'?nsula' fue un puente entre la Espa?a interior y la del exilio, seg¨²n Jos¨¦ Luis Cano

Un n¨²mero especial de la revista literaria madrile?a ?nsula, dedicado ¨ªntegramente a los problemas candentes del teatro espa?ol, se present¨® ayer en Madrid, en un acto celebrado en los locales de la Biblioteca Nacional. Colaboran en sus p¨¢ginas escritores, cr¨ªticos, especialistas y profesionales del teatro. El director de ?nsula, Jos¨¦ Luis Cano, ha declarado que esta publicaci¨®n mensual, que se acerca ya a los 40 a?os de existencia, fue durante la dictadura franquista "un puente entre la Espa?a interior y la Espa?a del exilio".

El n¨²mero especial contiene entrevistas a hombres de teatro, como Miguel Narros y Llu¨ªs Pasqual, y a responsables de la actual pol¨ªtica teatral, como Jos¨¦ Manuel Garrido, director general de M¨²sica y Teatro, y Guillermo Heras, director del Centro Nacional de Nuevas Tendencias Esc¨¦nicas, adem¨¢s de una serie de colaboraciones de escritores, dramaturgos y cr¨ªticos teatrales, como Alberto Fern¨¢ndez Torres, Jos¨¦ Monle¨®n, ?ngel Garc¨ªa Pintado, Juli¨¢n G¨¢llego, Jos¨¦ Luis N¨²?ez y otros.?Por qu¨¦ ahora el teatro? Para Jos¨¦ Luis Cano, el motivo de esta elecci¨®n es que "en los ¨²ltimos a?os los problemas del teatro espa?ol son un continuo campo de debates. Se habla constantemente de crisis, y como pensamos que las opiniones son contrapuestas, quiz¨¢ un n¨²mero de la revista dedicado a este problema contribuir¨ªa a aclararlo".

?C¨®mo fueron los comienzos de ?nsula? "Comenz¨® a publicarse", dice Cano, "en enero de 1946. Fue fundada por Enrique Canito, que era catedr¨¢tico de franc¨¦s expedientado por motivos pol¨ªticos. Canito fund¨® una librer¨ªa, y al poco tiempo me llam¨® para ayudarle a hacer un bolet¨ªn literario complementario de la librer¨ªa ?sta fue cerrada en 1983, pero la revista ah¨ª sigue, pese a todas las dificultades que este tipo de publicaciones independientes encuentra siempre en Espa?a".

Isla en el desierto

"El nombre de ?nsula fue escogido por una raz¨®n simb¨®lica, que en aquellos a?os de la vida espa?ola indicaba la idea de una isla de cultura en un desierto de ella. Las intervenciones de la censura fueron constantes, hasta el punto de que era raro el n¨²mero que no sufr¨ªa mutilaciones. Tuvimos varios secuestros y un a?o entero de sus pensi¨®n en 1956, a ra¨ªz del n¨²mero que dedicamos a Ortega y Gasset en su muerte, n¨²mero que fue expresamente prohibido por las autoridades franquistas y que no obstante publicamos. Juan Aparicio, por entonces director general de Informaci¨®n, lo consider¨® una provocaci¨®n y nos cerr¨®".

?Qu¨¦ lleg¨® a significar esta isla en aquel desierto? Para Jos¨¦ Luis Cano, "en los primeros a?os fue una revista que consigui¨® el apoyo de todos nuestros escritores liberales, que colaboraron generosamente en ella y dieron a cada p¨¢gina la calidad que estim¨¢bamos necesaria. Fue importante su relaci¨®n con los hombres del exilio Todos los grandes nombres del ¨¦xodo republicano colaboraron en ?nsula y ¨¦sta se convirti¨® en un puente entre la Espa?a interior y la del exilio".

"El censo de escritores espa?oles e hisp¨¢nicos que ha colaborado en la revista es muy grande. El a?o pasado publicamos un ¨ªndice de colaboraciones de los casi 40 a?os de ?nsula y en ¨¦l figuran miles de escritores, entre ellos todos cuantos significan algo en la cultura espa?ola y la cultura hisp¨¢nica, ya que la revista llega a centenares de departamentos de universidades de Europa y Am¨¦rica".

?No hay un desajuste entre las posibilidades creadoras que ha dado la libertad y los escasos logros conseguidos en literatura durante estos ¨²ltimos a?os de reconquista de la democracia en Espa?a? "Pienso", dice Cano, "que en estos ¨²ltimos a?os nuestra literatura no ha dado grandes figuras, pero creo que la literatura en Espa?a desarrolla una gran actividad. Se publica tal vez demasiado y lo ¨²nico que se echa de menos son esos grandes nombres. Vivimos de los a?os pasados, pero algo se mueve hacia delante".