La Ciudad Luz dej¨® a oscuras al oso y el madro?o
La dulce Francia volvi¨® a echar un jarro de agua fr¨ªa sobre las esperanzas del Gobierno espa?ol de finalizar las negociaciones de entrada en la Comunidad Econ¨®mica Europea. La bolsa reacciono muy negativamente ante tal evento y el ¨ªndice general volvi¨® a flexionar a la baja, casi medio punto, en medio de una apat¨ªa generalizada y, lo que es peor, en un clima de excesiva desconfianza.Los inversores se encuentran atenazados por demasiadas incertidumbres, por lo que la liquidez que planea sobre los mercados no termina de decidirse a aterrizar en un aeropuerto determinado. Mientras, la entrada en pagar¨¦s del Tesoro a corto plazo contin¨²a siendo la ¨²nica alternativa que cuenta con los m¨¢ximos niveles de adhesi¨®n.
Los analistas consideran que esta situaci¨®n ofrece peligros notorios. La conocida afirmaci¨®n de que el exceso de liquidez termina por generar una corriente inflacionista indica uno de esos riesgos, y no el m¨¢s peque?o, si se tienen en cuenta las grandes posibilidades de que aumente el precio del dinero en Estados Unidos, con las consecuencias l¨®gicas para Europa.
Por el momento, los tipos espa?oles de inter¨¦s pueden haber alcanzado su suelo, ya que en la subasta de pr¨¦stamos a un d¨ªa, el Banco de Espa?a marc¨® ayer un tipo marginal del 12,375%, rompiendo al alza la tendencia mantenida desde mediados de febrero (12,25%). Algunos expertos consideran que la autoridad monetaria debe de tener la intenci¨®n de adelantarse a la marejada norteamericana, apoyada adem¨¢s por el excesivo aumento de los activos l¨ªquidos en manos del p¨²blico registrada en febrero (20,6%) y que ha superado con creces el objetivo de mantener este agregado b¨¢sico en una banda de fluctuaci¨®n entre el 11,5% y el 14,5%.
Aunque a¨²n es pronto para saber si ¨¦sta ser¨¢ la tendencia del precio del dinero en los d¨ªas siguientes, lo cierto es que no les falta raz¨®n a los inversores cuando adoptan esa postura de prudencia. Paralelamente, algunas emisiones de renta fija ya anunciadas, y cuyo per¨ªodo de suscripci¨®n est¨¢ abierto o pr¨®ximo a comenzar, suponen una verdadera competencia para la renta variable.
El mercado burs¨¢til, pues, est¨¢ perdiendo la oportunidad de encontrar una base, por muy endeble que ¨¦sta fuese, para tener una justificaci¨®n y reaccionar a tiempo. La demora en la clarificaci¨®n el¨¦ctrica es uno de estos casos, y ya bastantes expertos consideran que el retraso no tiene justificaci¨®n, al menos aparente. Por otra parte, los datos sobre la evoluci¨®n del ¨ªndice de precios al consumo del pasado mes pueden llegar al parqu¨¦ al mismo tiempo que otras noticias menos positivas -otro retraso en la marat¨®n negociadora con la CEE, poniendo un ejemplo inmediado-, por lo que su efecto dinamizador puede pasar desapercibido.
Los operadores, de todas formas, consideran que la bolsa no ha perdido la oportunidad de reaccionar la semana entrante, ya que los factores t¨¦cnicos -dinero dispuesto a entrar en cuanto descienden los precios- es una garant¨ªa para no esperar mayores flexiones a la baja. Y es que el volumen de negociaci¨®n desciende fuertemente -el viernes se registr¨® el m¨ªnimo del a?o, con 1.170,2 millones efectivos-, lo que indica el escaso deseo de vender.
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