La Vidente de El Escorial

Acabo de leer en su diario de fecha 30 de enero el art¨ªculo titulado La vidente de El Escorial. Y le escribo porque he quedado at¨®nito por el desprecio y el fanatismo que para los sucesos de El Escorial, que conozco porque he ido a verlos, se manifiestan en ese art¨ªculo.En el Cor¨¢n, Dios dice: "El hombre es libre de creer o de permanecer en la incredulidad", y todos sabemos que en la vida siempre han ocurrido cosas raras y extra?as que no por eso dejan de ser verdad. Y yo me tengo que guiar por el Cor¨¢n, y por eso le digo que usted crea o no crea, pero, por favor, no sea de los que no dejan creer, porque eso no es ni liberal ni democr¨¢tico. Y Jesucristo dijo: "No juzgues y no ser¨¢s juzgado", y usted no es qui¨¦n para juzgar lo que ocurre en El Escorial, como lo ha hecho.

Yo le invito a que el d¨ªa 2 de febrero, primer s¨¢bado de mes, fecha se?alada por la Virgen y d¨ªa de la Candelaria, vaya a El Escorial una vez m¨¢s, si es que ha ido otras, y observe y rece, porque rezar es bueno, y mire al sol cuando el sol testifique que la Virgen est¨¢ all¨ª.

Y luego haga lo que Dios dice en el Cor¨¢n: crea o no crea, pero respete a los que lo quieran hacer y no juzgue nada y, sobre todo, a nadie. Porque as¨ª ser¨¢ verdaderamente liberal. Personalmente le dir¨¦ que yo soy de los que creen que la Virgen se aparece all¨ª, porque ha salido hasta en fotograf¨ªas, y porque estoy seguro que, por mucho poder que tenga, el demonio no puede suplantar a la Virgen, que es la destinada por Dios para aplastarle la cabeza. Por eso creo que el que ve a la Virgen ve a la Virgen, y al que habla la Virgen es la Virgen la que le habla. Y yo a esas personas, s¨®lo por eso, las tengo m¨¢s respeto que a otras. Por eso la se?ora Amparo Cuevas merece todos mis respetos, y si, como usted dice, no quiere que la examinen los psiquiatras, est¨¢ en su derecho, y usted debe pensar as¨ª si verdadera y no falsamente es liberal.

Espa?a est¨¢ plagada de ermitas dedicadas a la Virgen, recordatorias de que la Virgen, en alg¨²n tiempo, se apareci¨® all¨ª, en esos lugares. Y la Virgen sigue viviendo, y no debe de extra?ar a nadie, salvo a los que la tengan rabia, que se siga apareciendo, porque falta nos hace. Necesitamos tener una Madre que nos una con su amor y su poder y que nos libre, asimismo, del poder de Lucifer.

?Piensa acaso que usted, por s¨ª mismo, puede librarse de caer en las garras del demonio? Creo que usted no cree en el demonio, como tantos, pero los que no creen en ¨¦l es porque le tienen enroscado en su alma y es ¨¦l el que les convence de que no existe, porque as¨ª les impide creer en Dios. Los hombres sin ideales religiosos son... bestiales. Perdone que se lo diga. Pero usted es de esos hombres y por eso ha escrito ese art¨ªculo, o lo ha dejado escribir, como un bestia, echando espuma por la boca. Pero, lejos de perjudicar, ha beneficiado, y si no, al tiempo. Y se lo agradezco-