El Supremo no presentar¨¢ suplicatorio para procesar al senador El¨®segui por la sustracci¨®n de una 'ikurri?a'

El Tribunal Supremo no presentar¨¢ suplicatorio para procesar al senador del Partido Nacionalista Vasco Joseba El¨®segui por la sustracci¨®n de una ikurri?a en el Museo del Ej¨¦rcito de Madrid, ya que considera que el hecho no constituy¨® delito alguno, aunque s¨ª pudiera constituir una falta contra la propiedad, puesto que dos peritos militares cifraron en 25.000 pesetas el valor material de la bandera. El Supremo decidi¨® ayer que las actuaciones contin¨²en en el juzgado de distrito decano de los de Madrid, para que de acuerdo con la ley se examine si la actuaci¨®n de El¨®segui pudo ser una falta.

El fiscal general del Estado, Luis Antonio Bur¨®n Barba, interpuso querella contra el senador El¨®segui por presunto delito de hurto, ya que el parlamentario, el 6 de junio de 1984 por la tarde, se present¨® en el Museo del Ej¨¦rcito, subi¨® a la planta de Infanter¨ªa y se dirigi¨® a la sala donde se hallaban expuestas, bajo el lema "Banderas de la Rep¨²blica", varias ense?as arrebatadas en combate por el Ej¨¦rcito en la guerra civil. El senador retir¨® del m¨¢stil la ikurri?a del batall¨®n Itxarkuridia, denominada "Bandera ltxarkundia saildi'ko de-labita-bigaren sailall", al tiempo que era fotografiado. El¨®segui dobl¨® la bandera, la escondi¨® bajo la americana y la sustrajo definitivamente "para s¨ª o para su entrega al Museo Vasco de Bayona". 'Posteriormente difundi¨® el hecho y las fotograf¨ªas fueron publicadas en la prensa.25.000 pesetas por bandera

El juez especial que tramit¨® el sumario orden¨® la pr¨¢ctica de varias diligencias entre las que figura la valoraci¨®n de la bandera. Los dos peritos militares designados al efecto estimaron que el valor material de la ikurri?a era de 25.000 pesetas, mientras, que el valor hist¨®rico pod¨ªa oscilar entre las 250.000 y 500.000 pesetas, a?adiendo que "para ciertas personas puede ser de m¨¢s valor que para otras".

El fiscal estimaba que exist¨ªan indicios racionales de criminal dad en la actuaci¨®n de El¨®segui y pidi¨® al Tribunal Supremo que solicitara la autorizaci¨®n del Senado para procesar al senado por delito de hurto.

Sin embargo, el Supremo ha considerado que no existe delito de hurto y en el segundo considerando de la resoluci¨®n se?ala que para la existencia del citado delito son necesarios tres elementos fundamentales: tomar cosa ajena, ¨¢nimo de lucro y que el valor de lo sustra¨ªdo exceda de 30.000 pesetas.

El auto, cuyo ponente ha sido el magistrado Jos¨¦ Hijas Palacios, de tendencia conservadora, se?ala que es incuestionable que El¨®segui tom¨® cosa ajena, pero respecto a si obr¨® con ¨¢nimo de lucro se?ala que "es m¨¢s que dudoso". Agrega que El¨®segui no tuvo nunca intenci¨®n de enriquecimiento, beneficio o ventaja cremat¨ªstica, "sino la de que la bandera no figurara entre las conquistadas al enemigo o que se trasladase al Museo Vasco, o por fin, que dejara de representar una apolog¨ªa del levantamiento militar de 1936".

La resoluci¨®n a?ade que el tercer elemento "brilla por su ausencia, porque el valor material de la bandera ha sido tasado en 25.000 pesetas, por lo que el valor de afecci¨®n, en este caso el hist¨®rico, caer¨ªa en su caso en la esfera de la responsabilidad civil, ( ... ) pero no el valor objetivo del s¨ªmbolo sustra¨ªdo en este hecho, cuya finalidad pol¨ªtica aflora por cualquier aspecto que se contemple".

"Y ello determina", concluye el ponente, "que pudiendo a lo sumo, ser el hecho constitutivo de falta, se remitan las actuaciones al juzgado competente para su terminaci¨®n con arreglo a derecho

Joseba El¨®segui, de 70 a?os, asumi¨® en su d¨ªa la responsabili, dad por la sustracci¨®n de la ikurrina y sobre su destino afirm¨® que no estaba en Espa?a. "La deposit¨¦ en manos de un amigo cuyo nombre no he querido denunciar", agreg¨®.

El¨®segui fue capit¨¢n de gudaris (soldados vascos) durante la guerra civil y testigo del bombardeo de Guernica. En 1970, durante la inauguraci¨®n de los Campeonatos Mundiales de pelota, que presid¨ªa el general Franco, se lanz¨® ardiendo desde el primer piso del front¨®n Anoeta de San Sebasti¨¢n