Gromiko se resisti¨® al encuentro con el Papa, seg¨²n 'L'Unit¨¤'

El encuentro que se celebra hoy por la ma?ana en el Vaticano entre el ministro de Asuntos Exteriores sovi¨¦tico, Andrei Gromiko, y el papa Juan Pablo II ha generado cierta expectaci¨®n, sobre todo desde que el diario L'Unit¨¤, ¨®rgano oficial del Partido Comunista Italiano (PCI), revel¨® ayer que dicha entrevista ha estado en el aire hasta el ¨²ltimo momento. Y lo estuvo, seg¨²n los comunistas, no porque el Vaticano no lo desease, ya que Juan Pablo II hab¨ªa incluso dado a entender que estaba dispuesto a interrumpir sus ejercicios espirituales para recibir al l¨ªder sovi¨¦tico, sino m¨¢s bien por el propio Gromiko.

El portavoz vaticano, el espa?ol Joaqu¨ªn Navarro Valls, interrogado sobre el particular, se limit¨® a decir, tras reflexionar, que lo ¨²nico que pod¨ªa asegurar era que "en el pasado las audiencias con el Papa nunca hab¨ªan sido solicitadas por la Santa Sede, sino por los personajes interesados en encontrarse con el Pont¨ªfice".Seg¨²n las informaciones dadas por L'Unit¨¢, la entrevista de esta ma?ana ha sido posible gracias a una larga entrevista anterior del arzobispo Achille Silvestrini, responsable de los asuntos p¨²blicos de la Iglesia (una especie de ministro de Asuntos Exteriores de la Santa Sede), con el embajador sovi¨¦tico en Roma.

Al parecer, esta vez exist¨ªan ciertos recelos por parte sovi¨¦tica para que se celebrara el encuentro entre el ministro Gromiko y el papa Juan Pablo II. De hecho, la agencia sovi¨¦tica Tass, cuando present¨® los d¨ªas pasados el programa de la visita del ministro Gromiko, no hizo menci¨®n alguna a un posible encuentro con el papa Wojtyla.

Cabe entonces plantearse cu¨¢les son los motivos que mantienen fr¨ªas en la actualidad las relaciones entre la Uni¨®n Sovi¨¦tica y la Santa Sede.

A la URSS le sent¨® muy mal durante los meses pasados, una frase del documento sobre la teolog¨ªa de la liberaci¨®n elaborado por la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe -el antiguo Santo Oficio y aprobado por el Papa. En ¨¦l se afirma que los pa¨ªses del socialismo real "son la verg¨¹enza de la humanidad". Tampoco agrada a los sovi¨¦ticos la actual pol¨ªtica vaticana en Am¨¦rica Latina y, sobre todo, en Nicaragua.

Lo mismo ocurre con el documento de marzo del a?o pasado firmado por algunos prelados de la curia romana -entre ellos, por el famoso arzobispo norteamericano de origen lituano Paul Marcinkus, presidente del Banco Vaticano (IOR)-, en el cual se afirmaba, para irritaci¨®n de Mosc¨², que "el Estado de Lituania est¨¢ oprimido por el extranjero".

A todo esto hay que a?adir que Juan Pablo II hizo p¨²blico, no hace mucho, que tanto a ¨¦l como al secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, les hab¨ªa sido negado el permiso para visitar Lituania. Seg¨²n fuentes comunistas de Roma, en todo este contexto el encuentro de Gromiko con el Papa no puede ser f¨¢cil.

Gromiko quiere un int¨¦rprete

Que este no va a ser un encuentro normal lo demuestra el hecho de que, mientras en el a?o 1979 Andrei Gromiko y el papa Wojtyla hablaron solos, sin int¨¦rpretes, ya que Juan Pablo II habla ruso, ahora el ministro sovi¨¦tico ha hecho saber que desea contar con un int¨¦rprete.Seg¨²n anunci¨® ayer el Vaticano, los int¨¦rpretes presentes en el encuentro ser¨¢n dos: uno, el de Gromiko, y el otro, el del Papa. Evidentemente, por parte sovi¨¦tica se ha querido que quede constancia testimonial del importante encuentro.

El ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores se entrevist¨® ayer con su hom¨®logo italiano, Giulio Andreotti, y con el primer ministro, Bettino Craxi. Andreotti habl¨® de la "complejidad de los problemas actuales", y de la "buena voluntad" de Italia de contribuir al di¨¢logo y al equilibrio de la defensa. La Uni¨®n Sovi¨¦tica "no abandonar¨¢ los caminos de la paz", respondi¨® por su parte Gromiko.