Graves contradicciones en las declaraciones de los polic¨ªas procesados por torturas a Cast¨¢n
Los inspectores Amador Miralpeix y Jos¨¦ Manuel Ortiz, procesados por presuntas torturas al polic¨ªa supernumerario Jos¨¦ Manuel Cast¨¢n, incurrieron ayer en graves contradicciones durante la, declaraci¨®n indagatoria (la que se realiza despu¨¦s del procesamiento), que se desarroll¨® en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Madrid. El ahogado Jos¨¦ Emilio Rodr¨ªguez Men¨¦ndez, defensor de los polic¨ªas, consigui¨® que el juez decano, Salvador Dom¨ªnguez, rimara una orden para evitar que se fotografiar a a los polic¨ªas.
En sus respectivas declaraciones indagatorias, los dos inspectores de polic¨ªa afirmaron que no golpearon a Cast¨¢n salvo en el momento de la detenci¨®n, en que tuvieron que reducirle violentamente. Sin embargo, Miralpeix dijo en un primer momento que lo redujeron en el interior del club Olimpo, y posteriormente, que lo hicieron fuera, por lo que fue advertido por el juez. Entonces precis¨® que el incidente se hab¨ªa producido dentro y la reducci¨®n en el exterior.Los polic¨ªas no se pusieron de acuerdo sobre quien hab¨ªa ordenado la detenci¨®n de Cast¨¢n, y aunque Miralpeix asegur¨® que el detenido hab¨ªa insultado a la polic¨ªa, no pod¨ªa recordar las frases insultantes, porque ¨¦l no hab¨ªa estado presente.
Preguntado Miralpeix sobre las lesiones que Cast¨¢n ten¨ªa en la espalda dijo que fueron producto de una ca¨ªda durante la detenci¨®n, pero Ortiz declar¨® que nadie hab¨ªa ca¨ªdo al suelo en el citado momento.
En declaraciones que constan en el sumario, un subteniente de la Polic¨ªa Nacional que estaba de oficial de servicio en la Direcci¨®n de Seguridad del Estado, y otro polic¨ªa que tambi¨¦n estaba de servicio el d¨ªa de la detenci¨®n de Cast¨¢n, han afirmado que vieron en el patio de la direcci¨®n c¨®mo Miralpeix la emprendi¨® a patadas con Cast¨¢n. Miralpeix afirm¨® que estas declaraciones est¨¢n motivadas por el esp¨ªritu de cuerpo que existe entre los polic¨ªas nacionales.
Los dos inspectores reconocieron que subieron a Cast¨¢n a las dependencias del grupo VI y le esposaron a un radiador porque estaba agresivo. Ambos aseguran que no le golpearon y mientras Miralpeix afirma que Ortiz y ¨¦l fueron a la casa de socorro, que no estuvieron presentes cuando leyeron los derechos a Cast¨¢n, pero que cuando volvieron todav¨ªa estaba all¨ª el detenido, Ortiz manifiesta que estaban presentes cuando le leyeron los derechos, y que cuando volvieron de la casa de socorro, Cast¨¢n ya no estaba en las dependencias del grupo VI.
Finalizadas las declaraciones, ambos inspectores estuvieron encerrados en la secretar¨ªa del juzgado durante una hora esperando que se fueran los periodistas que se encontraban aguardando en el pasillo. El defensor Jos¨¦ Emilio Rodr¨ªguez Meri¨¦ndez pidi¨® al secretario que expulsara a los periodistas del pasillo, pero ¨¦ste dijo que mientras estuvieran fuera del juzgado no era de su competencia.
El abogado, que est¨¢ procesado por intrus¨ªsmo y estafa por este mismo juzgado n¨²mero 1, acudi¨® entonces al juez decano, Salvador Dom¨ªnguez, quien envi¨® a un funcionario con una orden cuyo texto era el siguiente: "Los periodistas que se hallan en las proximidades del juzgado deben respetar las limitaciones establecidas en el art¨ªculo 20.4 de la Constituci¨®n, requiri¨¦ndoles, en otro caso, que desalojen el edificio mediante las fuerzas de seguridad del mismo". El citado art¨ªculo se refiere a los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n, el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen. Los periodistas, algunos de los cuales pretend¨ªan fotografiar a los acusados, tuvieron que desalojar el edificio.
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