El negocio de las 'madres alquiladas' llega a la h¨ªpica
La campeona ol¨ªmpica Touch of Class, que proporcion¨® a su jinete, el norteamericano Joe Fargis, la medalla de oro en los pasados Juegos de Los ?ngeles, estar¨¢ unas semanas retirada de la actividad h¨ªpica, ya que ha sido inseminada por su compa?ero de equipo Abdullah, que monta Conrad Homfeld. Pero, para no interrumpir su campa?a de esta temporada, Touch of Class ceder¨¢ su embri¨®n a una yegua de inferior rango deportivo, que actuar¨¢ como madre alquilada. La situaci¨®n es diferente en los pura sangre, ya que el estricto Jockey Club brit¨¢nico proh¨ªbe estas pr¨¢cticas para evitar la ca¨ªda de los precios.
El negocio de las madres alquiladas ha llegado al mundo de la h¨ªpica. Los veterinarios norteamericanos han sido los primeros en experimentar esta t¨¦cnica con caballos, como antes lo hicieron con el ganado vacuno. El resultado no ha podido ser mejor. Dentro de 11 meses nacer¨¢ unfoal (potrillo) de dos campeones que se cotizar¨¢ en las subastas a precio millonario, superior incluso al que los propietarios pagaron por sindicar a su madre, Touch of Class, valorada en 43,5 millones de pesetas.Con el ¨¦xito experimentado con esta nueva t¨¦cnica el negocio de la cr¨ªa puede experimentar un importante vuelco. Seg¨²n los veterinarios consultados, la inseminaci¨®n en las yeguas es bastante f¨¢cil, con un riesgo de fallo casi m¨ªnimo y con gran rentablidad, ya que una misma yegua puede llegar a tener hasta seis hijos en un a?o, uno por cada celo de ¨¦sta, que se producen en los meses de enero a junio. Podr¨ªa darse incluso el caso de que a una misma yegua se le provocar¨¢n celos artificiales, con lo cual el n¨²mero de nacimientos de una misma yegua podr¨ªa aumentar.
El m¨¦todo tiene la venta a de que la madre no interrumpe su campa?a en las pistas de saltos y que los hijos son reconocidos a todos los efectos como v¨¢stagos de ¨¦sta, aunque hayan sido recriados en el vientre de otra yegua. Gracias a ello, las yeguas de gran clase, que hasta ahora se retiraban muy pronto de la competici¨®n para iniciar su negocio como reproductoras, alargar¨¢n la vida de competici¨®n, mientras que otras de inferior clase podr¨¢n ser utilizadas como madres alquiladas.
En el mundo del pura sangre brit¨¢nico esta t¨¦cnica est¨¢ prohibida, seg¨²n las normas dictadas por el Jockey Club. Este organismo indica que s¨®lo los hijos nacidos naturalmente de sus padres ser¨¢n considerados legalmente como descendientes de ¨¦stos. Con esta norma se trata de defender el negocio de la cr¨ªa del pura sangre, que se ha convertido en todo el mundo en uno de los m¨¢s rentables. Si se diera luz verde a este m¨¦todo podr¨ªa darse el caso do que en un mismo a?o nacieran cientos de hijos, por ejemplo, de Secretariat, uno de los sementales m¨¢s cotizados del mundo, anulando la actividad de otros padrillos.
Francia, que celosamente sigue las normas dictadas por el Jockey Club, acaba, en cambio, de permitir la inseminaci¨®n artificial entre los caballos dedicados ¨²nica y ex clusivamente a participar en carreras de trotones, mientras que los criadores de este pa¨ªs, cuya industria es una de las que m¨¢s divisas genera para la econom¨ªa gala, mi Ir¨¢n con preocupaci¨®n el futuro, y temen que en un plazo no muy le jano se levante la prohibici¨®n en tre los pura sangre.
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