La seducc¨ªon sentimental de un 'na?f' vanguardista
Nacido en la localidad provinciana de Vitebsk el a?o 1887 y vivo a¨²n en la actualidad con sus cerca de 98 a?os, este jud¨ªo ruso, que pertenec¨ªa a una numerosa y humilde familia, es el caso m¨¢s extraordinario de enamorado incondicional de la vida.Tiene que educarse en las condiciones materiales m¨¢s precarias y en medio tambi¨¦n de una ¨¦poca plena de agitaciones y ansiedades, pero nada parece turbar ciertamente la disposici¨®n l¨ªrica e imaginativa de Marc Chagall, tocado por la gracia de la ingenuidad m¨¢s vigorosa. Mezcla en su cabeza las leyendas populares del folclor ruso, enriquecido por las mil y una historias maravillosas de la cultura melanc¨®lica de su propia raza errante y perseguida, y la espiritualidad m¨ªstica, de forma que, en seguida, consigue formular un seductor universo personal. Est¨¢ poblado con criaturas fant¨¢sticas, cuyas cabriolas expresan , no obstante, los valores sentimentales de la existencia cotidiana en su dimensi¨®n m¨¢s elementalmente cautivadora.
Marc Chagall protagoniz¨®, adem¨¢s, los grandes hitos de la vanguardia hist¨®rica, que pudo conocer desde su primera juventud, en su propia Rusia, natal, donde floreci¨® una de las escuelas m¨¢s audaces y originales del nuevo experimentalismo art¨ªstico. Estuvo tambi¨¦n, a partir de 19 10, en Par¨ªs, lo que le puso al tanto del desarrollo del fauvismo y del cubismo, por citar los movimientos que entonces m¨¢s le influyeron y, salvo la etapa comprendida entre 1914 y 1922, en la que trabaj¨® de nuevo en Rusia, ha pasado el resto de su prolongada existencia, casi siempre, en Francia.
Cuento de forma esquem¨¢tica la cronolog¨ªa fundamental de su formaci¨®n art¨ªstica para que as¨ª se pueda apreciar c¨®mo Chagall estuvo directamene implicado en los momentos estelares de la vanguardia hist¨®rica, que define su lenguaje. No ha sido, sin embargo, un pintor demasiado preocupado por el experimentalismo formal, sino por los valores expresivos capaces de adecuarse a un mundo ¨ªntimo, l¨ªrico y fant¨¢stico. M¨¢s que propiamente seguir el desarrollo de la vanguardia, se sirvi¨® de ella, en tanto que le permit¨ªa una libertad expresiva m¨¢s indiscrim¨ªnada. Por eso mismo, en lo que se refiere al arte del pasado, cay¨® absolutamente prendado por un pintor como El Greco.
La exposici¨®n de la Royal Academy de Londres ha reunido 193 piezas de las m¨¢s variadas ¨¦pocas y estilos y g¨¦neros. Nos encontramos all¨ª cuadros, libros ilustrados e incluso la reconstrucci¨®n de vidrieras, estando fechada la obra m¨¢s temprana en 1907 y la m¨¢s tard¨ªa en 1978. En este conjunto tan amplio y variado, como cabe suponer, est¨¢n presentes muchas de sus composiciones m¨¢s c¨¦lebres como: Autorretrato con pinceles (1909), El nacimiento (1910), Retrato de la hermana del artista (Aniuta) (1910), Yo y el pueblo (1911), El tratante de ganado (1912), El cumplea?os (1915), Bella con el cuello blanco (1917), Soledad (1933), La crucifixi¨®n blanca (1938), El ¨¢ngel ca¨ªdo (1922-1933-1947)...
A pesar de mis resistencias personales hacia la facundia fantasmag¨®rica sentimentaloide de Chagall, he de reconocer que el repaso sistem¨¢tico y directo de esta amplia selecci¨®n de piezas, representativas de todas sus ¨¦pocas y temas, me ha obligado a reconocer una cantidad no desde?able de excelentes cualidades pict¨®ricas y, en especial, las que le entronizan como colorista soberano y compositor lleno de ritmo unitario y brioso.
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