Haendel, en el esp¨ªritu de su letra
Ciclo A?o Europeo de la M¨²sica.Deutsche Haendel Solisten. Director: Pierre Sechet. Obertura y Concerti grossi, de Haendel.
Teatro Real. Madrid, 2 de febrero.
Desembarc¨® el barroco haendeliano en el cielo A?o Europeo de la M¨²sica con los Deutsche Haendel Solisten, un grupo que juega un papel importante en los festivales especializados: Hamburgo, Karlsruhe y muchos m¨¢s. Son sus directores habituales Jean Claude Malgoire y Charles Farncombe, pero en la visita a Madrid dirige el grupo Pierre Sechet, un colaborador de Malgoire, profesor de flauta barroca en el conservatorio parisiense y tan experto conocedor de los conjuntos vocales como de los instrumentales. Duplicidad sin la que ser¨¢ siempre inconcebible un aut¨¦ntico transmisor de la m¨²sica pret¨¦rita en la m¨¢xima veracidad de la letra y el esp¨ªritu o, si se quiere, del esp¨ªritu de la letra.
Los Haendel Solisten interpretaron tres conciertos de la opus 6, los n¨²meros 1, 6 y 7, y el en si bemolde la opus 4 dentro de una t¨®nica de gran perfecci¨®n y alta fidelidad a supuestos que, por cient¨ªficos, mantienen su validez art¨ªstico-hist¨®rica. A partir del n¨²mero de la formaci¨®n (17 profesores) y de los instrumentos empleados, perfectamente id¨®neos a la m¨²sica que se interpret¨®, los solistas alemanes se produjeron con admirable naturalidad, sin caer nunca en fanatismo estil¨ªstico.
Resonancias
Lo menos deseable para la interpretaci¨®n de unos pentagramas es convertirlos en objeto de museo, disecarlos. El Haendel escuchado -sin olvidar la preciosa obertura de Theseo- se mantiene lejos, como podr¨ªa esperarse, de I Musici o los solistas v¨¦netos, sin que por ello dejemos de percibir los ecos de la sonata de iglesia y de Corelli y cuantas resonancias, herencias y asimilaciones cargan de sentido un legado reformista e integrador.
En los conciertos haendelianos est¨¢ presente la huella de Italia, Francia, Inglaterra y, por supuesto, Alemania. Vientos que en cuatro direcciones soplan el barroco de Haendel para hacer su melancol¨ªa y su rotundidad, su sustantividad musical y su decorativismo, su pulsaci¨®n y su color sonoro de oro viejo y mate.
El triunfo de los m¨²sicos alemanes fue total.
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