser acorde con sus capacidades o compatible con su horario escolar de tarde o noche.

Lo peor es que s¨®lo podemos expresarnos sobre supuestos, pero es preferible hablar ahora a callar hasta que estas medidas sean aplicadas. Mientras tanto, aconsejo al se?or Almunia que discuta el tema con sindicatos y asociaciones juveniles contra el paro. Me parecer¨ªa una forma mucho m¨¢s efectiva de celebrar el A?o Internacional de la Juventud.-