Las provocaciones de un presunto perturbado obligan a cerrar una biblioteca p¨²blica
La biblioteca popular situada en la calle de Raimundo Fern¨¢ndez Villaverde, 4, ha tenido que cerrar sus puertas a consecuencia de los continuos des¨®rdenes provocados por una persona que, al parecer, padece trastornos mentales. El propio director general del Libro, Jaime Salinas, ha reconocido que la situaci¨®n es rocambolesca y que en su departamento no saben qu¨¦ hacer, mientras la sala de lectura permanece cerrada al p¨²blico.
MadridEl protagonista del conflicto es un hombre cuyo nombre corresponde a las iniciales F.M. perfectamente conocido por funcionarios y los usuarios habituales de la biblioteca, a los que ha amenazado de muerte en diversas ocasiones. Vive en un calle cercana a la sala de lectura que ocupa el n¨²mero 4 de la calle de Raimundo Fern¨¢ndez Villaverde, a caballo entre los distritos de Chamber¨ª y Tetu¨¢n. El mismo individuo ha protagonizado, adem¨¢s, actos que podr¨ªan calificarse de pintorescos si no fuera porque su reiteraci¨®n ha obligado al cierre de un servicio p¨²blico."Estamos asistiendo a una situaci¨®n rocambolesca, que, sinceramente, no sabemos muy bien c¨®mo resolver", ha reconocido el director general del Libro y Bibliotecas, Jaime Salinas. Seg¨²n el informe que obra en poder de Salinas, durante los ¨²ltimos meses F. M. ha irrumpido con frecuencia en la biblioteca p¨²blica en cuesti¨®n y en cada ocasi¨®n ha ofrecido un espect¨¢culo diferente: a veces se pone a comer fruta, que pela con un cuchillo sobre las mesas de lectura, o comienza a arengar a los presentes en el local con discursos no muy coherentes, o se dedica a arrancar los carteles y avisos de las paredes del establecimiento y a sustituirlos por otros confeccionados por ¨¦l, o arrebata los libros de manos de los lectores.
Ha llegado a crear momentos de peligro y tensi¨®n nerviosa en las ocasiones en que ha amenazado de muerte a los funcionarios.
L¨ªmites intolerables
Uno de los p¨¢rrafos del informe afirma: "La situaci¨®n ha llegado a l¨ªmites intolerables en el ol¨ªa de hoy, en que ha entrado en la sala dando grandes voces, diciendo que ¨¦l era el director y que la encargada, la bur¨®crata, y que todos los sectores pueden hablar, fumar y hacer todo lo que quieran". La biblioteca opt¨® hace un par de meses por cerrar las puertas y s¨®lo permitir el acceso previa llamada al timbre, pero aun as¨ª consigui¨® entrar algunas veces. Por ¨²ltimo, se adopt¨® la decisi¨®n de clausurar el local, cuya actividad se limita en este momento a la recepci¨®n de los libros que ten¨ªan en concepto de pr¨¦stamo algunos usuarios. Un aviso colocado en la puerta y escrito sobre un folio normal de papel informa que la biblioteca est¨¢ "cerrada por amenazas"."La verdad es que no sabemos qu¨¦ se puede hacer", reconoce Jaime Salinas. "Hemos dialogado con la madre de este hombre, pero la buena mujer, muy preocupada, nos dice que ella ya no puede controlar las man¨ªas de su hijo. Sabemos que ha estado en centros psiqui¨¢tricos, aunque parece que siempre por poco tiempo".
El director general del Libro se?ala que "podemos denunciarle a la polic¨ªa, pero no van a encerrar a nadie, y menos a una persona con las facultades mentales mermadas, por des¨®rdenes de esta ¨ªndole. Y tampoco vamos a costear un servicio de vigilancia por las actitudes de una sola persona".
"Nosotros no queremos tomar ninguna medida que pueda acarrearle alg¨²n da?o", a?ade Jaime Salinas, "pero tambi¨¦n resulta obvio que no se puede tolerar que un servicio p¨²blico de la importancia de una biblioteca en una calle c¨¦ntrica de Madrid est¨¦ cerrado por motivos tan peculiares como ¨¦ste".
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