Los ayuntamientos desconf¨ªan de su futura capacidad fiscal y piden mayores transferencias desde otros niveles de gobierno
Los ayuntamientos desconf¨ªan de su capacidad fiscal y se resisten a las invitaciones de Hacienda para que la asuman y profundicen. Por ello, quieren que la pr¨®xima reforma de las haciendas locales les asegure mayores transferencias del Estado y una participaci¨®n nueva e importante en el dinero de las autonom¨ªas. Igualmente, prefieren recargos estatales en las gasolinas a los actuales impuestos de circulaci¨®n. Esta forma de entender la autonom¨ªa municipal, vinculada econ¨®micamente a los poderes central y auton¨®mico, ha quedado patente en las reuniones donde Administraci¨®n y municipios han intentado ponerse de acuerdo sobre el proyecto.
En los diversos grupos de trabajo formados el viernes para analizar las futuras fuentes financieras de los ayuntamientos, los dos centenares de alcaldes y concejales asistentes al seminario de Valladolid se ocuparon menos de concretar su reforma tributaria que de garantizar el aumento del dinero procedente de otros niveles de gobierno. Las conclusiones le¨ªdas ayer bosquejan su cuadro fiscal deseado. Pero hay dudas de que pueda estar pronto en vigor. Si el proyecto no entra en las Cortes antes del verano -y el ministro de Administraci¨®n Territorial, Tom¨¢s de la Quadra, dijo en la clausura que no pod¨ªa asegurarlo-, ser¨¢ dif¨ªcil que pase el tr¨¢mite parlamentario antes de terminar la legislatura. De ah¨ª la preocupaci¨®n de los alcaldes por las transferencias de otras administraciones (central, auton¨®mica, diputaciones).En lugar de ampliar y extender el actual impuesto sobre circulaci¨®n de veh¨ªculos, idea que hab¨ªa admitido la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias, los ayuntamientos han resucitado mayoritariamente su petici¨®n de que Hacienda fije por ellos un recargo o participaci¨®n sobre las gasolinas.
Respecto a los impuestos sobre la actividad econ¨®mica -segundo pilar de los tributos proyectados-, gran parte de las corporaciones locales, en l¨ªnea con la Administraci¨®n central, quieren refundir las licencias fiscales y de aperturas, junto al impuesto sobre radicaci¨®n, en un nuevo tributo que grave los beneficios por actividades comerciales o industriales. Otros impuestos sobre la actividad econ¨®mica, ya voluntarios, ser¨ªan los recargos en el impuesto sobre la renta; el impuesto sobre restauraci¨®n, estancias y espect¨¢culos; y los tributos sobre construcciones, instalaciones y obras.
El tercer eje, integrado por la imposici¨®n inmobiliaria, tendr¨ªa como protagonista central la actualizaci¨®n de la contribuci¨®n territorial (urbana o r¨²stica). Es uno de los proyectos donde hay mayor convergencia con la Administraci¨®n. Los alcaldes intentan que este tributo grave el valor real de los inmuebles o fincas, para lo cual solicitan ayudas en la actualizaci¨®n peri¨®dica de catastros, ahora inferiores en m¨¢s de un 30% de media a los precios de mercado. Hacienda, favorable a que los nuevos impuestos locales absorban buen n¨²mero de tasas, ha propuesto que en la contribuci¨®n territorial aparezca subsumida, entre otras, la tasa de equivalencia o las de plusval¨ªas. Pero algunos ayuntamientos opinan que el Estado carece de verdaderos impuestos sobre el capital y perder¨ªan los municipios que los tienen desarrollados.
Fondos compensatorios
Al apoyar paralelamente los nuevos fondos de solidaridad regionales, los ayuntamientos buscan captar tambi¨¦n los ingentes recursos con los que les apoyan las diputaciones. El recargo del que disfrutan ¨¦stas -el 1% del impuesto sobre tr¨¢fico de empresas (140.000 m¨ªllones de pesetas en 1984)- ser¨¢ transformado al aprobarse el impuesto sobre el valor a?adido en un porcentaje de participaci¨®n de las diputaciones en los ingresos del Estado. En cambio, persistir¨¢ como fuente financiera de las diputaciones el canon de energ¨ªa el¨¦ctrica, que proporciona a las diputaciones 17.000 millones de pesetas anualmente.Pero las diferencias m¨¢s grandes con Hacienda siguen centradas en las transferencias del Estado, que deben arbitrarse con o sin la reforma por ley de financiacil¨®n de las haciendas locales. Insatisfechos con los recientes cambios en el Fondo de Cooperaci¨®n Municipal -mecanismo por el que Hacienda paga a los ocho millares de pueblos espa?oles casi la cuarta parte de los 1,3 billones de pesetas que gastan-, los municipios han expresado su deseo de volver a calcularlo como un porcentaje fijo sobre los ingresos del Estado, revisable cada cinco a?os, al alza o a la baja, algo similar a lo que se hac¨ªa hasta 1984.
Durante el acto de clausura del seminario, que ha durado tres d¨ªas, dos centenares y medio de personas, convocadados por la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos, manifestaron ante el recinto su oposici¨®n al recargo del 4% en el impuesto sobre la renta aplicado por el ayuntamiento de Valladolid. Al mismo tiempo, los concejales del PCE por este municipio difundieron un escrito en el que urgen la reforma de financiac¨ª¨®n de las haciendas locales.
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