Depreciaci¨®n de la peseta y revalorizaci¨®n de otras monedas frente al d¨®lar estadounidense
El d¨®lar se apreci¨® ayer de nuevo frente a la peseta, mientras que perdi¨® posiciones frente al resto de las principales monedas europeas y frente al yen japon¨¦s. El cambio del d¨®lar qued¨® fijado, al cierre de la sesi¨®n, en 181,05 pesetas. Es decir, 70 c¨¦ntimos m¨¢s caro que el viernes ¨²ltimo y s¨®lo inferior en 52 c¨¦ntimos al cambio m¨¢ximo hist¨®rico, alcanzado el jueves, de 181,57 pesetas por d¨®lar.En Tokio, el d¨®lar baj¨® ayer 2,65 puntos frente a la moneda nacional japonesa, cerrando su cambio a 256,55 yens, frente a los 259,20 yens registrados el viernes pasado en el mercado de divisas.
La moneda norteamericana tambi¨¦n registr¨® un sensible retroceso en los mercados suizos. En Zurich el d¨®lar se cambi¨®, al final de la sesi¨®n, a 2,7655 francos suizos, frente a los 2,7800 con que se cerr¨® el mercado el viernes.
Tambi¨¦n en Par¨ªs el d¨®lar sufri¨® una ligera depreciaci¨®n al cotizarse a 9,9715 francos franceses, contra los 10 francos alcanzados al t¨¦rmino de las sesiones burs¨¢tiles de la pasada semana.
En el mercado de divisas de Francfort la moneda norteamericana se cambi¨® ayer a 3,2788 marcos, despu¨¦s de que el pasado viernes se valorara a 3,2650 marcos.
Expertos y analistas internacionales interpretan que la ligera depreciaci¨®n del d¨®lar se ha debido a la presi¨®n de las ventas en los principales mercados monetarios del mundo el fin de semana ¨²ltimo, tras revelar el secretario del Tesoro estadounidense, James Baker, que el fondo de reservas de su pa¨ªs intervino en los mercados exteriores "en las dos ¨²ltimas semanas" para prevenir una excesiva apreciaci¨®n del d¨®lar.
Mientras algunos operadores entienden que el d¨®lar sufrir¨¢ realizaciones de beneficios sostenidos, con retrocesos de valor, otros piensan que cualquier correcci¨®n atraer¨¢ una nueva compra de d¨®lares y, por tanto, nuevas alzas en su cotizaci¨®n.
Los analistas citan los temores existentes en el mercado ante posibles operaciones de bancos centrales, y la prudencia que se adiv¨ªna en los mismos a la espera de la anunciada comparecencia de Paul Volcker, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, el pr¨®ximo miercoles ante el Congreso, para anunciar los objetivos de crecimiento monetario para 1985.
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